Por José María Arévalo
(Dibujo de la vallisoletana Verónica Martínez plagiado en camisetas Be Strong & Brave)
No veo en la prensa vallisoletana, al día siguiente de conocer que no pasamos a la fase I del desconfinamiento, comentario ninguno sobre la gravedad del hecho. Solo veo la sorpresa de la Junta de Castilla y León de que el Gobierno haya aceptado que pasen las 26 áreas básicas de salud que inicialmente propuso aquella, cuando el propio Gobierno central les sugirió que ampliasen hasta las 39 zonas para el pase, y así lo propusieron al final. Y sin embargo, yo tengo las carnes abiertas después de oír unas declaraciones de Roberto Centeno, economista, en Distrito, en las que advierte que la caída del 5,2 % del PIB en el primer trimestre, con solo 15 días de confinamiento, frente al 3,8 % en media de la eurozona, es decir que hemos caido un 40% más que la media, y que esta cifra elevada al año supone que vamos a caer en un 20,8 %, supone la mayor catástrofe de toda nuestra historia. Más que en la guerra civil, en la que la caída del PIB en los tres años de guerra fue del 16,6 % que es un 25 % menos de a la que nos va a llevar este Gobierno. Y ello, dice Centeno, que ha publicado un estudio de su gabinete de expertos, por culpa de este Gobierno, que ha mantenido un gasto público fuera de control, con un paquete de ayudas el más reducido de occidente, sin recursos ni liquidez, lo que dejará un reguero de ruina. En caso de rescate europeo –si es posible, dado el importante volumen de nuestra economía-, las pensiones de jubilación que ahora mismo percibimos, se reducirán un 35 o 40 %, como ocurrió en Grecia.
Así que, asustado, me he ido a buscar las medidas que está tomando nuestro Ayuntamiento, recordando un video que me ha llegado estos días por whatsapp con declaraciones de nuestro alcalde Oscar Puente, al principio de la epidemia que nos ha encerrado en casa, en las que se asombra del espectáculo de la gente con mascarillas por la calle, que entiende es una locura histérica de la gente ante una infección que a su entender no es más que una gripre. Se negaba a reconocer el problema, igual que el Gobierno se negó para mantener la manifestación feminazi del 8 de marzo. Está claro que nuestro alcalde no quiso ver venir la pandemia, ni se enteró, y ahora, a juzgar por las tímidas medidas que toma nuestro Consistorio, tampoco ve venir la debacle económica que se avecina.
Aplazado el pago de impuestos
El Ayuntamiento de Valladolid reaccionó al principio aplazando el pago de impuestos, y así el pasado 26 de marzo anunció y comunicó la ampliación por dos meses del plazo para pagar el Impuesto de Vehículos y el Impuesto de Bienes Inmuebles, o bien el fraccionamiento de su pago, junto con el de otros tributos municipales, en cuotas mensuales sin intereses hasta el mes de diciembre. La gestión para acogerse a estas medidas puede realizarse igualmente a través de internet (www.valladolid.es), por correo electrónico a la Oficina del Contribuyente ([email protected]) o por teléfono (983 426 426). Los contribuyentes tienen dos opciones, devolver el recibo. o solicitar, entre el 1 y el 31 de mayo, el fraccionamiento de todos los impuestos en 6 meses sin intereses. Dicho fraccionamiento quedará establecido hasta diciembre para ejercicios sucesivos; es decir, el contribuyente quedará adherido a la Cuenta Tributaria Municipal, pagando todos los tributos municipales en 12 cuotas iguales sin intereses, siempre que sumen más de 200 euros en total.
La Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE) agradeció el aplazamiento de impuestos municipales por parte del Ayuntamiento de Valladolid, pero declaró que considera necesaria una suspensión temporal de impuestos y tasas, tanto municipales como de otras administraciones públicas, o la reducción para las empresas que puedan demostrar una pérdida considerable de beneficios. Considera que las Administraciones «tienen que ser más solidarias con la situación dramática que van a vivir las empresas».
