Los lunes, revista de prensa y red

“Inés Arrimadas ofrece a Pedro Sánchez una vía para evitar un gobierno con Podemos y los secesionistas”, de Luis Ángel Sanz, “Lecciones chilenas”, de Francisco José Contreras, y “Aborto: la sangrienta `bomba de humo´ que marca la transición política en Argentina”, de Nicolás de Cárdenas

(Viñeta de Puebla en ABC el pasado día 2)

INÉS ARRIMADAS OFRECE A PEDRO SÁNCHEZ UNA VÍA PARA EVITAR UN GOBIERNO CON PODEMOS Y LOS SECESIONISTAS

Artículo de Luis Ángel Sanz publicado en El Mundo el pasado día 2

Exige al líder socialista una reunión a tres con Casado y que «rompa sus negociaciones con Podemos y los nacionalistas». Moncloa responde que se reunirá sólo con ella cuando Sánchez pueda. Inés Arrimadas ha dado este lunes un paso adelante y ha ofrecido por escrito a Pedro Sánchez una vía para evitar un Gobierno de coalición entre el PSOE y Podemos apoyado en los votos de los partidos independentistas.

La portavoz de Ciudadanos ha propuesto abrir una negociación con una reunión a tres entre Pedro Sánchez, Pablo Casado y ella misma para acordar un Gobierno «moderado y constitucionalista», apoyado en la sólida mayoría parlamentaria que suman las tres formaciones. Para hacerlo de forma oficial, Arrimadas ha enviado este lunes una carta a Sánchez pidiéndole ese encuentro a tres.

Esto evitaría, ha enfatizado Arrimadas en rueda de prensa en el Congreso, el «acuerdo nefasto» entre el PSOE y Podemos, que traería graves consecuencias para la economía en momentos de desaceleración y para la unidad de España. La diputada naranja exige en su misiva al presidente del Gobierno en funciones que «rectifique», «abandone el acuerdo con Podemos y las «negociaciones con los separatistas» y que «mire al centro y al constitucionalismo» buscando un pacto que sumaría 221 escaños en el Congreso de los Diputados.

En su opinión, los españoles viven «con estupor» las negociaciones de Sánchez con «líderes que acaban de ser condenados por sedición y malversación». «Hace sólo unas semanas usted mismo aseguró que ese Gobierno con populistas y apoyado en nacionalistas no dejaría dormir tranquilo al 95% de los españoles», le espeta. Una afirmación con la que se ha mostrado de acuerdo Arrimadas en su comparecencia.

Un Gobierno «entre constitucionalistas»

La dirigente de Ciudadanos ha añadido que España está «ante una oportunidad histórica» que los tres partidos tienen que aprovechar para que «por primera vez desde la transición» se negocie un Gobierno de España entre «partidos constitucionalistas» y no con los nacionalistas y separatistas.

Arrimadas no ha querido detallar si su propuesta pasa por apoyar un Gobierno en solitario del PSOE o por «otras fórmulas». En principio, la oferta de Ciudadanos sería apoyar a un Ejecutivo monocolor socialista, explican fuentes de este partido. Tampoco ha detallado cuál debería ser el sentido del voto del PP y de Cs para hacer presidente a Sánchez.

Lo cierto es que si el candidato del PSOE contara con los votos favorables de su partido (120) y de Cs (10), 130 en total, ni siquiera haría falta el apoyo del PP (89) y de Unión del Pueblo Navarro (dos). Con la abstención de los populares, Sánchez podría ser investido en segunda votación, ya que los votos en contra -si fueran todos los demás- sumarían 129 escaños y serían menos que los emitidos a favor (PSOE y Ciudadanos).

Distintos portavoces de Ciudadanos llevan 10 días pidiendo al líder del PSOE que mire hacia el centro y busque un pacto con el PP y con Cs en vez de negociar sólo con «populistas e independentistas». Eso sí, hasta ahora no han tenido ningún éxito. Sánchez no ha contemplado hasta el momento esta vía. Por su parte, el líder del PP tampoco ha hecho gestos en este sentido.

