Por José María Arévalo
(Un equipo de operarios trabajando en los últimos remates del tramo Venta Nueva-Santiuste el pasado 27 de mayo)
El partido “Soria Ya” ha vuelto a las calles en mayo con una manifestación para exigir las autovías. La protesta exigía ante Subdelegación el fin de los retrasos y excusas. “Soria Ya -titulaba El Mundo- vuelve a echarse a la calle el viernes, 20 de mayo, en su faceta de plataforma ciudadana. El motivo es exigir la finalización de las dos autovías pendientes en Soria, la A-11 Autovía del Duero y la A-15 Autovía de Navarra. La cita tendrá lugar a las 20.00 horas frente a la Subdelegación del Gobierno en Soria. Según la convocatoria, lanzada por Soria Ya a través de sus redes sociales, los motivos son «porque los sorianos estamos cansados de años de retrasos» y «porque estamos cansados de las excusas». En ese sentido el cartel anunciado, con una etiqueta de ropa con los símbolos de lluvia, nieve, viento y sol tachados, parece aludir claramente al hecho de que el retraso en la apertura del tramo del Temeroso se achacase a la meteorología, cuando ha sido la esperable en la provincia de Soria. De hecho, en la etiqueta se lee «Autovías A-11 y A-15: acabar sólo en seco, sin altas temperaturas ni hielo o frío, aire calmado y con los astros alineados. Made in Gobierno de España».
La cercanía entre los anuncios del retraso en el tramo Venta Nueva-Santiuste y la convocatoria parece no ser algo precisamente casual. No es la primera ocasión en la que Soria Ya se moviliza para la finalización de las Autovías, lo que a su vez evidencia la dilatada tramitación y construcción. Una de las primeras ocasiones fue una carrera de relevos en 2004 entre Soria y Madrid que sumó alguna edición más y más recientemente hubo una marcha lenta hasta Aranda de Duero en el caso de la A-11.
La Autovía del Duero en la vertiente soriana está todavía ‘a trozos’ y en los tramos de Burgos o Valladolid sigue pendiente de aperturas. El trayecto entre Soria y la Capital de Castilla y León sigue siendo mayoritariamente N-122. En el caso de la A-15, Medinaceli-Tudela, la parte sur desde la capital hasta la A-2 lleva años en servicio. Sin embargo, en su vertiente Soria-Tudela se abrió en 2007 la variante de Ágreda y desde entonces no se han visto ni obras ni trabajos preparatorios”.
Después de 13 años y 7 ministros
Y El Mundo del 30 de mayo pasado daba una medio buena noticia, de avance: “El tramo del Temeroso suma 17 kilómetros a la A-11 después de 13 años y 7 ministros. Apertura inminente de un trayecto adjudicado en 2009 con 30 meses de plazo y 65 ME, pero que ha costado 90 y ha tardado 156 meses. Desde 2002, en Soria se han construido 50 kilómetros con un sobrecoste de 60 ME”
“En cuestión de días el Gobierno central abrirá al tráfico el tramo de la Autovía del Duero en Soria entre Venta Nueva y Santiuste, que servirá para salvar el punto negro del Temeroso. Una buena noticia que, sin embargo, no ofrece motivos de celebración. Los 13 años, y 7 ministros, que han pasado desde su adjudicación transformaría en prácticamente una afrenta que la clase política utilizara su puesta en servicio como propaganda de su buen hacer. El Venta-Nueva Santiuste que ahora se abre es un nuevo ejemplo práctico de lo que ha sucedido con esta autovía en los últimos 20 años.
Un ejemplo práctico de lo que pasa
La licitación del tramo se produjo en diciembre de 2008 y unos meses después, en julio de 2009, se adjudicó el contrato a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Cyopsa-OPR. El presupuesto en aquel entonces era de casi 65 millones de euros. La licitación del tramo se produjo con la ministra socialista Magdalena Álvarez al frente de Fomento y se adjudicó cuando otro socialista, José Blanco, acababa de asumir la cartera. Su apertura se situará bajo el mandado de Raquel Sánchez, también del PSOE, pero entre medias han pasado los populares Ana Pastor, Rafael Catalá e Íñigo de la Serna. El listado de ministros que han tenido en sus manos esta obra se completa con el socialista José Luis Ábalos.
Ya los primeros años avisaron de lo que se venía encima. Entre 2009 y 2010 apenas se avanzó en las obras, pero la intervención seguía viva. Eso cambió radicalmente cuando el socialista José Blanco decretó la tristemente célebre reprogramación de las autovías bajo el paraguas de la crisis. Cierto que la situación económica era crítica, pero no es menos cierto que en otros territorios las obras sí continuaron. En Soria, esa decisión paralizó los 6 tramos de la A11 que estaban adjudicados. Hasta el año 2015 no se levantó el veto a las obras, pero esa decisión, tomada por un Gobierno del PP, tampoco sirvió para acelerar las obras en este punto. Concretamente, el tramo Venta Nueva-Santiuste aún sufrió una ralentización de los trabajos por la ‘aparición’ durante las obras de un trozo de la calzada romana entre Numancia y Uxama (El Burgo) entre 2017 y 2019.