Las Administraciones Públicas «tienen la responsabilidad de inyectar liquidez en el sistema para lo que la suspensión temporal de impuestos y tasas puede ser un medio».
Piden suspensión y reducción de impuestos, no aplazamiento
Además, debido a que muchas empresas no pueden sacar sus productos al mercado durante al menos un mes, con lo que van a perder como mínimo una duodécima parte de sus ingresos anuales, consideran razonable que las administraciones, también las locales, reduzcan los tributos y tasas, en un porcentaje similar a la de perdida de ingresos que van a sufrir las empresas afectadas por las consecuencias económicas derivadas de la crisis sanitaria del COVID-19. Las empresas –dicen-, al igual que el resto de la sociedad, viven una situación «dramática» y recuerdan que «producen sin poder dar salida a sus productos, no ingresan, están sufriendo la ruptura de la cadena de pago y tienen grandes dificultades para mantener el empleo y hacer frente a sus obligaciones tributarias». Las medidas adoptadas para tratar de limitar la expansión incontrolada de afectados por la pandemia del coronavirus, representan, como han reiterado, «un coste económico y social del que no se conocen precedentes y que está generando una contención del consumo privado que se prevé se prolongue durante varios meses y cuyo impacto final afectará a nuestro crecimiento económico y, como consecuencia, al empleo».
En concreto, según un estudio realizado por Cepyme y Ceprede, el PIB de Castilla y León, de no poner en funcionamiento medidas de estímulo, se podría contener en un 1,5 por ciento, lo que produciría un fuerte impacto sobre el empleo en nuestra comunidad, con un consiguiente incremento en el desempleo de más de 14.600 personas.
Otra medida del Consistorio ha sido que la ciudad distribuirá 385.000€ en cheques para gastar en el comercio de proximidad. El Ayuntamiento se ha limitado a regalar bonos de entre 10 y 20 euros para compras en los establecimientos de este sector de la ciudad y ha acordado destinar 1,3 millones de euros a ayudas de emergencia, becas de comedor y compra de material de protección. Dicen que es una movilización de los remanentes, de todos los ahorros, que son 25 millones de euros, para destinarlos a los efectos de la crisis sanitaria y que es el primer ayuntamiento de España que adopta esta medida, que será la base para los acuerdos de los grupos políticos en la estrategia para la recuperación económica y social de la crisis sanitaria. Que el Ayuntamiento de Valladolid es el único de los grandes ayuntamientos de España que ha sido capaz, en los últimos cinco años, de cerrar no sólo con superávit, sino además cumpliendo con todas las reglas, como el techo de gasto, deuda pública, etcétera. Con esta medida el Ayuntamiento de Valladolid incumple la regla del techo de gasto, lo que obedece a esta situación excepcional.
Y los grupos municipales del Ayuntamiento de Valladolid han establecido un Grupo de trabajo para la Recuperación Económica y Social de Valladolid que abordará medidas para la recuperación de la ciudad.
Salud económica de nuestro Ayuntamiento
El alcalde vallisoletano expresó en la última conferencia de municipios con el presidente del gobierno la necesidad de que las ciudades pongan a disposición de la desescalada y la reconstrucción económica todos sus recursos, sabedor que en los ámbitos locales de la microecononomía sus acciones son más directas y rápidas que los grandes planes gubernamentales, trabados de burocracia y tiempo. Y tiempo es lo que no van a tener muchos comercios, hosteleros y autónomos, al igual que familias golpeadas por el reguero de desempleo que deje la pandemia tras de sí.
Una prueba de la salud económica del consistorio pucelano es que a cuenta del cumplimiento de la famosa regla de gasto, en el anterior mandato se dejaron de invertir unos cuantos millones de euros. Bien es cierto que era otra época de prosperidad y creación de empleo constante. Dinero que se destinó a saldar deuda. En 40 millones redujo la deuda el consistorio vallisoletano en el primer mandato de Puente. Bien es cierto que parte importante del mérito procedía de su predecesor que dejó unas arcas espectacularmente saneadas. El caso es que en esos cuatro años la deuda pasó de 130 a 90 millones de euros.
