Los lunes, revista de prensa y red

“El bichito”, de Pablo Molina, “La peste”, de Antonio Burgos, y “Piden a la Junta de Castilla y León un gesto «valiente» y que implante el pin parental”, de Actuall

 

(Viñeta de  Tomás Serrano en El Español el pasado día 11)

EL BICHITO

Artículo de Pablo Molina publicado en Libertad Digital el pasado día 11

Sacar a las huestes a las calles para atacar a la oposición es típico las dictaduras, pero hacerlo en medio de una crisis sanitaria debería tener consecuencias definitivas.

En los primeros meses de 1981 comenzaron a producirse hospitalizaciones masivas de personas con una extraña dolencia pulmonar que no remitía tras el tratamiento con antibióticos. Las autoridades se tomaron muy en serio esa epidemia y realizaron numerosos estudios para descubrir el origen del contagio, pero la existencia de varios muertos por la rara enfermedad les obligó a salir en televisión para calmar a la población, que ya había comenzado a sacrificar animales domésticos ante la sospecha de que podrían estar causando el contagio. El ministro de Sanidad tomó cartas en el asunto y caracterizó al responsable de la infección de una manera tan gráfica que ya ha pasado a la Historia: «Es un bichito tan pequeño que si se cae de esta mesa al suelo se mata». Y España durmió tranquila esa noche.

Cuarenta años después, el presidente del Gobierno está gestionando la crisis del coronavirus de una manera muy similar a como se gestionó entonces la del aceite de colza. Pero lo que entonces tenía disculpa por la escasez de medios para luchar contra una epidemia desconocida, a estas alturas del siglo siguiente es una irresponsabilidad demasiado gorda incluso para la banda de Sánchez, la harca de inútiles más desastrosa que jamás se ha sentado en un Consejo de Ministros.

Mientras el mundo civilizado ponía en marcha todo tipo de medidas restrictivas para evitar los contagios masivos, la banda de Sánchez convocaba manifestaciones en toda España en contra del capitalismo. Es decir, de la derecha. O sea, del PP, de Vox y de Ciudadanos (esto último, sin ánimo de ofender). Sacar a las huestes a las calles para atacar a la oposición es el rasgo típico de todas las dictaduras, pero hacerlo en medio de una crisis sanitaria sin precedentes es de un atrevimiento que debería tener consecuencias definitivas si se demuestra que los contagios se multiplicaron por las batucadas feminazis.

Los mismos que ponían el grito en el infierno cuando Rajoy repatrió a un misionero infectado de Ébola ahora piden calma y sentido de Estado porque no se debe utilizar políticamente una crisis de esta magnitud. Pero es que la indignidad de estos individuos no tiene un límite conocido, de manera que estamos a esto de que comparezcan Iglesias y Calvo en La Sexta a denunciar que el bichito del coronavirus ha sido fabricado por el IBEX 35 y culpar de su expansión a los recortes del PP.

Artículo en: https://www.libertaddigital.com/opinion/pablo-molina/el-bichito-colza-pedro-sanchez-coronavirus-90195/

LA PESTE

Artículo de Antonio Burgos publicado en ABC de Sevilla el pasado día 11

Habíamos leído en Ortega y visto en las películas de Ingman Berngman lo que había sido el terror del milenio al llegar al año 1.000. Nos creíamos que esta vez todo se iba a quedar en el miedo a que hubiera un fallo mundial en los sistemas informáticos con el famoso «Efecto 2.000» de los ordenadores. Que el terror del milenio iba a ser sólo aquello. Estábamos bastante confundidos. Esta vez no se iba a tratar del simple terror del milenio de los disciplinantes de Bergman o las observaciones de Ortega sobre su influencia en la Europa de la Edad Media. Iba a ser más largo, más hondo, más preocupante, con una inusitada caída económica mundial. En el 2.000 no sabíamos que en vez de terror del milenio íbamos a comenzar el milenio del terror. La de desgracias que se han sucedido (hoy siete mas que ayer, pero ocho menos que mañana), desde que paso de rosetas el temido «Efecto 2.000″…

Sin ánimo de ser exhaustivo en el balance de este milenio de terrores tuvimos el atentado de las Torres Gemelas, el surgimiento del terrorismo yijadista de Al Qaeda como amenaza contra el mundo occidental, con matanzas en París y en los lugares más confiados en la nueva sociedad de la que tan orgullosos estábamos. Padecimos la crisis de las vacas locas, la gripe A, el ébola. Por no hablar del trágico 11-M en España y su secuela de muertos, que superó a todas las que habíamos sufrido en el milenio anterior durante los años de plomo de los asesinatos de la banda terrorista ETA. Por no hablar de crisis económica, de problemas de migración de una magnitud hasta entonces no vista ni pensada. Piense un horror, podíamos decir, que ha ocurrido después del año 2.000, en este, repito, Milenio del Terror. O que ese horror está a punto de llegar.