Tampoco se cumplió
Por fin, a principios de 2020 se aprobó el modificado de obras de casi 6 millones que incluía la protección del trayecto imperial. De nuevo la intervención tomó velocidad de crucero con la vista puesta en el último trimestre de 2021 cuando se fechó la apertura. Evidentemente, tampoco se cumplió. El tramo estaba prácticamente terminado, a falta de los últimos remates como el pintado y, la última capa de rodadura. En esta ocasión, la realidad meteorológica del invierno soriano, frío y lluvioso, postergó las tareas pendientes hasta la primavera. El pasado 5 de mayo el Mitma informaba de que había comenzado los trabajados para la última capa de rodadura. Según las informaciones oficiales, desde ese momento serían necesarias entre 6 y 8 semanas para la puesta en servicio. En estos días incluso se puede observar como los operarios trabajan en turno nocturno para completar la intervención.
Si no hay más excusas, en torno a la segunda mitad de junio los sorianos podrán disfrutar de 17 nuevos kilómetros de la Autovía del Duero. Las cuentas una vez más son bastante clarificadoras. Han sido necesarios 13 años para un trayecto cuyo plazo de ejecución, por contrato, era de 2 años y medio. De 30 meses se ha pasado a 156. No solo eso. El coste inicial, como se ha explicado con anterioridad, estaba marcado en casi 65 millones de euros. La factura final supera los 90, es decir, 25 millones más salidos, como no, del bolsillo del contribuyente. Durante los últimos 20 años, los representantes políticos de todas las formaciones han unido la Autovía del Duero a palabras como compromiso, irrenunciable o el rimbombante «eje vertebrador de la Comunidad». En los vecinos de Soria, y el resto de Castilla y León, la A-11 es sinónimo de retrasos, excusas, paralizaciones, en definitiva, vergüenza. Una autovía que para muchos es el ejemplo más palpable del abandono institucional que sufre este territorio.
Ejemplo de desidia
El desarrollo de la A-11 en Soria es ejemplo de esa desidia. El primer tramo, la variante de El Burgo, se adjudicó en mayo del 2002 y se puso en servicio en diciembre de 2004. La construcción se desarrolló cuando el ministro de Fomento era el popular Francisco Álvarez Cascos. El resumen es fácil. Tras 8 ministros y 20 años, la autovía del Duero en Soria se han completado, sumando los 17 kilómetros del Venta Nueva-Santiuste, un total de 53,8 kilómetros. No se puede decir que el ritmo sea endiablado. Lo peor es que aún quedan otros 54 kilómetros por ejecutar con 11 en obras y otros 43 con un horizonte temporal absolutamente indefinido. Este tramo será el cuarto de la A-11 en Soria que se pone en servicio desde 2018, tras la entrada en La Moncloa del PSOE de Pedro Sánchez. Los dos primeros, La Mallona-Venta Nueva y El Burgo-San Esteban se abrieron al tráfico ‘coincidiendo’ con los periodos electorales del 2019, una década después de su adjudicación. Al año siguiente llegó el San Esteban-Langa y ahora se suma el Venta Nueva-Santiuste. Aunque el avance es significativo, aún queda mucho trabajo por hacer en la provincia soriana.
El siguiente tramo que se abrirá será el que une El Burgo con San Esteban. Ahora mismo la ejecución está al 66% y la previsión es que pueda abrirse de cara al 2023. La eterna ejecución de las obras de la Autovía del Duero a su paso por la provincia de Soria no solo ha tenido una derivada social, sino que el Gobierno también ha tenido que aumentar el gasto que ha supuesto el desarrollo de la infraestructura por culpa de los modificados de obra, las actualizaciones de IVA o las revisiones de precios. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, los materiales o los salarios no eran los mismos en el 2009 cuando los proyectos se adjudicaron que en el 2020 cuando se han ejecutado. Solo entre los tramos en obras y los puestos en servicio en Soria en los últimos años el sobrecoste ha alcanzado los 60 millones, según el propio Gobierno
Una autovía interminable con ocho tramos bloqueados en la tramitación
En estos momentos hay dos obras abiertas en Valladolid, pero sigue empantanado el trayecto que atraviesa Burgos y la continuación desde la ciudad de Zamora hasta la frontera con Portugal. Es imposible prever cuando se podrá afirmar con rotundidad que la Autovía del Duero está completamente terminada. La situación actual se resume en que hay dos tramos en obras en Soria –incluido el que entra en servicio en junio–, y otros dos en Valladolid. Sin embargo, en diferentes momentos de la tramitación hay otros dos tramos en Soria, los dos que conectarán Valladolid y Burgos y los cuatro tramos que van desde la ciudad de Zamora hasta la frontera con Portugal.
