Empleo intencionado de la mala educación

Por Javier Pardo de Santayana

(Niños. Acuarela de Ana Vidaurre en Facebook)

Cuando uno ha llegado a superar incluso los ochenta y seis, se supone que ya habrá adquirido una experiencia suficiente sobre casi todas las cosas de la vida. Por ejemplo, a esas alturas se le supone a uno que conocerá de pe a pa las normas que la convivencia de los seres humanos necesita para el buen orden de las cosas, y entre ellas que si a alguien se le invita para presidir un acto la educación exige que por lo menos dé las gracias a quien tuvo la gentileza de invitarle. Y que, naturalmente, a nadie deberá ocurrírsele aprovechar la ocasión para decir a su anfitrión algo desagradable.

Pues bien, si ésta es la regla que se aplica en relación con cualquier ciudadano, más lo será para alguien con responsabilidad en el gobierno, es decir para quien la tiene delegada, como suele decirse, por la “ciudadanía”. En fin, que no comportarse amablemente con quien le invita a uno es una muestra, no ya de falta de cortesía, sino de pura y simple mala educación.

De ahí mi sorpresa al constatar el comportamiento de un miembro de nuestro actual gobierno – en este caso una señora – que, invitada a presidir el acto de inauguración de un Congreso de Escuelas Católicas, aprovecharía la ocasión para negar a éstas lo que la constitución española las concede y la jurisprudencia nos confirma; que ya son ganas de fastidiar a alguien. Situación inaudita por cuanto sus palabras se destinarían expresamente a ofender a quienes tuvieron la gentileza de invitarla.

Lo cual no tendría otra importancia que echar a pique su reputación como política y como ciudadana si no fuera evidente la intención que a todas luces pretendía, esto es, escenificar la inauguración de una campaña proyectada al objetivo de halagar los oídos de determinados grupos extremistas; unos partidos cuyo sueño dorado sería conseguir adeptos entre quienes, movidos por el odio, pretenden acabar con la arraigada fe de nuestros padres, que es como decir nuestro futuro. Véase como botón de muestra el retorcido homenaje reivindicativo dedicado a los sucesores de milicianos y ejecutores de las siniestras checas comunistas y celebrado muy recientemente con la presencia de dirigentes socialistas: una acto que buscaba una repercusión solidaria y favorable en quienes hoy esperan “conquistar el cielo” o abandonar al resto de los españoles.

En un artículo hace poco publicado por los Tres Foramontanos me referí concretamente a la coincidencia de este tipo de situaciones con la advertencia que los evangelios de estos días hacen respecto a un futuro de tragedias y persecuciones: un futuro que ya se hizo presente entre nosotros tiempo ha y ahora parece repetirse. Ayer mismo, en el aniversario del fallecimiento de mi suegra, me cupo recordar los días en que ella, siendo aún muy joven, acostumbraba llevar la comunión a sus parientes encarcelados simplemente por sus convicciones, mientras mi suegro – un señor de Madrid que no se había metido en la política y a la sazón era aún soltero – hacía guardia por las noches en su barrio para evitar que le incendiaran la parroquia antes de ser él mismo encarcelado por sus ideas monárquicas, tal como está documentalmente demostrado. Y no quedaría aquí la cosa, porque allí le mantuvieron durante los tres años que duró la guerra esperando que le “sacaran de paseo”.

Sería, pues, tan ingenuo como absurdo no detectar en un gesto tan improcedente como el realizado por una importante figura del gobierno ante los amables representantes de la educación conocida como “concertada” la evidente intención de dejar clara su disposición a dirigir el peso del poder contra la Iglesia, como siempre fue la intención prioritaria de una ideología bien apoyada por los ”tontos útiles” y los aprovechados carentes de conciencia. Esto es, de hacer de entrada lo que consideran más fácil y a la vez con mayor impacto ideológico: una buena carnaza para alimentar a sus leales más cerriles y asegurarse algunos votos necesarios.

PS: Conviene señalar que quien de manera tan palmaria da prueba de su mala educación es precisamente la ministra… ¿A que ya lo imaginan? ¡Pues de educación, naturalmente!

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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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