La tecnología al servicio del crimen organizado

Por Javier Pardo de Santayana

(Imagen aérea del narcosubmarino capturado en Pontevedra. Foto en El Confidencial )

Mira que estamos acostumbrados a las noticias más raras e inimaginables… Pues acabamos de rizar el rizo con una procedente de la costa gallega, donde según nos cuentan ha recalado nada menos que una especie de “narcosubmarino”.

En efecto, un artilugio sumergible se hundía en un pequeño puerto del norte de España para caer en manos de nuestra policía juntamente con dos de sus tres tripulantes, de origen hispanoamericano éstos según dicen. También se nos informa de que un tercero logró escaparse a nado y se halla ahora en un lugar desconocido.

Es, según nos informan, el primer caso se un artefacto semejante, es decir, que jamás se había visto cosa parecida en los muchos años de persecución del narcotráfico, así que todos los medios de comunicación acuden a los expertos de la Armada, quienes en general ponen en duda que un sumergible tan pequeño – considerablemente menor que cualquier otro conocido – haya podido atravesar en inmersión el ancho océano. Así que por el momento – ya veremos lo que se podrá saber más adelante – no se descarta la posibilidad de que otro barco de mayor tamaño lo trasladara hasta las proximidades de la costa donde su carga sería recogida.

Por el momento se trata todavía de un misterio que habrá que resolver. Lo que sí parece hasta ahora claro es que el negocio de la droga ha alcanzado unas proporciones tales que ha movido a sus autores a invertir una fortuna en evitar la intervención de las instituciones nacionales e internacionales. Y es que la carga del citado sumergible – entre tres y cuatro toneladas – era una cifra tan impresionante que justificaría con creces el  millón de euros del coste de fabricación del submarino.

Luego todo se irá sabiendo y precisando, y no habrá que esperar mucho para conocer todos los detalles de este asombroso caso criminal. Mas la noticia de cómo pudo pasar inadvertida la fabricación de un submarino que se supone trasatlántico, o el grado de preparación de quienes en él viajaban, o la pregunta de quién mueve los hilos, o el ver si se captura al tercer tripulante del ingenio y tantos y tantos detalles interesantes y curiosos como se espera conocer, no debieran alcanzan para los españoles el interés de algo que ya sabemos pero que este suceso viene de tan curiosa forma a recordarnos: que estamos conviviendo con un problema escandaloso cuya evidencia es ahora ocultada por la curiosidad que nos ofrecen determinados detalles novedosos. Me refiero al hecho de que vivimos en una sociedad hasta tal punto invadida por la droga que el negocio que ésta engendra alcanza unos niveles de organización y de dinero que compiten con los generados por las grandes empresas y los mismos gobiernos nacionales.

Recojo un dato impresionante: 30.000 millones de euros es la cifra que resume el nivel del negocio generado anualmente por la droga, lo cual nos suena a algo ya casi apocalíptico sin necesidad de ser expertos en economía. Y parece mentira que la sola lectura de estos números no nos haga abordar este problema en su realidad y circunstancia como uno de los más importantes para la humanidad entera, ya que detrás de tan impresionante cifra están las vidas de millones de familias desgraciadas y jóvenes sin rumbo: de almas desorientadas y perdidas. Y de una sociedad que convive con una vergüenza de extraordinarias dimensiones sin concederla la importancia que merece. Mucho se habla, naturalmente, de la responsabilidad que todos compartimos en cuanto a la erradicación de la pobreza, como también de los esfuerzos que deben realizar gobiernos y organizaciones internacionales para acabar con ella o por lo menos reducirla a unos valores mínimos. Como también se considera relevante superar las dificultades con las que se tropieza a la hora de conseguir los medios necesarios. Pues bien, imaginen lo que supondría la inyección anual a las instituciones que se esfuerzan en superar tales situaciones de de esos 30.000 millones que anualmente no sólo no ayudan actualmente a conseguirlo, sino que, por el contrario,  sirven para producir la ruina física y moral de muchos millones de personas y la desgracia de millones de familias.

No estamos, pues, hablando de una simple moda social, sino de una auténtica plaga destructiva de cuerpos y de almas que es manejada por criminales expertos que se sitúan ya, tal como estamos viendo, incluso al nivel de los gobiernos y de las altas instituciones internacionales a las que se equiparan, no sólo en cuanto al grado de organización y al manejo de fondos económicos, sino también en lo que son lo medios tecnológicos.

Todo ello sin que las medidas represivas que hasta hoy se vienen aplicando resulten efectivas para contener definitivamente este sórdido fenómeno de transacciones comerciales – es decir, de compra y venta de la integridad de las conciencias de nuestros semejantes – que se produce impunemente a la vista de todos los gobiernos.

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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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