Reducción del IBI
Valladolid espera –reseñaba la prensa estos días- la decisión de Hacienda para saber si podrá emplear los 36 millones de remanentes para políticas sociales y reactivación de la economía local. De momento, Hacienda estudia la propuesta de la FEMP. “Porque el mandatario ya tiene claro que tendrá que empezar por renunciar a ingresos para respaldar al comercio local, con acciones como la devolución de la tasa de terrazas al que la haya pagado o perdonársela al que no lo haya hecho. La totalidad o una gran parte. O la reducción de la principal fuente de ingresos para un ayuntamiento, el IBI para los negocios que se están viendo vapuleados por la crisis del coronavirus.
Pero dada la magnitud de la crisis económica que se avecina, lo que debiera plantearse, pienso yo, es la reducción general de impuestos para todos los vallisoletanos. Ya veíamos al principio como achacaba Centeno la debacle económica a “culpa de este Gobierno, que ha mantenido un gasto publico fuera de control, con un paquete de ayudas el más reducido de occidente, sin recursos ni liquidez, lo que dejará un reguero de ruina”. Y no olvidemos que el consistorio vallisoletano es también socialista, derrochador. Yo propondría, para empezar, la reducción del IBI para todos los vallisoletanos.
El Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), por el que el año pasado se ingresaron 70,1 millones de euros, este ejercicio se ha incrementado un 3%, y. Las previsiones, si la revisión del PGOU se hace realidad en la próxima década, eran que las arcas municipales ingresarían anualmente 18,2 millones más en concepto de IBI. Creo que esto ya no será posible, en situación de grave crisis económica. Hay que reducir el gasto y los impuestos.
Este nuevo año amaneció con la confirmación de que el ‘catastrazo’ resentirá el bolsillo de los vallisoletanos que sean propietarios de viviendas, locales o plazas de garajes ubicados en la capital vallisoletana, al decidir el Ayuntamientos revisar al alza el valor castastral de sus inmuebles, lo que trae consigo la subida, con efecto 1 de enero de 2020, del próximo recibo del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, así como de la plusvalía municipal (el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana).
Ciertamente esta decisión se ha producido después de que su catastro llevara más de 20 años sin actualizar. El Ayuntamiento habría podido mantener los tipos para este año o bajar la base imponible del impuesto para impedir una subida fiscal y establecer bonificicaciones o excenciones, pero ha preferido que subiera el impuesto.
El presupuesto del Ayuntamiento de Valladolid para 2020, incluidas aquí todas sus entidades dependientes, es el mayor desde 2009 y alcanza 346 millones de euros, un 1,4% más con un incremento de 5 millones, aunque las inversiones reales no acompañarán este crecimiento y se verán recortadas un 5,6% al pasar de 40,3 millones el pasado año a 37 el presente ejercicio. Un presupuesto para año de vacas gordas, que se han quedado flacas desde finales del primer trimestre. Algo habrá que hacer, no, mucho habrá que hacer. Y nuestros munícipes, en las nubes aún.
Proyectos nada necesarios en la actual situación de crisis
Aún no se ha publicado este artículo cuando leo en la prensa que VOX Valladolid ha lamentado que el Ayuntamiento gaste 3M€ «en proyectos nada necesarios en la actual situación de crisis». Lo hace público precisamente cuando han sido expulsados del Grupo de Trabajo formado en el Ayuntamiento. Aseguran –creo tienen razón- que ese dinero pronto se necesitará para «temas realmente importantes» en la lucha «contra la crisis sanitaria, económica y social». Concretamente detallan las partidas de este mes, por un montante de 3 millones de euros, que la formación verde califica de «prescindibles»: 720.000 euros para carriles-bici; 1.156.000 Euros para un lavadero para el Servicio de Limpieza; Inversión RUINOSA: instalación FV de 200 kW, ¡¡¡ 30 años para amortizarla!!! (coste de 615.000 euros para ahorrar 23.000 euros /año); 60.000 euros para alquiler sede social Asociación de Vecinos: y 165.000 euros para jardines.
Eso sí que es estar al tanto de lo que se nos viene encima.
