Nacimiento o belén

Por Carlos de Bustamante

(Un “Misterio”)

Todavía hoy en la mayoría de pueblos y ciudades del mundo se habla insistentemente de la celebración de la Navidad.  Aunque también hoy, mal, muy mal, hoy se le dice simplemente “fiestas”.

Según la RAE navidad procede del latín tardío «nativitas, -atis», que significa nacimiento. Lo define tanto como la festividad anual en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo; pero también, por extensión, como el tiempo comprendido entre Nochebuena y la festividad de los Reyes Magos.

Pues bien, y según esta etimología, la representación en figuras del acontecimiento   más importante de la historia, es la del `nacimiento´ de Jesucristo.

Belén: Belén ( en árabe  Beit laħem]) es hoy una ciudad ubicada en el centro de Cisjordania (Palestina), situada a unos 9 km al sur de Jerusalén y enclavada en los montes de Judea. Desde diciembre de 1995, se encuentra administrada por la Autoridad Palestina, que adoptó el nombre de Estado de Palestina en 2013. Belén es la capital de la gobernación homónima. Su población era de 25 266 habitantes en el último censo oficial realizado, el de 2007, si bien la Oficina Central de Estadísticas de Palestina calcula que la población a fecha de 2020 es de 30.233 habitantes,  con una mayoría de población musulmana y una importante minoría cristiana, en su mayoría ortodoxa. Su economía se basa sobre todo en el turismo, cuya temporada alta coincide con la Navidad, momento en el que numerosos peregrinos cristianos viajan a la ciudad para visitar la Basílica `de la Natividad´.

En los montes de Judá   existen cuevas excavadas en la roca y piedra donde los pequeños ganaderos de la zona utilizaron como establos para sus menguadas reses. Si bien es cierto que eran el no va más de la humildad, en la misma medida eran un magnífico refugio al resguardo de las inclemencias del tiempo en lo más crudo del invierno   en las montañas de Judea.

¿Dónde, pues, `nació´ Cristo, ¿en Belén o en las cuevas- establo de los montes de Judea?: indefectiblemente en las cuevas-establo de los montes fuera de Belén.

Ante la inminencia del parto de María, los peregrinos venidos a la aldea para empadronarse donde nació el gran rey David, por ser José de su estirpe y descendencia, buscaron con urgencia alojamiento.

Me imagino a José, de casa en casa solicitando albergue pues no había sitio para ellos en la posada; seguramente la única de la aldea. Es de suponer que, ante una tras otra negativa, san José optara por el lugar reservado, más que humilde pero sumamente discreto y   posiblemente abrigado que alguien le sugiriera que eran las grutas-establo en las montañas próximas a la   localidad   de nombre Belén.  Con la aprobación de María su esposa   y el apremio del parto, allá se dirigieron presurosos. Y ¿qué sucedió en la gruta? Un   `nacimiento´ tan `misterioso´ como extraordinario:  nos `nació el Mesías, el Señor.

Digo, pues, que si lo representado en nuestras casas. Ciudades, instituciones…  es el lugar donde tuvo lugar este prodigioso acontecimiento, creo apropiada más que ninguna otra denominación, que se la llame Nacimiento. Y por aquello de ser tan prodigioso que no cabe en mente humana, la representación de sólo al Niño recién nacido con María y José extasiados contemplándole en actitud orante, natural que se le denomine `el Misterio´.

Sin tomar al respecto una opinión inamovible, cuando se tiene en cuenta que la gruta está situada en las inmediaciones y municipio de la ciudad (¿) de David, también es razonable que se le llame Belén; aunque por tradición, los que ya somos de edad avanzada, nuestras representaciones las seguiremos denominando según lo hicieron nuestros mayores:  NACIMIENTO.  Sea como fuere, Nacimiento o Belén y por mucho que se empeñen los odiadores de siempre, el Nacimiento, Belén o sólo Misterio, sigue presente en nuestras casas, ciudades, comercios e infinidad de lugares, porque es Navidad. La que os deseo mis amigos y probables únicos lectores todo lo felices que pueden serlo en éste nuestro planeta azul.

¡Ah! Y para constancia también de la expresión de profunda raigambre cristiana:  menos `felices fiestas´ y más`feliz Navidad´.  Pues eso.

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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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