Los lunes, revista de prensa y red

“El sanchismo-podemismo o el comunismo epiléptico”, de Federico Jiménez Losantos, “Colgar los balcones”, de Antonio Burgos, y “Las familias numerosas, ante el coronavirus: «El Gobierno no tiene en cuenta nuestra realidad»”, de Ana Fuentes

( Viñeta de Idígoras en Sur el pasado 31 de marzo)

EL SANCHISMO-PODEMISMO O EL COMUNISMO EPILÉPTICO

Artículo de Federico Jiménez Losantos publicado en Libertad Digital el pasado día 29 de marzo

Esta crisis es una oportunidad de acabar con el totalitarismo comunista en ciernes, antes de que él acabe con nosotros. El viernes 27 de marzo de 2020 demostró la deriva abiertamente comunista del gobierno Sánchez-Iglesias, en rigor, Iglesias-Sánchez. La ministra de Empleo Yolanda Díaz, comunista, anunció un decreto-ley, con fecha del mismo día, que prohíbe a todas las empresas el despido, anunciaba una minuciosa revisión de todos los ERTE (Expedientes de Regulación de Empleo Temporal) y, para añadir oprobio al atraco, advirtió, con su carita de vinagre, al empresariado que debía dar pruebas de «sensibilidad social».

Pero después de que Podemos se jactara y hagstara todo el viernes de su #ProhibidoDespedir, paso de gigante hacia la bolivarianización de la economía, el sábado por la mañana llegó al BOE en letra pequeña una pequeña rectificación: no se prohíbe despedir, sólo se encarece aún más: 33 días y sometidos al juez. O sea, que como las empresas cerraban por ruina, sin que les rebajaran ni un euro de impuestos, ahora cerrarán más deprisa. La arbitrariedad y la comunistización son idénticas: leninismo de 1917 o de la NEP, pero leninismo al fin. ¿Qué pasó en una noche para que ese alarde de expropiación de todas las empresas mitigara su letra, que no su música?

La crisis como posibilidad totalitaria

Pasó que los empresarios, algunos medios y los incansables Ayuso y Almeida, por una vez respaldados por el PP, dijeron que eso equivalía a cerrar empresas y crear más paro, una forma de señalar a los culpables de la ruina que ya tenemos encima. Y los tecnócratas monclovitas matizaron la furia bolchevique, aunque sólo en la cantidad, no en su calidad totalitaria.

Pero lo fundamental es entender que tenemos una política comunista epiléptica, un Gobierno que cambia cada día, sin un minuto de explicación ni un segundo de disculpas. Murcia pidió y el Gobierno rechazó la semana pasada lo que ayer anunció Sánchez: el paro de todos los sectores llamados no esenciales. O sea, todos. Hay argumentos, sin duda, pero el Gobierno no los da. La razón es que los tiene de dos clases: unos quieren aprovechar la crisis para ir hacia el modelo de Venezuela y otros se quedarían en México.

Queda prohibido el contrato

Conviene aclarar los conceptos básicos de economía y política que están en juego. Hasta ahora, el decreto-ley del Estado de Alarma suponía, como ya explicamos aquí, la atribución al gobierno de la capacidad legal para expropiar cuanto quisiera para atender la pandemia del coronavirus. Una atribución despótica en el artículo 13/c que la Oposición no discutió.

Pero aquello era aún un estado de posibilidad. La prohibición, luego encarecimiento, del despido nos coloca en un estado de realidad penal. La ley priva a las empresas y a los trabajadores la capacidad de despedir y de contratar. Proscribe así el mercado y la empresa, que se basan justo en eso.

Conviene leer Los enemigos del comercio de Escohotado para ver cómo, en toda la Historia, prohibir la libertad de contrato entre empleador y empleado reduce el mercado de trabajo a un régimen de esclavitud. Si no hay salario, decía Ayn Rand, y mucho antes la Escuela de Salamanca, sólo hay servidumbre, alteración de moneda y precios, seguro de ruina. ¿Y qué salario puede ofrecer una empresa sin capacidad de fijar su plantilla? En los comunistas es natural: buscan el poder absoluto y para ello necesitan hundir el sector privado. Pero que la Oposición se oponga tan poco y que todas las empresas del Ibex-35 sigan financiando el enorme aparato de propaganda del Gobierno, desde Prisa a La Sexta, demuestra que el valor intelectual de la Derecha desaparece ante su histórica inacción ante el Poder político. No les basta someterse al verdugo: buscan la ocasión de ofrecerle el cuello.