En su carta a Pedro Sánchez, Arrimadas le propone «una solución excepcional» que «ofrezca a España un horizonte de estabilidad» ante el actual «desafío separatista», el estancamiento de la economía y la paralización de las grandes reformas pendientes. Los tres partidos suman, continúa, «una mayoría sólida desde la que podemos construir un pacto constitucionalista».

Sólo una reunión con Arrimadas, dice Moncloa

Arrimadas pone el ejemplo de la Unión Europea, donde liberales, conservadores y socialdemócratas han alcanzado «un pacto moderado que permitirá reforzar el proyecto comunitario frente a los populistas y los nacionalistas que quieren destruirlo».

Ante esta situación, la diputada jerezana apuesta por garantizar la «estabilidad» con una serie de acuerdos entre socialistas, populares y naranjas, que «blinden» la democracia española «frente a quienes quieren acabar con ella, protejan a las familias de políticas populistas ante los nubarrones que se ciernen sobre la economía y el empleo y permitan superar este largo bloqueo institucional».

La diputada por Barcelona no se ha dirigido por escrito a Pablo Casado porque «es Sánchez el que tiene que moverse y rectificar, romper sus acuerdos y negociaciones y mirar hacia el centro», según ha explicado a los periodistas, a pesar de que el líder del PP no se ha mostrado hasta ahora partidario de este acuerdo entre constitucionalistas.

Fuentes de Moncloa han explicado a EL MUNDO que «no hay ningún problema» en que se produzca una reunión entre Pedro Sánchez y la dirigente de Ciudadanos, informa Marisol Hernández. Sin embargo, y en principio, el Gobierno contempla una reunión, pero sólo con Inés Arrimadas, no a tres, también con Pablo Casado.

Desde el Gobierno en funciones añaden que este encuentro podría celebrarse «en los próximos días», y siempre después de que «el presidente pueda cumplir con los importantes compromisos internacionales de esta semana», en referencia a la Cumbre del Clima o a la reunión de la OTAN que esta semana también se celebra en Bruselas.

Artículo en: https://www.elmundo.es/espana/elecciones-generales/2019/12/02/5de50252fdddff5f958b465c.html

LECCIONES CHILENAS

Artículo de Francisco José Contreras publicado en Actuall el pasado día 2

Nos negamos a aprender que el socialismo es opresión y miseria. Deberíamos preferir la abundancia desigual a la pobreza igualitaria. Y en Chile la pobreza absoluta ha pasado de un 50% a un 6% de la población en las últimas cuatro décadas.

La subida de las tarifas del metro de Santiago de Chile en 30 pesos (¡cuatro céntimos de euro!) fue la excusa –a partir del 18 de octubre- para el estallido de violencia de ultraizquierda que tiene contra las cuerdas al país más exitoso de Hispanoamérica. Un país que había conseguido un progreso formidable, no con el “socialismo del siglo XXI”, sino con políticas de libertad heredadas de la era Pinochet: pensiones de capitalización, participación del sector privado en la sanidad y la educación, impuestos bajos… Y he ahí la clave del asunto. El eje bolivariano, debilitado por la victoria de Bolsonaro en Brasil o la de Duque en Colombia –más la reciente caída de Evo Morales en Bolivia- necesitaba reaccionar. ¿Qué mejor reconstituyente que abatir al odiado modelo chileno, demostración histórica de la superioridad moral y funcional del libre mercado? “El neoliberalismo nació en Chile y morirá en Chile”, proclama el joven activista Víctor Chanfreau, de la estirpe de Rodrigo Lanza.

Solo desde este prisma cobra sentido la violencia irracional de las últimas semanas. Como el precio del metro había subido cuatro céntimos… quemaron más de 70 estaciones, dejando a la capital sin transporte público. Como protesta frente a la “pobreza” –en el país más próspero de Hispanoamérica- asaltaron comercios, saquearon supermercados, quemaron iglesias, destruyeron infraestructura urbana… Han sumido el futuro del país en la incertidumbre, sobre todo tras el anuncio de un proceso constituyente por el claudicante presidente Piñera, y ha comenzado la huida de inversión extranjera. Se han destruido ya miles de empleos. Lo pagarán precisamente los más pobres.

