Los lunes, revista de  prensa y red

“Afganistán o el cuento de nunca acabar”, de Antonio Alonso,Alicante, nuevo campo de batalla entre PSOE y PP por el efecto capitalidad… de Valencia”, de Noa de la Torre,  y “Bruselas reprende al Gobierno por culpar al mercado europeo del ‘tarifazo’ de la luz”, de Alberto Sanz.

(La cruz del oro. Viñeta de Orlando en elDiario.es el pasado 18)

AFGANISTÁN O EL CUENTO DE NUNCA ACABAR

Artículo de Antonio Alonso publicado en El Debate de Hoy el pasado día 17

Afganistán vuelve a ser un país compuesto por infinidad de señores de la guerra locales, incapaces de extender su mando más allá de unos cuantos kilómetros, lo suficiente para saciar su sed de dominio y controlar las riquezas naturales que posean.

Se veía venir, pero nadie quería creérselo. El propio Joe Biden explicó el 8 de julio en la Casa Blanca la reducción de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, y en la rueda de prensa posterior, un periodista le preguntó: «¿Es ahora inevitable la toma de Afganistán por los talibanes?». Biden respondió que no era inevitable porque «las tropas afganas tienen 300.000 (soldados) bien equipados, tan bien equipados como cualquier ejército del mundo, y una fuerza aérea contra unos 75.000 talibanes. No es inevitable». Los periodistas volvieron a la carga y le preguntaron si confiaba en los talibanes. La respuesta de Biden volvió a ser clara: «Es una… es una pregunta tonta. ¿Confío en los talibanes? No. Pero confío en la capacidad del ejército afgano, que está mejor entrenado, mejor equipado y más competente en términos de conducción de la guerra». Bueno, apenas un mes más tarde el escenario no es precisamente ese. Va a ser verdad eso que llevamos 20 años escuchando de labios de los islamistas: «Vosotros tenéis los relojes, nosotros tenemos el tiempo». O aquella otra consigna: «Afganistán es tumba de imperios. Ya echamos al Imperio Soviético. Echaremos también al Imperio Yanqui«.

Este tristísimo episodio de la Historia de Afganistán abre una serie de interrogantes y de debates. Lo primero que hay que señalar es la mezcla de rabia, dolor y desesperación que deben de estar sintiendo millones de afganos: parecía que su país había emprendido la senda de estabilización que podría llevarles a una vida en paz y cierta prosperidad, pero todo ha saltado por los aires en cuestión de semanas. No obstante, no nos engañemos, en buena parte del país las niñas no podían ir a la escuela y las mujeres seguían llevando burka y sufriendo lapidaciones públicas; la libertad fue apenas un espejismo para los habitantes de las capitales de provincia.

la estupefacción que deben de sentir los hombres y mujeres, los soldados que arriesgaron su vida por estabilizar aquel territorio, o las familias que incluso perdieron a algún ser querido en aquel país, no será menor que la de los propios afganos

En segundo lugar, la estupefacción que deben de sentir los hombres y mujeres, los soldados que arriesgaron su vida por estabilizar aquel territorio, o las familias que incluso perdieron a algún ser querido en aquel país, no será menor que la de los propios afganos. Los miles de soldados que han pasado por allí, las decenas de cooperantes que han trabajado duro en condiciones penosas para mejorar, aunque fuera levemente, las vidas de aquellas personas, pensarán en estos momentos que todo aquel esfuerzo fue en vano, que todo fue para nada. Algunos analistas estiman el coste de esta guerra entre 2 y 3 trillones de dólares (es decir, un 2 seguido de doce ceros). Tantos millones de euros tirados por el sumidero o, peor aún, inversiones en infraestructuras civiles o en equipamiento militar que han acabado en manos de los talibanes, listos para su uso y disfrute.

En tercer lugar, el papel de la comunidad internacional. La Unión Europea hablaba hace escasos meses de lo importante que era integrar a Afganistán en la interconectividad de la región vecina, Asia Central (aquellas cinco repúblicas exsoviéticas que pronto volverán a sonarnos: Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán), para aumentar las posibilidades de éxito del incipiente desarrollo económico de Afganistán.

¿Y qué decir del papel de EE.UU.? Donald Trump sorprendió a propios y extraños buscando llegar a acuerdos con los talibanes, para cumplir aquello ya iniciado por Obama: hay que sacar a EE.UU. de aquellos escenarios bélicos lejos de casa y centrarse en los problemas internos del país (que no son pocos: la crisis sanitaria, la económica y as tensiones sociales, por citar sólo algunos). El cambio en la Casa Blanca ha proyectado una imagen de debilidad del propio país en el escenario mundial: no solo se puso en cuestión su sistema electoral, una de las bases de las democracias contemporáneas, sino que se vieron escenas en el Capitolio poco edificantes. Aquellas negociaciones entre Pompeo y los talibanes tenían, parece ser, sus líneas rojas; ahora, viendo la debilidad del nuevo inquilino de la Casa Blanca, los talibanes han decidido traspasarlas y ver qué pasa. ¿Volverá EE.UU. a meterse allí en otra guerra? Parece que no: Biden ha afirmado que «No podemos combatir en una guerra que el propio ejército afgano no quiere luchar». Además, el antagonista de EE.UU. no son los talibanes, es China. Ese es el próximo escenario de preocupación.

