Los lunes, revista de prensa y red

“De Barranco a Maroto, la frustración del PSOE en su obsesión por recuperar la Alcaldía de Madrid”, de Álvaro Carvajal; “Cifras”, de Alfonso Ussía; “El PP teme la extensión de las mareas sanitarias, con una nueva manifestación convocada en Sevilla”, de Teresa López Pavón; y “La Ley Junqueras del traidor Sánchez y las protestitas de la oposición”, de Federico Jiménez Losantos

(Viñeta de Puebla en ABC el pasado día 16)

DE BARRANCO A MAROTO, LA FRUSTRACIÓN DEL PSOE EN SU OBSESIÓN POR RECUPERAR LA ALCALDÍA DE MADRID

Artículo de Álvaro Carvajal publicado en El Mundo el pasado día 16

Desde 1989, Ferraz busca la gobernar la capital con experimentos fallidos. Maroto es el séptimo intento en siete elecciones. El socialismo madrileño duda de Reyes Maroto: «Andas con ella de Callao a Cibeles y no la para nadie».

Ser candidato del PSOE a la Alcaldía de Madrid es lo más parecido a sentarse en una silla eléctrica. Todo el que lo hace sale achicharrado. Esa sacudida acaba por provocar también quemaduras tanto al líder del PSOE como al secretario general de los socialistas madrileños, por quedar señalados como los principales responsables de volver a fracasar en su objetivo por recuperar el Ayuntamiento de la capital.

La obsesión por ganar Madrid, hereditaria desde tiempos de Joaquín Almunia por los distintos secretarios generales del PSOE, ha desatado una errática política de apuestas personales y experimentos fallidos en el afán por encontrar un candidato que dé la campanada y consiga triunfar. No se ha logrado desde 1987, cuando Juan Barranco se alzó como alcalde.

Desde aquel triunfo, que sólo duró dos años porque una moción de censura le arrebató el bastón de mando, el PSOE ha encadenado fracaso tras fracaso. Pero es sobre todo desde 1999, cuando Fernando Morán sustituyó a Barranco después de otros dos intentos, cuando los socialistas han caído en una dinámica devoradora de figuras: ha presentado un candidato distinto en cada una de las elecciones disputadas. Y la mayoría de las veces, el resultado ha sido mucho peor que el de su antecesor, con la honrosa excepción de Trinidad Jiménez.

Ahora la ministra de Industria, Reyes Maroto, es la nueva apuesta de Ferraz. Será la séptima persona que se aventura a liderar una candidatura abrasiva desde Barranco y los sondeos no invitan a pensar que la dinámica vaya a cambiar. Pues la opción escogida insiste en repetir la misma fórmula que viene lastrando al PSOE desde hace más de dos décadas: la falta de continuidad y estabilidad en un proyecto para Madrid.

La pasarela Cibeles del PSOE empieza con Morán, que había sido ministro de Exteriores y que se escogió en medio de una intensa batalla interna entre renovadores y guerristas, que acabaron ganando estos últimos. Su candidatura mejoró y frenó la inercia negativa en la que había entrado el PSOE en las dos últimas cita electorales, pero su 36% de los votos y los 20 concejales no evitaron que el PP retuviera Madrid.

La llegada de Zapatero a Ferraz inauguró la actual época de apuestas personales para elegir candidatos. Todos a dedo y aplastando las críticas internas en el seno de la Federación Socialista de Madrid, que ha ido tragando a regañadientes las sucesivas ideas surgidas en el laboratorio de la calle Ferraz.

Zapatero escogió a una desconocida Trinidad Jiménez en 2003, que con su trinimaratón y su chupa de cuero irrumpió como una apuesta arriesgada pero efectista. Su auge en las encuestas y la posibilidad de sumar con IU propició que el PP moviera ficha y resituara a Alberto Ruiz-Gallardón para la ciudad, poniendo fin a la longeva etapa de José María Álvarez del Manzano. El entonces presidente madrileño terminó ganando pero Jiménez subió en votos (36,6%) y aumentó en uno los concejales (21). Los dos últimos candidatos no lograron siquiera la mitad.