Los vándalos australes –entre ellos, más estudiantes pijo-progres que proletarios- encuentran la simpatía apenas disimulada de la mayor parte de la prensa occidental: “estallido de descontento”, “protesta contra la miseria”… Pero Chile tiene el PIB per cápita más alto del continente: 15.921 dólares (2018). Sí, es poco más que la mitad del español (28.000$, redondeando), pero la comparación que procede es con los otros países hispanoamericanos: los 9.800 de Brasil, los 5.600 de Colombia…; y, sobre todo, con los que han aplicado el socialismo bolivariano: los 3.400 de Venezuela, los 3.500 de Bolivia, los 2.000 de Nicaragua.

Ante la evidencia del fracaso universal del socialismo, la izquierda del siglo XXI –convertida en “el espíritu que siempre niega”: los lectores de Goethe saben cuál es- ha encontrado un nuevo filón de crítica anticapitalista en la denuncia de la desigualdad. En realidad, la desigualdad va asociada al crecimiento –viceversa, solo reinó perfecta igualdad en la horda paleolítica, toda ella al borde de la inanición- y resulta moralmente inobjetable si es producto del emprendimiento legítimo y de los diversos niveles de esfuerzo, suerte y capacidad. Deberíamos preferir la abundancia desigual a la pobreza igualitaria. Y en Chile la pobreza absoluta ha pasado de un 50% a un 6% de la población en las últimas cuatro décadas.

Pero es que, además, Chile no es el país más desigual de Hispanoamérica, como explicó Axel Kaiser en este diálogo con Diego Sánchez de la Cruz: se encuentra en la zona templada y, de hecho, ha mejorado su coeficiente Gini en los últimos quince años, pasando de un 0,54 a 0,48. Un estudio del Banco Mundial (2018) clasificó a Chile como el sexto país del mundo en que más había progresado el 40% más pobre de la población en la última década. Otro del Crédit Suisse indica que la desigualdad entre el 10% más rico y el 10% más pobre es allí la misma que en Suiza, e inferior a la de Dinamarca. Chile tiene el “índice de desarrollo humano” más alto de Hispanoamérica, según el PNUD (Naciones Unidas). La esperanza media de vida (80,32 años) es la segunda más alta de la región, tras Costa Rica.

Chile heredó del régimen de Pinochet un sistema educativo muy descentralizado, en el que los municipios ejercían importantes competencias y el sector privado tiene una participación mayor que en otros países; un sistema detestado por la izquierda internacional, que de hecho fue ya reformado a fondo por Michelle Bachelet. Lástima, porque los resultados eran, de nuevo, los mejores de Hispanoamérica. En 2016, Chile tenía la tasa de escolarización en educación superior más alta del continente, equiparable a la de países como Australia, y era la nación con mejor cobertura educativa del quintil más pobre de la población. Chile es el país hispanoamericano con mejores resultados en el informe PISA sobre calidad de la educación.

No bastó la tragedia de los rusos, los polacos y húngaros, los camboyanos, los cubanos, venezolanos y nicaragüenses…: millenials adanistas piensan que esta vez saldrá bien, porque esta vez dirigirán ellos el experimento

Y Chile se había convertido en una referencia mundial con su sistema de pensiones de capitalización: los chilenos están obligados por ley a invertir al menos el 10% de sus ingresos en fondos de pensiones; los españoles pagamos un promedio del 30% a nuestro sistema público. Los chilenos son propietarios de su inversión; las contribuciones de los españoles, en cambio, se usan para sostener las pensiones de los jubilados actuales: lo único que poseemos es la promesa del Estado de que, cuando nos jubilemos, extraerá a su vez cotizaciones de los españoles entonces en activo. El problema es que, con una natalidad de 1.,25 hijos/mujer, en España no habrá suficientes cotizantes jóvenes, lo cual aboca al sistema “de reparto” a la quiebra, o al menos a una reducción drástica del monto de las pensiones (de hecho, nuestro modelo tiene ya un déficit de 65.000 millones de euros, tras haber consumido en pocos años el Fondo de Reserva). El sistema chileno, en cambio, es sostenible por definición, e independiente de las circunstancias demográficas.