La sensación que queda es de profunda tristeza y dolor, desesperación porque aquel pueblo parece que no puede o no quiere salir de la barbarie

¿Y qué podemos señalar de otros actores internacionales relevantes? Rusia y China realizaron ejercicios militares conjuntos en julio en territorio centroasiático limitando con Afganistán, pero ninguno de los dos ha evacuado a su personal diplomático de Kabul. Viendo su reacción, surge un gran interrogante: ¿hasta dónde sabían de antemano que esta situación iba a acabar así, con los talibanes de nuevo en el poder?  Los talibanes son, en realidad, una multitud de grupos, cada uno con sus líderes propios. Afganistán vuelve a ser un país compuesto por infinidad de señores de la guerra locales, incapaces de extender su mando más allá de unos cuantos kilómetros, lo suficiente para saciar su sed de dominio y controlar las riquezas naturales que posean. Con cada uno de ellos tendrán que negocia los contratistas extranjeros (rusos y chinos, principalmente) para explotar sus recursos.

Una cuarta cuestión, muy al hilo del papel de la comunidad internacional, es averiguar cómo ha sido posible que tras la derrota de Al Bagdadi, el líder del Estado Islámico, los combatientes que luchaban en Irak y Siria atravesaran cientos de kilómetros hasta llegar a Afganistán y allí se entregaran pacíficamente a las autoridades locales. ¿Quién les trasladó allí? ¿Quién lo permitió? ¿Por qué? ¿Se convertirá de nuevo Afganistán en campo de entrenamiento y refugio para los yihadistas globales? Recordemos que el ya difunto Ministro de Defensa Alonso dijo que nuestros soldados estaban luchando en Afganistán por los derechos y libertades de los españoles.

En suma, se puede decir que la sensación que queda es de profunda tristeza y dolor, desesperación porque aquel pueblo parece que no puede o no quiere salir de la barbarie. Solo queda un pequeño rayo de esperanza (completamente naif) de que estos talibanes no serán tan malos como los de hace 20 años y se comportarán un poco más civilizadamente y, aunque traten con puño de hierro a su propia población tengan la inteligencia necesaria para ofrecer un guante de seda a la comunidad internacional y no se conviertan en fuente de problemas como cuando decidieron jugar al gato y al ratón con EE.UU. en 2001.

Artículo en: https://eldebatedehoy.es/noticia/internacional/17/08/2021/afganistan-o-el-cuento-de-nunca-acabar/

ALICANTE, NUEVO CAMPO DE BATALLA ENTRE PSOE Y PP POR EL EFECTO CAPITALIDAD… DE VALENCIA

Artículo de Noa de la Torre publicado en El Mundo el pasado día 18

A la propuesta del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de un impuesto especial para Madrid que compense el efecto capitalidad respondió en este diario el PP con el agravio a Alicante por parte de la capital… de Valencia. Los populares se han apresurado a recuperar las reivindicaciones alicantinas y la queja por el menor presupuesto para la provincia para desacreditar el discurso de Puig. Alicante se ha convertido así en el nuevo campo de batalla entre unos y otros. Porque ayer el PSOE entró en el debate para acusar directamente al partido que lidera en la Comunidad Valenciana el alicantino Carlos Mazón de «abandonar» la provincia.

Según el secretario general de los socialistas en la provincia de Alicante, José Chulvi, en tiempos de Eduardo Zaplana y Francisco Camps, «Mazón jamás cuestionó a sus jefes cuando concentraban todo el poder en Valencia y se olvidaron de su provincia». Además de reivindicar las inversiones hechas en Alicante conforme a su peso poblacional, el PSOE saca pecho porque «gracias al Consell de Puig las instituciones han salido de Valencia».

El presidente del PP de la provincia de Alicante, Toni Pérez, criticó la campaña de Puig contra Madrid porque, con el mismo planteamiento, Alicante y Castellón podrían pedir una tasa para Valencia, que es donde se concentra buena parte de la Administración autonómica y de la actividad económica. «Que aplique ya una descentralización real de la Administración y de todos sus recursos y que no siempre Alicante sea la más perjudicada», demandaba Pérez a Puig.

Sin embargo, según los socialistas, se ha acometido ya una «descentralización del poder» porque en la actualidad «Alicante es sede de la Conselleria de Innovación; Benidorm, de la dirección general de Turismo; y Elche, de la Agencia de Protección del Territorio». «En 2015 la inversión realizada por el PP en la provincia de Alicante fue del 34%, mientras que ahora con el Consell de Ximo Puig esa inversión ha subido al 39,3% en 2020», esto es, «2,3 puntos por encima de su peso poblacional», según Chulvi.