Desde entonces a la palabra fracaso hay que añadirle el adjetivo «estrepitoso». Pues es lo que ha ido sucediendo con los dedazos de los líderes del PSOE. Zapatero volvió a arriesgar cuatro años más tarde, en 2007, cuando señaló como candidato a un desconocido Miguel Sebastián, uno de sus más estrechos colaboradores en la parcela económica en La Moncloa. Pero ni con el PSOE en el Gobierno se cambió la tendencia. Sebastián naufragó al perder seis puntos (30,8%) y tres concejales (18) y quedó muy tocado por una campaña marcada por la polémica con un ataque a la vida privada de Gallardón.

La centrifugadora de candidatos que es la lista socialista al Ayuntamiento presentó a los madrileños el nombre de Jaime Lissavetzky en 2011. Al menos en su caso se trataba de una persona ligada estrechamente al partido en la región, pues había sido secretario general de la FSM. No obstante, su credencial no era ese en realidad, sino ser una persona muy vinculada a Rubalcaba, que un año más tarde se convirtió en líder del PSOE y que por entonces era una figura de máxima influencia en Zapatero. Pero tampoco: 15 concejales y rozando el 24%.

El desplome llega en 2015, con un PSOE sobrepasado por la irrupción de Podemos y que presenta a Carmena unificando a la izquierda alternativa. El crédito de la jueza hundió a Antonio Miguel Carmona, que se convirtió en candidato por sus apariciones en televisión y su amistad con Tomás Gómez. Pero su conocimiento no era valoración, y los votantes le dieron la espalda por Carmena, que llegó a ser alcaldesa. Tuvo un 15% de voto y nueve escaños.

Encajado ese bofetón, Pedro Sánchez buscó su Carmena particular en Pepu Hernández, ex seleccionador de baloncesto campeón del mundo. El golpe de efecto terminó convirtiéndose en una excentricidad y el PSOE tuvo su peor resultado histórico: ocho diputados, 13,7% del voto y ser la cuarta fuerza municipal. El fiasco se atribuyó a Sánchez.

Artículo en: https://www.elmundo.es/madrid/2022/11/15/63735a77fdddffc4828b45b5.html

CIFRAS

Artículo de Alfonso Ussía publicado en El Debate el pasado día 16

Con 600.000 facultativos dispuestos a trabajar y no hacer política, por muy malvada que sea Isabel Ayuso, ni Pedro Almodóvar, ni Luis Tosar, ni Carmen Calvo, ni Pablo Echenique se verían obligados a sanar sus enfermedades en la Sanidad Privada.

La ultraizquierda de las redes sociales, siempre perfectamente informada y bien educada, no está de acuerdo con la cifra de manifestantes facilitada por la Policía Municipal de Madrid. Aseguran los informados y bien educados ultraizquierdistas que fueron 600.000 los que se manifestaron, y para no caer en la imprecisión, aportan un dato demoledor: «Seiscientos mil médicos y médicas». El buen futuro de la Sanidad Pública madrileña, como diría Rubén Darío, es de «rosados amaneceres». Claro, que si los 600.000 «médicos y médicas» que se manifestaron en Madrid hacen lo mismo que Mónica Médica y Madre, es decir, darse de baja cuando surge una terrible pandemia para no trabajar a destajo, la escalofriante cifra pierde toda su importancia. Con 600.000 facultativos dispuestos a trabajar y no hacer política, por muy malvada que sea Isabel Ayuso, ni Pedro Almodóvar, ni Luis Tosar, ni Carmen Calvo, ni Pablo Echenique se verían obligados a sanar sus enfermedades en la Sanidad Privada, que de acuerdo a la nómina de doctores de la Pública, su número rondará en torno a los 300.000 médicos. Sumados los médicos públicos y médicos privados, me salen 900.000 doctores en Medicina. Por lógica deductiva, si con 900.000 facultativos, los madrileños tienen que esperar 72 días para ser intervenidos quirúrgicamente en lugar de aguardar los 340 días que tienen que diferir los pacientes censados en otras autonomías más democráticas, la culpable es Isabel Díaz Ayuso y la convocatoria de la manifestación entra de lleno en la corrección social. Ahora se entiende la elección de hospital de la pareja Bardem-Cruz para que doña Pe diera a luz a su primer hijo, el californiano, carísimo y judío Monte Sinaí, pues de haber optado por un hospital de Madrid Capital o Alcobendas, el niño habría nacido con pelitos en las piernas y llevando entre sus brazos una biografía del Ché Guevara. Y todo por culpa de Isabel Ayuso, que en los días del feliz acontecimiento no era la presidente de la Comunidad de Madrid, si bien ya se le veían las malas intenciones.