¿Cómo es posible que, con todos estos logros en su haber, el “modelo chileno” se tambalee ahora por los envites de los incendiarios? Agustín Laje y Vanessa Vallejo lo han explicado muy bien: el centro-derecha chileno “está pagando muy caro no haber entendido la cultura como campo de combate y la política como algo más que un gráfico de barras”. La derecha hispanoamericana –como el PP en España, como toda la derecha establecida- pensó que la mejora de los indicadores económicos hablaría por sí misma (“lluvia fina”, lo llamaba Aznar) y que no era necesario plantarle cara a la izquierda en el terreno cultural (“la economía lo es todo”, dijo Rajoy). Los resultados están a la vista: media juventud chilena convencida de que vive en un infierno capitalista, y que la solución para la pobreza pasa, no por la libre empresa, sino por la redistribución, el ordeño de los ricos y el “gasto social”. Lo mismo que aplicó Chávez en Venezuela y propone Pablo Iglesias en España.

País tras país, generación tras generación, la humanidad se niega a aprender que el socialismo es opresión y miseria. No bastó la tragedia de los rusos, los polacos y húngaros, los camboyanos, los cubanos, venezolanos y nicaragüenses…: millenials adanistas piensan que esta vez saldrá bien, porque esta vez dirigirán ellos el experimento. Entregando la cultura a la izquierda –es significativo que uno de los epicentros de las protestas chilenas sea el Instituto Nacional, el que solía ser el mejor colegio del país, tomado desde hace años por profesores marxistas- la derecha se pone la soga al cuello y hace peligrar la sostenibilidad de los países.

Está surgiendo una nueva derecha que ha tomado conciencia de esto y da la réplica intelectual a la izquierda en todos los terrenos (también en el de los valores, la vida y la familia, la inmigración, la soberanía nacional…): es esa “ultraderecha” contra la que le alertan en las televisiones (en Chile, el Partido Republicano de José Antonio Kast; en España, Vox). La cuestión es si llegará al poder a tiempo de evitar el colapso.

Artículo en; https://www.actuall.com/democracia/lecciones-chilenas-por-francisco-jose-contreras/

ABORTO: LA SANGRIENTA “BOMBA DE HUMO” QUE MARCA LA TRANSICIÓN POLÍTICA EN ARGENTINA

Artículo de Nicolás de Cárdenas publicado en Actuall el pasado día 2

Mientras el exministro Rubinstein ha tratado de ampliar la despenalización del aborto por la puerta de atrás, el nuevo Gobierno se plantea lanzar una nueva ley. El escaso margen provida en el Senado tras las elecciones deja abierta la posibilidad a la aprobación de una nueva ley del aborto en 2020.

El aborto ha dividido a la sociedad Argentina.

A pocos días de que Alberto Fernández asuma la presidencia de Argentina, el debate del aborto está marcando la transición entre la corta etapa liderada por Mauricio Macri (único presidente que no logró la reelección para un segundo mandato) y la vuelta del peronismo.

Dimes y diretes, promesas del presidente electo sobre acometer la despenalización cuanto antes, movimientos en el sector más abortista del Gobierno Macri que han acabado en dimisiones, cálculos sobre los escaños verdes o azules en el Congreso y el Senado…

Lo que está claro es que, más allá de los problemas económicos y sociales en Argentina, la cuestión sobre el aborto marcó un hito -que aun hoy tiene sus ecos- cuando fue derrotada la propuesta legal para la despenalización durante la legislatura que ahora concluye y no parece que vaya a ser un asunto baladí en la que comenzará el próximo 10 de diciembre.

La promesa rota de Macri

“Traer un niño a este mundo es una de las cosas más bonitas que le puede pasar a una pareja, una persona es la expresión más bonita de amor que hay, siempre me quedo del lado de la defensa de la vida”.

No son palabras del líder de un grupo provida, ni de un padre orgulloso de su familia. Las pronunció el presidente saliente Mauricio Macri en agosto de 2016 durante la campaña electoral que le llevaría finalmente a residir en la Casa Rosada. Campaña en la que, además, aseguró de forma nítida que no aprobaría una ley despenalizadora del aborto en Argentina.