Respondía así a las críticas lanzadas por el PP sobre la centralización en Valencia de los centros de urgencias CICU o la menor cuantía para Alicante de las ayudas a la innovación. En el trasfondo de la polémica está una provincia que no ha dejado de ser un bastión de los populares y que ahora ha encumbrado a su presidente de la Diputación a nuevo líder del PP de la Comunidad Valenciana, muy combativo en temas como el trasvase Tajo-Segura o la lengua con el Consell. De hecho, el Ejecutivo de Puig ha tratado de contrarrestar el discurso del agravio alicantino con el de la «vertebración» y los guiños descentralizadores.

Artículo en: https://www.msn.com/es-es/noticias/espana/alicante-nuevo-campo-de-batalla-entre-psoe-y-pp-por-el-efecto-capitalidad-de-valencia/ar-AANrEV4?ocid=msedgntp

BRUSELAS REPRENDE AL GOBIERNO POR CULPAR AL MERCADO EUROPEO DEL ‘TARIFAZO’ DE LA LUZ

Artículo de Alberto Sanz publicado en Voz Populi el pasado día 17

Teresa Ribera reconocía la pasada semana que su petición de reforma del mercado eléctrico a la Comisión Europea había sido denegada. Bruselas censura cualquier debate con España al respecto. La crisis de los precios de la luz que se están viviendo estos meses no provocará ningún cambio en su mercado porque consideran que cumplen las necesidades de los consumidores y los objetivos de descarbonización de economía.

Tanto la carta de Ribera como la respuesta de Bruselas no han sido desveladas por ninguna de las dos administraciones. No obstante, las reclamaciones que mandó a finales de junio a Bruselas se han podido conocer esta semana después de que la factura de la luz se convirtiese en un argumento de ataque al Ejecutivo de Pedro Sánchez por parte de consumidores, oposición e, incluso, sus propios socios de Gobierno (Unidas Podemos).

Y esto ha presionado a Ferraz. Tras la participación de Ribera, ha sido turno del portavoz adjunto en el Congreso del PSOE, Felipe Sicilia, para apuntar que el sistema energético español “depende del exterior”. «La conformación del precio de la luz se decide en estándares europeos, bajo un sistema que ha establecido Europa, y que está generando unos precios muy altos«, y por eso España «ha pedido de manera contundente que este sistema se cambie al generar unas oscilaciones muy grandes y unas alzas de precios que están llegando a récords».

Un análisis que no comparte Bruselas. La posición oficial de la Comisión Europea a la polémica que se ha desatado este verano en España se comunicaba, parcialmente, a través de la portavoz de la Comisión Europea, Vivian Loonela. “Hemos dejado atrás la regulación de los precios del mercado de la energía porque este sistema era caro, ineficiente y dominado por unas pocas grandes empresas. Nuestro mercado de la electricidad, de momento, se basa en que la generación de electricidad con el coste más bajo se emplea primero. Eso miramos cuando tenemos como objetivo dar el mejor servicio posible a los consumidores”, explicaba la semana pasada ante la pregunta de la situación que está viviendo España.

Luz para vulnerables 

Europa insiste al Gobierno español que tiene en su mano medidas suficientes para proteger a los más vulnerables de las situaciones hostiles del mercado bajo ciertas condiciones. Un escenario que invita a Ribera y Pedro Sánchez a aumentar sus propuestas de bono social, la bajada del IVA del 21 al 10% y la suspensión del impuesto de generación para que las energéticas alivien la factura final.

La negativa de la Comisión Europea a la propuesta de Teresa Ribera se debe, principalmente, a que no quiere mover ninguna pieza de un sistema que considera homogéneo y que crea unas reglas que iguala, lo más posible, a sus países miembros. “Creemos en un mercado energético integrado en la Unión Europea y que es la forma más efectiva para tener asegurado el suministro y con los mejores precios para los consumidores”, explicaba la portavoz de la Comisión.

Una negativa a la propuesta del Gobierno. La carta que firmaba la vicepresidenta del Gobierno enfocaba en «el éxito de la transición ecológica» que pasa por rediseñar ya el mercado de la energía para una mejor gestión de los recursos y para lograr que los precios sean adecuados. “Hay que lograr una mejor distribución de los beneficios asociados a las diferentes tecnologías del mix de generación”, explicaba la carta de Gobierno.

Pero Bruselas no quiere que se le coloque en un choque frontal con España, porque las reglas del mercado están claras. “No vamos a entrar en un debate con nadie sobre el estado actual de los mercados energéticos”, resaltaba el propio portavoz jefe de la Comisión, Eric Mamer. “Tenemos una política estructurada y ambiciosa sobre energía y la Comisión sigue empujando hacia un mercado integrado que asegure que los flujos de la energía en la UE sean tan eficientes en coste como sea posible”, concluía.

Artículo en: https://www.msn.com/es-es/dinero/economia/bruselas-reprende-al-gobierno-por-culpar-al-mercado-europeo-del-tarifazo-de-la-luz/ar-AANoAe5?ocid=msedgntp

 

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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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