En su «Comisaría de Papel» de La Codorniz, el gran Evaristo Acevedo destacó la errata de un entusiasta diario de la Prensa del Movimiento –creo que El Lanza de Ciudad Real– que exageró un ápice el número de manifestantes reunidos en la plaza de Oriente para expresar su adhesión al jefe del Estado, don Francisco Franco, aunque El Lanza se refiriera al «caudillo». La noticia publicada decía así: «Miles de millones de españoles, aclaman en la plaza de Oriente a su caudillo». El comentario de Evaristo a la noticia era escueto y sintético, «¡joé!».

Los únicos que no yerran en cifras son los comunistas. En Cuba, riquísima y avanzada democracia, su Asamblea es más numerosa que en España. Cuenta con 605 diputados. Se trata de una institución ejemplar, en la cual los diputados de un partido no dicen cosas desagradables a los de la Oposición. Claro, que sólo existe un partido legal y los 605 diputados representan al partido único, es decir, al Partido Comunista de Cuba. Y su prensa y cadenas de radio y televisión jamás se equivocan. «Ayer fue renovada la Asamblea democráticamente, y fueron elegidos 605 diputados que ocuparán los 605 escaños disponibles».

Aquí nos pasamos el día perdiendo el tiempo con las cifras.

Artículo en: https://www.eldebate.com/opinion/20221116/cifras_72766.html

EL PP TEME LA EXTENSIÓN DE LAS MAREAS SANITARIAS, CON UNA NUEVA MANIFESTACIÓN CONVOCADA EN SEVILLA

Artículo de Teresa López Pavón publicado en El Mundo el pasado día 15

Reúne a sus consejeros de Salud para reclamar al Gobierno de Pedro Sánchez soluciones a la falta de profesionales

El éxito de la manifestación en defensa de la sanidad pública en Madrid ha puesto en alerta a las comunidades del Partido Popular, que temen un efecto contagio en otros territorios, dado que los problemas en la atención sanitaria tras la crisis del covid y la falta de profesionales en las bolsas de empleo están tensionando el sistema en su conjunto.

Sin ir más lejos, algunas plataformas andaluzas han convocado ya una movilización en Sevilla para el próximo sábado a la que se empiezan a sumar colectivos profesionales y también los partidos de la oposición al Gobierno de Juanma Moreno.

Andalucía tiene un déficit de inversión en sanidad histórico, a pesar del incremento de los presupuestos destinados a este área en los últimos años, hasta alcanzar 13.837,5 millones de euros previstos en 2023, casi un 11% de incremento con respecto al presupuesto prorrogado de 2022.

La comunidad sigue colocada en los puestos de cola de inversión y número de profesionales sanitarios por habitante pese a las tímidas mejoras de los últimos ejercicios.