Sin embargo, el 14 de junio de 2018, una vez que el Congreso aprobó por un estrecho margen (129 a favor, 125 en contra, 1 abstención) la ley que pretendía el aborto libre a petición durante las 14  primeras semanas de vida intrauterina, el Gabinete de Macri se apresuró a asegurar que el presidente no ejercería el veto si la ley lograba el sí del Senado. No faltaron las sospechas sobre las maniobras del propio Macri para torcer voluntades y forzar la victoria del aborto en el Congreso.

Una victoria histórica: La ola celeste

El 9 de agosto de 2018, tras un debate intenso, el Senado no dió su apoyo a la pretendida ley de aborto libre en Argentina. El margen, estrecho: 38 votos en contra y 31 a favor. Se salvó in extremis el ansiado trofeo de la Campaña por el Aborto Legal Seguro y Gratuito que inició sus trabajos en el año 2006 y que estuvo a punto de lograr sus objetivos en 2018.

La victoria provida tiene un protagonista claro: la Ola Celeste. En contraposición a los pañuelos verdes de los grupos feministas radicales partidarios del aborto, la sociedad civil argentina, junto a diferentes denominaciones cristianas, armó un movimiento transversal identificado con las pañoletas azul celeste y el lema “Por las dos vidas” que logró sacar a millones de personas a la calle en varias ocasiones antes de las votaciones en el Congreso y el Senado.

Pañuelos que identifican la ‘Ola celeste’ por la vida y la familia que se extiende por Hispanoamérica.

Muy en especial de la del Senado. Tan solo cuatro días antes se realizaron cerca de 300 manifestaciones en toda la nación, para un total de unos 5 millones de personas movilizadas. Además, las embajadas argentinas en al menos 15 países hispánicos recibieron la ‘Declaración Latinoamericana en Apoyo y Solidaridad con la Lucha del Pueblo Argentino por las Dos Vidas’.

Los partidarios de proteger las dos vidas, la de la madre y la de su hijo, inauguraron así un movimiento que se ha extendido por toda la América hispana, donde el pañuelo celeste ya identifica a casi todos los movimientos provida de la región y el resultado de la votación en el Senado se sintió como una victoria continental.

El caso Rodríguez Lastra

El pasado 4 de octubre, a menos de un mes de celebrarse las elecciones en Argentina, el médico Leandro Rodríguez Lastra fue condenado a un año y dos meses de prisión y y dos años y cuatro meses de inhabilitación por evitar un aborto en el año 2017 y salvar la vida tanto de la madre (una menor adolescente) como de su hijo, que en aquel momento tenía 23 semanas de vida prenatal. El fallo establecía así la sanción tras ser declarado culpable en el mes de mayo.

El caso de Rodríguez Lastra mediatizó la opinión pública y publicada en Argentina durante meses y sirvió de polo de atracción mediática tanto a los partidarios del aborto como a los defensores de proteger la vida humana.

En conversación con Actuall, Rodríguez Lastra reconoce que su situación judicial no es la mejor, dado que se ha negado la recusación interpuesta contra una de las magistradas que forman parte del Tribunal de Impugnación ante el que ha llevado su condena.

«Esta recusación estaba fundada en las manifestaciones públicas de la doctora, que siempre apoyó el aborto», explica el doctor Rodríguez, al tiempo se se muestra esperanzado en «poder revertir esta situación» en la que se encuentra.

Elecciones y resultado en las cámaras

El pasado 27 de octubre los argentinos fueron convocados a elecciones en las que además de elegir presidente y vicepresidente, se renovaron 130 diputados nacionales y 24 senadores nacionales. La coalición ‘Frente de Todos’ liderada por Alberto Fernández, que llevaba a Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidenta, obtuvo el 48,24% de votos favorables.

Respecto a la composición de las cámaras, cabe decir que las cuentas sobre cuántos diputados y senadores podrían apoyar o rechazar una nueva ley de aborto son complejas, por cuanto se ha renovado la mitad del Congreso y un tercio del Senado.

La iniciativa Votá 2 Vidas sostiene que el proyecto prometido por Alberto Fernández podría tener dificultades para ser aprobado en el Senado, aunque por muy poco margen. Según sus cálculos, En el Congreso habría una mayoría favorable a la liberalización del aborto (138 frente a 112 defensores de la vida humana), si bien calcula que hay al menos 7 diputados que, o se muestras indecisos o sobre los que no hay datos para desvelar su postura en esta materia.

