Por José María Arévalo

(El Calderón con la Seminci)

Me han gustado mucho, y me parece que hay que tener valor para decir algo así, las declaraciones del vicepresidente de nuestra Junta y directivo de Vox, García-Gallardo, que el pasado 24 de octubre afirmaba, como recogía la prensa, que “cree que la Seminci se ha desviado de su “esencia” al incorporar la `ingeniería social de género y verde´”. Y añade la prensa que el vicepresidente de la Junta confía en “sucesivos gobiernos” del Ayuntamiento de Valladolid para que vuelvan a apostar por “el cine sin ideología”.

Solo le ha faltado a Gallardo concretar un poco más su denuncia, explicándonos los motivos por los que ve esa ideologización, qué películas concretas o selección de ellas o declaraciones de sus directores y actores o de los propios directivos de la Seminci, cree que están ideologizadas, para que nos enteremos los menos entendidos. A mi me hubiera gustado, porque aunque me gusta mucho el cine, no sigo el español y tampoco la Seminci -que da con subtítulos el cine no español, sin doblar, a lo que no estoy acostumbrado-. Que nuestro cine y nuestros directores de cine son en su mayoría de izquierdas, es bien sabido, pero la duda es si porque las subvenciones al séptimo arte están también ideologizadas. Bueno, vamos a ver lo que ha dicho Gallardo.

El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo -recogía El Diario de Valladolid- aseguró hoy que la Semana Internacional del Cine de Valladolid (Seminci) se ha desviado en los últimos años de su “esencia”, al apostar por “algunos proyectos puramente ideológicos, que estaban dirigidos a proveer de una ingeniería social de género y verde”, que recordó que el Gobierno autonómico no respalda con su subvención de 250.000 euros.

García Gallardo, que asistió en el Teatro Zorrilla a la Gala del Cine y el Audiovisual de Castilla y León, dentro de la programación de la 67 edición de la Seminci, aseguró que han visto cómo en la programación del festival se ha incluido alguna sección como la referida al cambio climático, que consideró “se desviaba” de la “finalidad original” de la Seminci.

La Seminci, “imprescindible”

Aunque reconoció que sigue existiendo, matizó que en esta edición no ha sido subvencionada por la Consejería de Cultura. El resto de los apartados de la programación, dijo, les parece “estupendo”, porque remarcó el festival es un proyecto “imprescindible”, por la “afluencia” de público, la “expectación” que genera, los visitantes que atrae y el conocimiento que promueve de Valladolid “al mundo”.

“Al final se trata de promocionar nuestra industria audiovisual, dar a conocer la obra de nuestros artistas y que no se trata de promocionar los contenidos ideológicos de ninguna formación política, sino apostar sin ningún tipo de sectarismo por nuestra industria del cine”, sentenció.

“Confiamos en que en sucesivas ediciones se siga apostando por este festival pero apostando por su esencia, por lo principal, que es poner en valor nuestra tierra, nuestra industria del cine y en definitiva dar a conocer al mundo lo que es Castilla y León, lo que son nuestros paisajes, lo que es nuestra gente y lo que es nuestra cultura”, afirmó.

Además, el vicepresidente indicó que en la Junta van a continuar apoyando la Semana Internacional de Cine de Valladolid “por la importancia” de este festival, que genera más de 300 empleos directos y 100 indirectos en la ciudad. Asimismo, el vicepresidente reconoció que la Seminci es un ”proyecto cultural imprescindible” para Castilla y León y con una “larga trayectoria”, que recordó ha contado con el apoyo de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, que gestiona Vox, con 250.000 euros, que añadió van dirigidos a financiar “gran parte” de las secciones del festival.

García-Gallardo indicó que la Junta mantiene diversas iniciativas de apoyo a la industria del cine y del sector audiovisual. Entre ellas, el vicepresidente citó la Filmoteca o la Film Commission . “Vamos a seguir apostando por este sector tan importante, buscando emplazamientos y apoyando la grabación de largometrajes y cortometrajes en esta nuestra tierra”, dijo.