Tan antiguos son todos estos males, tan de la propia naturaleza de la Humanidad todos estos miedos, que igual que la realidad imita al arte, parece salido de la serie «La peste» de Alberto Rodríguez y Rafael Cobas este terror actual del presente milenio con el coronavirus, que ha superado a todo lo anterior, porque muchos de los casos citados no han paralizado la economía mundial y la presente pandemia parece que está ya produciendo un «crack» mucho peor que la crisis econòmoica de 2008, otro terror, junto con el paro, de este milenio maldito. «La peste» está ambientada en la epidemia de Sevilla en 1649, que diezmó a la población y produjo escenas terribles de carros cargados de cadáveres saliendo del Hospital de las Cinco Llagas camino de los carneros de las fosas comunes. Pero es que pones el telediario, y por las aterradoras cifras citadas, pese a la lejanía de unos países afectados a otros, te parece que has vuelto por lo menos a 1649. ¿Y saben lo que más miedo me da de este terror del coronavirus? Que la Organización Mundial de la Salud no haya conseguido imponer su nombre científico de «Covid-19». Si la OMS no es capaz ni de poner el verdadero nombre a las cosas, ¿cómo será todo lo demás?

Todo eso por no pensar que un servidor fuese milanés y me afectara algo hasta ahora inusual: el cierre de regiones enteras para preservarlas de la peste. Sí, esto es como «La Peste», pero sin más TV que el horror de cada telediario. A mí me da tanto miedo como el coronavirus que un día de estos venga por el barrio un coche policial con un megáfono y diga que nos quedemos todos encerrados en casa, en un virtual arresto domiciliario, confinados contra el contagio, rodeados por las fuerzas del orden para que nadie pueda salir. ¿Cómo vamos a ir a comprar el pan? ¿Y si estamos con la nevera tan vacía como siempe? Mejor no pensarlo. Ya no nos queda ni sacar al milagroso Cristo de San Agustín, como en la peste de 1649, porque esa concentración devota también estará prohibida, por el riesgo de contagio. Y lo que más se contagia de todo: este miedo que tenemos. Y que levante la mano el que lo tenga.

Artículo en: http://www.antonioburgos.com/abc/2020/03/re031120.html

PIDEN A LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN UN GESTO «VALIENTE» Y QUE IMPLANTE EL PIN PARENTAL

Artículo de Actuall publicado en su web el pasado día 5

HazteOir.org considera una «ofensiva de un sindicato de izquierda» contra las familias la campaña contra el PIN Parental de CC.OO. El PIN Parental «es un dique de contención frente a los grupos y personas ajenas a los centros educativos que imparten charlas sin haber informado previamente a los padres».

HazteOir.org ha puesto en marcha un teléfono informativo sobre el PIN Parental. /HO

La portavoz de HazteOir.org, Teresa García-Noblejas, ha pedido a la Junta de Castilla y León que haga un gesto «contundente y valiente» de apoyo al derecho fundamental de los padres a utilizar el PIN parental «para defender a sus hijos de los ideólogos de género y activistas LGTBI que se cuelan en las aulas sin su conocimiento ni consentimiento».

HazteOir.org se ha expresado así tras la campaña anunciada este miércoles por la Federación de Enseñanza de CCOO en Castilla y León en contra del «veto parental», lo que considera una «ofensiva de un sindicato de izquierda» contra las familias castellanoleonesas.

A su juicio, esta «ofensiva» demuestra que en los centros de la Comunidad «se adoctrina y que hay padres que están plantando cara, presentando el PIN parental y consiguiendo que a sus hijos se les saque de clase y permanezcan en el centro realizando otra actividad o estudiando en compañía de un profesor».

En esta línea, ha aclarado que el PIN no cuestiona la labor de los docentes (cuya cualificación pedagógica, conocimiento de la materia e identidad conocen los padres desde el inicio del curso escolar) ni de los directivos de centro, sino que «es un dique de contención frente a los grupos y personas ajenas a los centros educativos que imparten charlas o realizan actividades con los menores sin haber informado previamente a los padres».

Así, ha señalado que hay preguntas «muy razonables» que cualquier familia se hace y tiene derecho a respuesta como quiénes son los que imparten esas charlas, a qué organizaciones pertenecen, qué materiales didácticos van a utilizar o de qué van a hablar a sus hijos.

«Eso y no otra cosa es el PIN Parental. Resulta incomprensible que en pleno siglo XXI haya organizaciones que cuestionen el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus valores. Sólo desde el sectarismo ideológico se puede entender que alguien esté contra la libertad para educar», ha añadido la organización.

Finalmente, ha incidido que la Agencia de Protección de Datos ha desestimado la denuncia del sindicato Comisiones Obreras contra la organización HazteOir.org por difundir el PIN Parental a 23.000 centros educativos de toda España, entre ellos unos 8.000 de Castilla y León.

Artículo en: https://www.actuall.com/educacion/hazteoir-org-pide-a-la-junta-un-gesto-contundente-y-valiente-e-implante-el-pin-parental/

 

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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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