Es la autovía interminable. En la provincia de Soria hay actualmente dos tramos bloqueados. El caso del Langa-Aranda de Duero es paradigmático. Llegó a estar adjudicado y en obras y se paralizó junto con el resto de tramos con la reprogramación de 2010 cuando había alcanzado un 5% de ejecución. Sin embargo, en 2015 no volvieron las obras como ocurrió en el resto de tramos sorianos. La quiebra de la adjudicataria, Isolux, obligó a rescindir el contrato, hacer una encomienda a Ineco y todavía hoy se está pendiente de la redacción del proyecto. Se estima que será necesario una inversión de 166 millones para completar los 22 kilómetros que ‘unirán’ Soria y Burgos. Aún peores son las perspectivas para el Los Rábanos-La Mallona, el denominado enlace que unirá la A-11 con la A-15 que conecta Soria con Madrid. La última información del ministerio indica que aún es necesario proceder a la actualización y adaptación del proyecto que se aprobó en 2010. Se estima un coste de 116 millones y cubrirá 20,6 kilómetros.
El tramo Langa-Aranda conectará con la variante de Aranda abierta al tráfico en el 2015, pero desde ese punto se abre un ‘agujero’ de algo más de 42 kilómetros que conecta la provincia burgalesa con territorio vallisoletano. Se trata del trayecto entre Castrillo de la Vega (Burgos) y Quintanilla de Arriba (Valladolid). Es uno de los tramos más polémicos, y demandando, porque entre otras cosas incluye la denominada variante de Peñafiel. Este tramo realmente se subdivide en dos tramos, que el va desde Castrillo al límite de la provincia de Valladolid y el que va desde el límite de Burgos a Quintanilla.
Licitaciones pendientes
Según la última información facilitada por la Delegación del Gobierno en la Comunidad, en ambos casos se está pendiente de que se licite la actualización del proyecto por lo que aún pasará un tiempo antes que se atisbe el comienzo de las obras. Según explicó el ministerio cuando sometió el proyecto a información pública «este tramo concreto de la A11 se basa en la duplicación de la actual N-122, salvo en la zona de Peñafiel, donde se plantea una variante al sur del municipio». La estimación actual es que la construcción de estos dos tramos suponga una inversión de 325 millones de euros. En Quintanilla las obras conectarán con uno de los dos tramos que actualmente están en ejecución en la provincia de Valladolid. Se trata del trayecto entre la citada población y Olivares del Duero. Estas obras están ejecutadas al 15%, según informaron desde la Delegación del Gobierno. Se trata de un trayecto de 14,5 kilómetros que se adjudicó en a mediados del año 2020. El ritmo no es veloz para una obra que prevé una inversión de 98 millones de euros. El trazado se ha diseñado evitando la afección a las bodegas ubicadas al Norte de Valbuena de Duero, a los viñedos existentes en la zona de San Bernardo y al yacimiento de Cabezo de la Dehesilla. El plazo de ejecución es de 36 meses, tres años, por lo que debería estar terminada a finales del próximo verano aproximadamente. Parece muy difícil que estos plazos se cumplan.
Ese tramo enlaza directamente con otro trayecto en obras, el que une Olivares con Tudela de Duero. La Delegación aseguró que esta intervención ya ronda el 25% de su ejecución. Las obras se adjudicaron en el mes de septiembre del año 2019. El tramo cuenta con una longitud de 20,2 kilómetros y el presupuesto asciende a 79,1 millones de euros. En este caso también el plazo de ejecución, según el pliego, era de 36 meses y tampoco se cumplirá. No hay que olvidar que el tramo Olivares-Tudela se adjudicó 17 años después de la ejecución del segundo tramo de la A-11 sobre suelo de la provincia de Valladolid (el Tordesillas- Villaester), y 18 tras la apertura en 2002 del primero de los tramos (el Valladolid-Tudela de Duero).
Zamora a Portugal
Además de los tramos que restan para completar la conexión Soria-Valladolid, en la A-11 también se contempla la continuación de la autovía desde Zamora capital a la frontera con Portugal. Se trata de algo más de 70 kilómetros divididos en cuatro tramos. Tampoco hay una previsión exacta sobre cuando podrían empezar las obras. En el caso de los dos primeros trayectos –Zamora-Ricobayo y Ricobayo-Fonfría– la información facilitada por la Delegación indica que todavía se está en proceso de adaptación de los proyectos. Con respecto a los dos últimos, el Fonfría-Alcañices y el Alcañices-Portugal, la situación es un poco diferente. Cuentan cada uno con una dotación de 2 millones en los presupuestos y serán los primeros en empezar para evitar la caducidad de la Declaración Ambiental. Aunque, según explicó la Delegación, no se afrontarán el conjunto del tramo, sino que se han desagregado un par de enlaces para poder empezar cuanto antes. La previsión es que de cara a 2023 es que se actúe en la zona de la variante de Alcañices.