Durante una intervención en el pleno del Parlamento de Andalucía la semana pasada, la consejera de Salud, Catalina García, explicaba que la inversión superará en 2023 el 7,4% del PIB, «cuando en 2018 era del 6,1%». El gasto medio por habitante se elevará hasta los 1.629 euros, lo que supone 460 euros más respecto a 2018, cuando aún gobernaban los socialistas.

Pero el covid ha dejado su rastro en el sistema con un incremento de las listas de espera, y la lenta recuperación de la actividad presencial en la atención primaria sigue provocando quejas en los distritos más saturados, pese a los cambios introducidos en los protocolos para salir del colapso de los meses más duros de la pandemia.

La oposición denuncia que buena parte de esos presupuestos que crecen cada año no están repercutiendo en una mejor atención en la sanidad pública, sino que se transfieren a la privada para atender un volumen cada vez mayor de derivaciones. Según los datos recogidos en los presupuestos de la Junta para 2023, el número de pacientes que la Junta tiene previsto derivar a hospitales concertados crece un 25%. También se incrementará el número de intervenciones quirúrgicas un 55% y se duplicará el número de estudios diagnósticos en estos mismso centros.

«La de Juanma Moreno es la misma hoja de ruta que la de Isabel Díaz Ayuso en Madrid», afirmaba este lunes el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas. «No es casualidad que Madrid sea la última y Andalucía, la penúltima, en el gasto sanitario por habitante», añadía. La Comunidad de Madrid lleva años de deterioro en la sanidad pública», añadía, pronosticando que el sistema sanitario andaluz correría la misma suerte.

El PP andaluz, por otro lado, sabe bien cómo el malestar de la ciudadanía con respecto a la atención sanitaria que recibe (y la que no recibe) puede acabar tumbando un gobierno. De hecho, en la pérdida de votos de Susana Díaz en las urnas en 2018 tuvo mucho que ver el malestar de la población a raíz del deterioro que sufrieron los servicios públicos tras los recortes de 2012. Un fallido proyecto de fusión hospitalaria en Granada desató las movilizaciones, encabezadas entonces por el médico Jesús Candel (Spiriman), que se extendieron a otras provincias, pusieron en jaque al gobierno socialista y provocaron el relevo de toda la cúpula del Servicio Andaluz de Salud.

Este lunes, los consejeros de las comunidades gobernadas por el PP se han reunido para reclamar al Gobierno de Pedro Sánchez que convoque una sesión extraordinaria del Consejo Interterritorial de Sanidad para buscar salidas a la falta de profesionales médicos.

No es una reclamación nueva, pues Andalucía, sin ir más lejos, lleva años pidiendo que se amplíen las plazas MIR para prevenir una desatención del sistema por la jubilación de miles de médicos en los próximos años, que agravará el déficit actual.

La deuda andaluza rozará el 23% del PIB el año que viene y alarma a la patronal

Con todo, la reacción de las comunidades del PP demuestra que existe un miedo real a que la marea blanca de Madrid se «contagie» a otras comunidades.

Los consejeros han pedido al Ministerio que se arbitren nuevos incentivos para la cobertura de las plazas vacantes en la atención primaria, para evitar la fuga de profesionales a otros países de la Unión Europea, así como medidas que «permitan conjugar la conciliación de la vida familiar y profesional de los especialistas» a la vez que se fomenta el turno de tarde, que es el más demandado por los pacientes.

Artículo en: https://www.elmundo.es/andalucia/2022/11/14/63728f71fdddff093e8b45d0.html

LA LEY JUNQUERAS DEL TRAIDOR SÁNCHEZ Y LAS PROTESTITAS DE LA OPOSICIÓN

Artículo de Federico Jiménez Losantos publicado en Libertad Digital el pasado día 13

En Italia, Sánchez sería Antonio Falconetti Il Buggiardo, o sea, el mentiroso. El cúmulo de trolas con que ha aliñado la ilegal Ley Junqueras lo retrata como el mayor embustero de la historia de España y de su propia historia personal, toda ella pura simulación, la sucesión de ardides de un psicópata para llegar al poder y quedarse en él a cualquier precio, siempre que pague otro. Pero los árboles de sus mentiras nos ocultan el bosque de su traición, que es ni más ni menos que la incautación del régimen constitucional español en su exclusivo y particular beneficio.