La Izquierda nos prefiere parados a todos

Domingo Soriano, con su brillante minuciosidad habitual, explicaba ayer aquí el mecanismo que conduce fatalmente de prohibir (o encarecer) el despido al concurso de acreedores y la desaparición empresarial. Esto no tendría explicación lógica si socialistas y comunistas no hubieran elegido el intervencionismo generalizado en la economía y la aplicación de todas las recetas que el comunismo ha acreditado como letales en su larga y criminal historia. Para Iglesias, como cuento en Memoria del Comunismo, sólo en situaciones de excepcionalidad pueden comunistas y fascistas tomar el Poder. Cuando se produce esa situación excepcional, y la crisis sanitaria lo es, hay que aprovecharla para dar pasos adelante de difícil rectificación.

La Derecha tontuela sueña aún con que Sánchez frene y despida a Iglesias. Lo que estamos viviendo es lo contrario: es Iglesias el que domina a Sánchez. La izquierda quiere una sociedad subsidiada, sometida, sin propiedad ni libertad, con la Ley sometida al poder político sedicentemente demócrata, en realidad plebiscitario, con los medios de comunicación y el Fisco como agentes electorales infalibles. Un gobierno de diseño y plasma, un despotismo basado en el asesinato cívico, para qué físico, del disidente.

¿Qué España habrá «el día después»?

Lo vertiginoso de la situación y las volteretas de este Gobierno, en el que la irresponsabilidad criminal se mezcla con la incompetencia técnica y las sospechas crecientes de corrupción -el timo de los test apesta a Filesa- nos impide ver no el día después de la pandemia, que, sin saber aún con cuántos muertos, llegará, sino la España del día después. ¿Habrá España? ¿Podrá sobrevivir el Estado a la crisis nacional que, sin duda, provocará el Gobierno antes de dejar el Poder por las buenas, o sea, por las urnas?

No es casualidad que los comunistas, chapoteando felices como el cerdo en el cieno, hagan vídeos comparando el coronavirus, que para muchos es el virus del 8M, con el Prestige, Irak y, sobre todo, el 11M. Ahí empezó la liquidación del régimen constitucional, con la manipulación de la masacre por el PSOE, rompiendo todas las reglas democráticas. Desde entonces, la mentira más descarada se impone por la fuerza mediática de la Izquierda y la Derecha la acepta, siempre que su expulsión del Poder sea temporal. Con tal de pisar moqueta de nuevo, traga lo que sea, véase Rajoy.

Casi todo es posible todavía

Pero ahora no afrontamos sólo una intervención de nuestra economía por la UE, como imploró ayer Don Déficit Sánchez, sino una crisis que no padecía España desde la Guerra Civil. Y en uno solo de los bandos: el rojo. El azul tenía claras cuatro cosas: propiedad, familia, nación y, con matices, religión. En nuestra próspera y democrática sociedad, todas están en crisis. Faltaba esta maldición del coronavirus para entender el valor de lo perdido. No todo y no el todo, claro. Pero mucho deberemos cambiar y muy deprisa para que este apocalipsis de salud y de bolsillo no se nos lleve por delante.

Casi todo es posible, todavía. Esta crisis es una oportunidad de acabar con el totalitarismo comunista en ciernes, antes de que él acabe con nosotros.

Artículo en: https://www.libertaddigital.com/opinion/federico-jimenez-losantos/coronavirus-sanchez-podemos-prohibido-despido-erte-90358/

COLGAR LOS BALCONES

Artículo de Antonio Burgos publicado en ABC de Sevilla el pasado día 2

Un lector, con un apellido sevillano clásico y antiguo del que prefiero guardar sigilo, me escribe y dice: «No habrá procesiones, pero sí Semana Santa. Y por eso mi suegra con 92 años ha colgado el balcón de su casa. Colguemos los balcones, aún viviendo en el extrarradio, para demostrar que Sevilla no olvida la Semana Santa, llueva, truene, o venga una pandemia». Este lector tiene clarísimo lo que para muchos parece oscuro: que no es que a causa del Covid-19 hayan suspendido la Semana Santa, sino las estaciones de penitencia, que no es lo mismo. Como en un reloj inexorable, los tiempos de la liturgia cristiana no se detienen, y aunque no lo parezca, porque ni siquiera salimos a la calle, a la luminosa calle de Sevilla, estamos en la última semana de la Cuaresma y el próximo, el que ya está aquí, dentro de tres días, es el Domingo de Ramos.