La 67 Seminci, bajo el influjo de Bigas Luna

La 67 Semana Internacional de Cine alzaba el telón en una jornada en la que se rindió homenaje a los 30 años del estreno de ‘Jamón, jamón’, y que tiene en el elenco de ‘No mires a los ojos’, película inaugural, a sus protagonistas.

La 67 Semana Internacional de Cine de Valladolid rindió tributo a la recordada película de Bigas Luna, en el treinta aniversario de su estreno, con una exposición en Las Francesas que reúnió el recordado vestido rojo de Silvia, los calzoncillos de Raúl, fotografías del rodaje –los denominados ‘Retratos ibéricos’ que articulan la muestra–, storyboards del realizador, guiones, referentes utilizados por el autor de “La teta y la luna” –con Goya en el corazón, con su pintura negra inspirando el duelo final entre los dos jóvenes protagonistas masculinos–… y hasta una réplica de los huevos del Toro de Osborne.

«Es un sueño largamente acariciado. Un homenaje a alguien que, más que un director de cine, era un artista en todos los sentidos, y a la película que le ha dado más renombre», celebró el director de la Semana Internacional de Cine Javier Angulo. El responsable de Seminci, que para la ocasión ha reeditado su libro “El poderoso influjo de `Jamón, jamón´”, reclamó para la cinta un espacio privilegiado en la memoria de aquel 1992, cuando «España quería ser moderna», y cuando Bigas Luna y Fernando Trueba –con Belle Epoque– arrasaron en pantalla con sus dos recordados trabajos.

La  exposición lleva la firma de Betty Bigas, hija del cineasta, y de la directora y guionista Vicky Calavia, y se ha podido ver en la sala municipal hasta el 20 de noviembre. “Calavia reivindicaba en la sala municipal el carácter «visionario» de una cinta que retrataba «la relación sensual, erótica y edípica» de unos personajes condenados a atraerse y enfrentarse. Y todo en un marco especial, con el desierto de Los Monegros como telón de fondo, «un mar de tierra, donde los personajes, emocionales y frágiles, estaban perdidos y solitarios», expuso la comisaria”.

No sé si ese carácter sensual, erótico y edípico es precisamente a los que se refiere Gallardo cuando pide menos atractivos “verdes” en la Seminci. Y en cuanto a la ideologización, yo destacaría cómo ha resumido Angulo esta edición, después de decir que “de las 275 películas, 80 entran en competición ofreciendo de todo”, a cómo algunas conmemoran centenarios –como los que recuerdan a Juan Antonio Barden, Pier Paolo Pasolini o José Luis López Vázquez, nacidos en 1922–, y otras cine sobre arte o gastronomía con proyecciones que, a su término, permitirán al espectador degustar los platos que aparecían en pantalla. «En Sección Oficial hay una mezcla de directores muy grandes con autores jóvenes que van a dar la sorpresa, con nueve primeras y segundas películas, y con ocho trabajos realizados por mujeres, que representan un fenómeno imparable en los últimos años… Todo lo que uno se puede imaginar que está pasando en el mundo está en Seminci este año», subrayó el director del festival, que no se ‘atrevió’ a garantizar que pueda producirse alguna sorpresa, en forma de aparición estelar –la dirección del certamen no ha conseguido traer a Valladolid a ni al ‘macho ibérico’ Bardem, ni a la ‘jamona’ Penélope Cruz ni al ‘niñato’ Jordi Mollá, como esta semana reconocía Angulo disgustado–, durante la celebración del festival.”

En fin, bueno sería desideologizar la Seminci, como ha pedido Gallardo, pero creo que muy difícil. Quizá tras la elecciones generales próximas, en las que esperamos se apee la ultraizquierda del gobierno del país.