La gravedad de eliminar el delito de sedición

La víspera de contarle a Ferreras que había decidido, por su cuenta y sin más riesgo que el placer de hundir el Estado de Derecho, que para eso están sus pumpidos, ropones que acechan a la puerta del Constitucional, Don Falcone anunció que va a quedarse «muuuchos años» en la presidencia del Gobierno. Nos hizo el honor de adjudicarnos el mérito, junto a una portada de El Mundo, de que el PP se arrepintiera en el último minuto del pacto de rendición judicial, que el infalible González Pons recocinó para Feijóo. Sabemos que nos sigue. Y que, si pudiera, nos persiguiría y nos cerraría. Pero el mérito ha sido de su audacia, creyendo que incluso haciéndole tragar al PP la eliminación del delito de sedición, mantendrían su firma porque ya habían llegado demasiado lejos para dar marcha atrás. El PP no conoce a Sánchez, pero Sánchez tampoco a Maricomplejines, doña Sustos.

Sin embargo, los medios, que están a la luna de Valencia –o de Tebas y de Roures, si andan en el trinque del puntapié– no han relacionado la Ley Junqueras que elimina el delito de sedición para que un día el orondo bizco pueda firmar con el presidente del Gobierno de España la independencia del Cataluña con el hecho de que Sánchez piensa ser ese presidente. Y sólo lo último explica lo primero. Sólo acaudillando desde Madrid ese Golpe de Estado puede asegurarse la Moncloa; y sólo asegurándole la Moncloa, los golpistas catalanes volverán a proclamar la independencia, con Marlaska en algún piolín respaldando la secesión. Que, al dejar de existir legalmente, ya no será actividad perseguible de oficio, sino derecho legalmente defendible.

La costumbre de los medios golpistas, como el Indra-Prisa del franco-armenio Oughourlian y el comisario Barroso, y lo que dijo el propio Antonio Falconetti ante el canoso primate de La Sexta es que éste y no el de la Ley es el camino para «pacificar» Cataluña, «que está infinitamente mejor que en 2017». Por supuesto, está mucho peor, ya que uno de los partidos que apoyó el 155 contra los golpistas no sólo los ha indultado, sino que ha eliminado el delito por el que se les condenó. Y conviene atender a este segundo gesto, mucho más grave que el primero, porque sucede en el ocaso de las dictaduras, cuando se amnistía a los heroicos disidentes y se elimina el delito por el que les condenó la Ley del moribundo régimen. Sánchez actúa ya como sepulturero del orden constitucional. Y funda su futuro de «muuuchos años» en el Poder al proceso revolucionario catalán.

El copresidente Aragonés, hacia el referéndum

Y no se habla de futuro, sino de inmediato presente. El presidente de la Generalidad, Pere Aragonés, actuando como co-presidente de Sánchez, lo aseguró de inmediato por Twitter, asumiendo la co-autoría de la Ley Junqueras y anunciando el camino político y legal que abre al golpismo:

«La eliminación del delito de sedición es un paso indispensable en la desjudicialización. Seguimos trabajando para acabar completamente con la represión y poder votar en un referéndum. Para resolver el conflicto político y para la libertad».

Es decir, que lo pactado no es sólo la eliminación del delito para que Junqueras pueda ser el presidente que firme la independencia con Sánchez, mientras España se hunde en el enfrentamiento civil, si no cívico-militar. Lo que se ha pactado es el referéndum para la independencia, que, como he escrito aquí dos o tres mil veces, llamarán consultivo en Madrid, vinculante en Barcelona y supondrá en todas partes la fractura, quizás irreversible, del Estado español. Eso y no otra cosa es lo que acaba de firmar Sánchez. Eso y no otra cosa es lo que acaba de asegurar Aragonés. Eso y no otra cosa es lo que defienden la SER y el duopolio televisivo. Eso y no otra cosa es lo que dirán que es la pacificación definitiva de Cataluña y no el jaque mate a España. Y eso y no otra cosa es lo que, sin duda, defenderá todo el PSOE.