Un Domingo de Ramos ciertamente anómalo, sin estrenos, sin los sevillanos endomingados, sin cintitas moradas en la solapa de venir del baesamanos del Gran Poder, sin niños correteando por la rampla del Salvador mientras los padres se toman una cerveza al sol abierto que inaugura la semana del gozo, sin la hoja con el cuadrante horario de ABC o «El Llamador» de papel de Canal Sur Radio en el bolsillo, sin nadie viendo allí la hora en que ponen en la calle la cruz de guía de La Paz para calcular ir a verla por el Parque con los niños.

Pero la Semana Santa sí que está ahí, con la pureza de su liturgia, con el Evangelio del Domingo de Ramos con la narración de la Pasión, con los fastos de recordación de la Muerte de Cristo por nuestra salvación. Como luego vendrá la Pascua de Resurrección, en la que Dios quiera que también resucite España de todos estos males presentes que me la tienen medio muerta de miedo y paralizada, de negro luto, de enfermedad, de saturación hospitalaria, de preocupación, de tragedia, de ruina económica, de paro, de incertidumbre sobre la luz que algún día veremos al final del túnel.

Me gustaría ahora tener la agenda de monseñor Asenjo para saber cómo va a ser en la solemnidad de la Catedral esta Semana Santa anómala y rara que va a vivir Sevilla. Porque el sevillano no va a olvidar que es Semana Santa. ¿Habrá bendición de las palmas? ¿Podremos ir a la parroquia a recoger la palma que encargamos todos los años para poner en nuestro balcón con las cintas con los colores de nuestra cofradía, que es lo tela clásico de Sevilla? ¿Cómo será en los días grandes la bendición de los santos óleos en los solemnes cultos catedralicios? ¿Habrá oficios el Jueves y Viernes Santos? ¿Podremos seguirlos por el «streaming» de ABC y por 7TV, como las pasadas misas dominicales de monseñor Asenjo en la capilla de Palacio?

Todo esto es, cuando escribo, una incógnita, dentro del mismo convencimiento: que sea como sea, es Semana Santa y se conmemoran los misterios principales de nuestra Fe. Pero lo que no es una incógnita es que ya he escuchado voces de muchos sevillanos, como es Semana Santa aunque no salgan las cofradías, piensan colgar sus balcones como siempre. ¡Qué sevillana la por otra parte desusada octava acepción del verbo «colgar»! Dice el Diccionario en la definición de esta acepción: «Entapizar, adornar con tapices o telas». En sevillano no es «poner colgaduras» en los balcones; es «colgar los balcones». Con sus paños de damasco con galón de oro, como para recibir a un rey, que es el Señor, y a una reina, que es su Madre bendita. Si bonita está Triana cuando le ponen al puente las banderitas gitanas, más lo está Sevilla cuando el Domingo de Ramos aparecen tantos y tantos balcones del centro y de los barrios con sus colgaduras. La ciudad está «engalanada como una novia», según el texto de la Escritura según San Juan. No porque salgan las cofradías, sino porque es Semana Santa y conmemoramos la Pasión de Cristo. Me sumo a la iniciativa de esos sevillanos que, como es Semana Santa aunque no salgan las cofradías, piensan colgar sus balcones como un acto de afirmación en todo lo nuestro y en nuestra Fe, más necesaria que nunca, como la Esperanza, en estos tiempos difíciles. Y si le ponemos un crespón negro de luto por las víctimas del Covid-19 a esas colgaduras de los balcones, veremos que Sevilla sigue siendo Sevilla por muchas desgracias que se nos vengan encima. El lenguaje de los balcones. Como el aplauso de las 8 de la tarde, pero en colgaduras sevillanísimas. Resistiremos.

Artículo en: http://www.antonioburgos.com/abc/2020/04/re040220.html

LAS FAMILIAS NUMEROSAS, ANTE EL CORONAVIRUS: «EL GOBIERNO NO TIENE EN CUENTA NUESTRA REALIDAD»

Artículo de Ana Fuentespublicado en Actuall el pasado día 27 de marzo

La Federación Española de Familias Numerosas denuncia «las escasas posibilidades que tienen para acogerse a alguna de las ayudas aprobadas». Las familias numerosas piden que el Gobierno modifique los decretos para que quienes tienen más hijos no se vean desatendidas en esta crisis.

