Cada día tiene su ridículo

Por Javier Pardo de Santayana 

( Greta Thunberg en la Cumbre del Clima de Madrid)

Me despierto con la radio y aún metido entre las sábanas tengo la impresión de pertenecer a un mundo distinto de aquel en el que vivía no hace mucho: un mundo del que desertó la lógica. Se diría que en cosa de unos pocos años desapareció de nuestro propio ambiente aquella cultura que subrayaba nuestra condición de seres inteligentes. Además voy adquiriendo la impresión de que la gente formada y responsable podría haber desertado de la intención de imponer el buen sentido para dedicarse a lo suyo simplemente, como diciendo que no encuentran remedio y que para vivir en la normalidad tendremos que esperar a que todo se vaya al traste ya definitivamente.

Hoy es el Día de la Constitución, y por lo visto aquí en España ya se apagaron los entusiasmos y el reconocimiento de lo bien que hemos vivido estando ella. Pero nadie ofrece alternativa alguna que no sea la ruptura y el desorden de unos modelos desacreditados que huelen a rancio y a desastre. Basta con ver la pinta de los flautistas que hoy pisan las moquetas. Incluso a uno de ellos le llaman el Rufián y desde luego que hace honores a su nombre.

Esta tarde tendremos un gran acto con sabor apocalíptico que nos alertará sobre el final del mundo. Sí, no exagero. Se trata de ponerse serios y tomar algunas decisiones para el futuro de nuestro planeta, lo que estaría bien si la cosa no se hallara ya contaminada por las presencias y las no presencias. Y éstas son – agárrense ustedes a la brocha – las de los países clave para frenar las amenazas detectadas.

Ahí es nada. Pero usted no se preocupe demasiado, porque contamos, en cambio, con la Niña.

La Niña, sí, de carne y hueso, es una niña de verdad ya convertida en símbolo de un futuro nada menos que en riesgo de autodestrucción. Y ahí tienen ustedes a todos como bobos, pendientes de lo que hace y de lo que no hace una adolescente convertida en símbolo de la salvación de nuestra Humanidad suicida, cosa que ella debe vivir intensamente, porque incluso llora.

Pero la Niña tiene, naturalmente, un padre, que supongo algo habrá influido en el comportamiento de su hija, puesto que no se esconde y sale con frecuencia en las fotografías. Se trata de un padre al que supongo consciente de que condenó a su hija a no ser como sus compañeras de colegio, pues se verá obligada a renunciar a sus deberes de formación y estudio, pero no sólo a esto, ya que de ahora en adelante – es decir, de por vida – no podrá utilizar aquellos fantásticos avances que el ser humano consiguió crear en beneficio de la gente. No podrá hacer uso de ellos, digo, sin hundirse de lleno en el oprobio, ya que difícilmente los encontrará que no produzcan algunos humos, o basuras, o cualquier otro resido inconveniente. Y tendrá que renunciar a desplazarse en avión y a viajar en coche a no ser que éste sea de los eléctricos, en los que cualquier día podrá encontrar nuevos motivos de rechazo.

Para explicarlo bastará decirles que para participar en la gran marcha la Niña tuvo que soportar estoicamente una navegación a vela en la que supongo arrojaría al mar hasta el estómago, y que al llegar a la costa portuguesa hubo de resignarse a hacer un largo viaje en tren con diecisiete incómodas paradas. Esto después de rechazar el ofrecimiento de un  humilde asno que hicieron a la Niña desde España…

Mas para no quedarme con esta preocupación por el futuro que sin duda espera a esta desgraciada adolescente, cambiaré de tema para ofrecerles otra joya de la presente actualidad doliente. Se trata de algo que da vergüenza ajena como otras de las muchas cosas que hoy suceden.

Si ya estaban ustedes hasta el gorro de los ”unidas podemos” y de los ”miembros y las miembras» con que nos retuercen las meninges, he aquí que esta misma mañana  comunican otra noticia no menos llamativa. Se trata de que en las islas Baleares los insignes políticos locales han decidido perfeccionar la prestigiosa lengua de Cervantes suprimiendo – o más bien modificando – algunas expresiones habituales en beneficio de la corrección política. Se trataría de no utilizar de ahora en adelante aquellas expresiones en las que utilizamos la palabra “negro“. Así suprimirían frases hechas tan inocentes como “estoy negro” o “lo veo todo negro”, o cual quier otra cosa parecida. Nos dicen que prohibirían hasta recetas y productos de cocina tan inofensivos como el “arroz negro” o el ”ajo negro”, tan humildes. Y ya de paso, también, aunque no se refiera al color negro, el “brazo de gitano”, que hasta da risa decirlo pero es cierto.

Y lo hacen – pobres analfabetos que cobran del Estado – para “no herir sensibilidades”, mas sin tener en cuenta que lo que revelan es el problema que tienen en sus mentes y lo mal que asimilaron la gramática, pues en lugar de tomar el adjetivo como referente de un color como cualquier otro del espectro, lo atribuyen sistemáticamente a un sustantivo representativo de una raza.

En fin, una vez más ahí tienen la ignorancia.

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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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