El decepcionante discurso de Feijóo

Tras asumir Sánchez la dirección el golpe de Estado, la oposición no reaccionó poco, o tarde, o mal, o sin fuerza, simplemente, no reaccionó. Sólo Edmundo Bal, del difunto Ciudadanos, se tomó la molestia de escribir un artículo. Los dos grandes partidos actuaron como el VAR de Roures: no se dieron por enterados de la fechoría y además ocultaron la gravedad de lo sucedido. Vox emitió un eructito desaprobatorio en forma de tuit: «Traidor». Y Feijóo, que tuvo el tiempo de cruzar Suramérica y el Atlántico para pensar, anunció un discurso solemne a los españoles. Antes, tras el anuncio sanchista, el PP había emitido un largo y absurdo comunicado en el que pedía al PSOE no romper con su «tradición democrática», algo que no ha tenido, tiene ni tendrá jamás el PSOE. Pero como Feijóo andaba por Hispanoamérica –él y su partido la llaman Latinoamérica o América Latina– y cuando no está el gato los ratones bailan, y como la ritual, porque ya es rito, llamada al PSOE para que nos salve de Sánchez, es casi de oficio, esperamos a que Feijóo, en rueda de prensa sin preguntas, se explicara.

Y lo hizo. En la primera parte de los catorce minutos en los que se dirigió a los españoles, anunció la extraña gravedad de lo sucedido. En la segunda, anunció que se presentaba a las elecciones para salvar el centro y que desde ese centro, una vez en el Gobierno, no sólo no haría jamás lo que ha hecho Sánchez –hazaña redundante–, sino que desharía lo que haga en el tiempo que le queda en Moncloa. Palabra de Feijóo. Pues qué bien.

¿Y mientras tanto?

Mientras tanto, nada. Ni una sola medida parlamentaria o de protesta en la calle, contra lo que él mismo acaba de calificar de gravísimo Los españoles debemos congratularnos de tener la posibilidad, dentro de un año, de votar a Feijóo, que desde el centro centrado al que convoca al PSOE, no hará lo mismo que Sánchez, e incluso lo deshará o «revertirá». Y con esa gran tranquilidad, hala, ya podemos irnos todos a dormir. El sueño eterno.

Esperando a Abascal

Vox fue más contundente: hizo saber que no hablaba el sábado porque lo haría el lunes. Hasta ahora no sabíamos que los políticos no se saltan los tiempos de espera de los medios, y que todo lo grave que suceda debe hacerlo en prime time, o esperar a la programación que los sabios del partido estimen conveniente. Pero es falso que Ortega Smith hubiera secuestrado a Abascal y lo tuviera encerrado en el Alcázar. Si el tiempo no lo impide, este martes vendrá a esRadio. Afortunadamente, está vivo. Pero, la verdad, no entiendo a la oposición. Antonio Falconetti, Il Buggiardo, no deja pasar un solo día sin atacar con todas sus fuerzas a España y a todo lo español. Y la oposición, ante tal frenesí destructor, se lo toma con calma.

Por supuesto, como cuando en los dos primeros años tras el 11M el PP era un cadáver insepulto, los españoles no vamos a esperar a que los partidos se movilicen. Pero si no desmovilizaran ni desmoralizaran, mejor.

Artículo en: https://www.libertaddigital.com/opinion/2022-11-13/federico-jimenez-losantos-la-ley-junqueras-del-traidor-sanchez-y-las-protestitas-de-la-oposicion-6953942/

 

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

Lo más leído