En el Senado, por contra, se habría mantenido una mayoría pro vida de 38 frente a 33, con el concurso de una sola senadora indecisa, Lucila Crexell, que ya se abstuvo en la votación histórica de agosto de 2018.

Agustín Laje: «Trastocar el Senado y las posiciones relativas en estos temas serán solamente una cuestión de lucha política que yo supongo que pinta bastante mal para el sector provida»

Para el rotativo argentino La Nueva Provincia las horquillas de diputados y senadores a favor y en contra del aborto son más amplias. Así, en el Congreso, entre 108 y 115 estarían a favor de legalizar el aborto y alrededor de un centenar (entre 100 y 105 de un total de 257) defendería la vida humana antes del nacimiento.

A su juicio, los indecisos serían 40 en el Congreso, lo que dejaría abierta la posibilidad de que la intentona abortista en el Congreso obtuviera de nuevo la llamada «media sanción».

Sin embargo, en el Senado, de los 72 escaños, 36 estarían en contra de la ley del aborto y 32 o 33 a favor, con lo que amplía la posibilidad de indefinidos a entre tres y cuatro senadores.

El riesgo de los indecisos

Consultado por Actuall, el politólogo Argentino Agustín Laje expone que pese a la aparente mayoría del Senado, «eso se cambia muy fácilmente» porque «los políticos son simplemente eso, políticos y se manejan a partir de una serie de intereses que exceden por mucho las consideraciones morales».

En términos generales, continua su argumentación, «la política no es el reino de lo moral, si no que es el reino del poder. Entonces, a donde apunte el poder, allí en términos generales los políticos apuntarán».

Así, «trastocar el Senado y las posiciones relativas en estos temas serán solamente una cuestión de lucha política que yo supongo que pinta bastante mal para el sector provida», señala Laje, que refuerza su postura con una apuesta: «Creo que el aborto se legalizará en Argentina» en esta legislatura.

Esta tesis se refuerza sabiendo que, en el caso de que estos posibles manejos sólo alcanzaran para un empate entre celestes y verdes, el nuevo Gobierno peronista contaría con el voto de calidad de la presidenta del Senado, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que votó a favor de la despenalización del aborto el pasado año.

Una cortina de humo

Por otro lado, Laje argumenta que la izquierda «necesitará de buenas bombas de humo, buenas pantallas para distraer la opinión pública, hacer que la gente discuta otros temas distintos de los económicos y esa es la función que va a tener el aborto».

De opinión parecida es Rodríguez Lastra. El doctor considera que aunque la decisión sobre impulsar la ley del aborto por parte de Fernández «es muy difícil de predecir» porque, a su juicio, «darán prioridad a cuestiones más relevantes en el marco social y económico».

Pese a esto, añade, «sabemos que ante la necesidad de distraer la atención de la opinión pública, pueden volver a tratar el tema del aborto».

El movimiento Rubinstein

La penúltima escena de la polémica sobre el aborto antes del relevo en la Casa Rosada, ha terminado con la dimisión del ministro (secretario) de Sanidad Adolfo Rubinstein y la directora del área de Salud sexual y Reproductiva del Gobierno de Macri, después de que se aprobara de manera inesperada una actualización del protocolo de aborto no punible que prácticamente liberalizaba su práctica.

El caso fue tan discutido, que el mismo Macri -que ha jugado con su postura sobre el aborto desde la campaña electoral previa a su elección- derogó por decreto la actualización.

Los vínculos de Rubisntein con la industria del aborto, incluida la internacional Planed Parenthood o con la organización Open Society del magnate George Soros son conocidos desde antaño, por lo que se explica un movimiento tan arriesgado a menos de dos semanas del relevo gubernamental.

Estas son las piezas del puzzle. El próximo día 10 entra el nuevo Gobierno en Argentina y en marzo, quedará habilitado el plazo para presentar una nueva ley de aborto.

Artículo en : https://www.actuall.com/democracia/aborto-la-sangrienta-cortina-de-humo-que-marca-la-transicion-politica-en-argentina/

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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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