La Federación Española de Familias Numerosas (FEFN) muestra su preocupación por la situación que atraviesan sus representados a consecuencia de la crisis del coronavirus debido a «las escasas posibilidades que tienen para acogerse a alguna de las ayudas aprobadas hasta este momento».

La entidad denuncia a través de un comunicado que las familias numerosas vuelven a quedarse «fuera de las medidas de apoyo, ya que el Gobierno no tiene en cuenta la realidad de estos hogares, que tiene mayores cargas económicas que el resto por el número de menores a cargo y que no se ven reflejadas en las condiciones de acceso a las ayudas«.

En concreto, la federación que aglutina a 80 organizaciones de familias numerosas de España señala que en el caso de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) se produce «una discriminación que viene produciéndose desde siempre en la prestación por desempleo y que no se ha corregido en esta situación especial» que consiste en que «el incremento por hijos se contempla sólo hasta el segundo, lo que supone que a partir del tercer hijo no hay ningún incremento en la cuantía de la prestación». Así, recibirá lo mismo y cobrará lo mismo un trabajador que tiene 2 hijos que otro que tenga 6 ó 7.

La federación de familias numerosas recuerda que según los límites establecidos para esta prestación por regulación temporal de empleo el máximo a percibir será de 1.098,09 euros brutos si no se tienen hijos; de 1.2455,96 euros con un hijo a cargo y de 1.411,83 euros en el caso de tener 2 hijos.

“A partir de ahí, la composición familiar no cuenta, lo que es totalmente injusto y supone una clara discriminación de las familias numerosas, que son 700.000 hogares en toda España, que aportan mucho a la sociedad y no pueden quedarse fuera de las medidas económicas y sociales”, apunta el comunicado de la Federación Española de Familias Numerosas.

A su juicio, la prestación por desempleo debería incrementarse «por cada hijo, sin límites» dado que los hogares de familias numerosas «tienen un alto grado de vulnerabilidad y viven al día debido a sus elevados gastos, lo que reduce su capacidad de ahorro».

Las familias numerosas creen que la situación puede empeorar si no se tienen en cuenta los hijos en ningún caso. Si fuera así, “se estaría dando la espalda a los hogares con hijos y dejando a miles de niños en una situación de total desamparo«.

Hipotecas: hijos y zonas geográficas

La FEFN también denuncia la imposibilidad de muchas familias de acogerse a la moratoria de las hipotecas, ya que los límites de renta que se han establecido son muy bajos, se basan en el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), un indicador que lleva años congelado frente al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que acaba de subir notablemente hasta casi los 1.000 euros.

Además, los hijos sólo se contabilizan con un 0,15 veces el IPREM, lo que deja en una posición muy desfavorable a una familia numerosa frente a una sin hijos. “Y tampoco se tiene en cuenta las zonas geográficas, cuando el coste de las hipotecas no es el mismo en Madrid o Barcelona que en Andalucía o Extremadura, por lo que la medida, en la práctica, se queda en nada una gran mayoría de familias, como ya nos han manifestado muchas familias que no van a poder acogerse a ella”, explican desde la federación.

Por todo ello, la Federación pide al Gobierno que eleve los límites de renta para tener en cuenta la realidad de todas las familias numerosas, contemplando de una forma justa las que mayores cargas tienen.

Otra opción sería utilizar el criterio de renta familiar estandarizada, que pondera la renta familiar según el número de miembros y la composición de la unidad familiar. Este sistema permite establecer un criterio para todas las ayudas sociales, teniendo en cuenta la composición del hogar, el nivel de renta familiar y el coeficiente de equivalencia de la unidad familiar.

La FEFN confía en que el Gobierno modifique los decretos para que las familias con más hijos no se vean desatendidas en esta grave crisis, y que las tenga muy en cuenta en las nuevas medidas que se aprueben, por ejemplo, en la suspensión del pago del alquiler que está en estudio y en el que la federación espera que se utilicen criterios de renta que tengan en cuenta la composición familiar

Artículo en: https://www.actuall.com/familia/las-familias-numerosas-ante-el-coronavirus-el-gobierno-no-tiene-en-cuenta-nuestra-realidad/

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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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