“Miserable” Ana Samboal; “El Gobierno suma otros tres escándalos en un solo día”, de El Español; “Feijóo asegura que `estamos ante un Gobierno podrido´ y cree que Aldama `lo sabe todo´”, de C. S. Macías; y “Errejón debería ser el último al que se aplicase la Ley del `sí es sí´”, de Federico Jiménez Losantos
(A la Guardia Civil. Viñeta de Nieto en ABC el pasado día 31)
MISERABLE
Artículo de Ana Samboal publicado en El Debate el pasado día 31
Tiempo le ha faltado a Yolanda Díaz para, en los pasillos del Congreso, enarbolar el artículo 14 de la Constitución, en la que solo cree cuando le conviene, amenazando a los empresarios de la zona afectada por las lluvias con una inspección si exigían a sus trabajadores que se presentaran en el tajo.
Las catástrofes suelen sacar lo mejor y peor de cada ser humano, también de las sociedades que las padecen. Y este país no es una excepción. En las terribles últimas horas, miles de personas, ciudadanos anónimos, se habrán jugado literalmente la vida para auxiliar a sus semejantes. Los días que vienen, el que ya ha limpiado su casa echará una mano al vecino. Habrá lágrimas, abrazo, solidaridad, duelo.
Pero los momentos trágicos sacan también a la luz la faceta más vil de algunos individuos. Tiempo le ha faltado a Yolanda Díaz para, en los pasillos del Congreso, enarbolar el artículo 14 de la Constitución, en la que solo cree cuando le conviene, amenazando a los empresarios de la zona afectada por las lluvias con una inspección si exigían a sus trabajadores que se presentaran en el tajo. Sin prueba alguna de que alguien lo haya hecho. El diputado Rufián no ha tardado en secundarla. ¿Tanta inhumanidad se les supone en el Gobierno a los hombres y mujeres que están al frente de una empresa simplemente por el mero hecho de ejercer esa profesión? ¿O es que la montaña de prejuicios de esta señora la ciega?
No hace falta ser muy avispado para aventurar que, entre las decenas de personas que habrán perdido la vida, habrá algún empresario. Eso por no hablar de las instalaciones y maquinaria que habrán quedado destruidas, de los millones de euros de pérdidas que habrá provocado este horror. Serán culpables igualmente. Ellos no merecen la magnanimidad de la responsable de Trabajo. Yolanda Díaz, que tan despistada estuvo cuando una mujer se quejó en 2023 de que Errejón la acosaba, que tan generosa ha sido con la vida aparentemente desordenada de su portavoz en el Congreso, incluso con ella misma, que solo ha pedido perdón por, presuntamente, no enterarse de nada, niega a las víctimas de una tragedia su supuesta humanidad, únicamente por su condición de empresarios.
Lamentablemente, las desgracias como esta ocurren. Y hay personas, le guste o no a la señora, que están obligadas a trabajar y que se juegan la vida en el empeño. Son militares, policías, guardias civiles, protección civil, a los que, paradojas de la vida, este Gobierno se niega rotundamente a concederles la categoría de profesión de riesgo. Como si no se estuvieran jugando el pellejo. Se lo niegan, simplemente, para ahorrar en pensiones. No hay más. ¿Irá Yolanda Díaz, Constitución en mano, a amenazar con una inspección a Margarita Robles o a Marlaska? No, ni está ni se la espera.
Hay personas a las que el empleo les queda grande, muy grande.
Artículo en: https://www.eldebate.com/opinion/20241031/miserable_240663.html
EL GOBIERNO SUMA OTROS TRES ESCÁNDALOS EN UN SOLO DÍA
Artículo de El Español publicado en su web el pasado día 31
Ni siquiera una tragedia como la de la DANA ha sido suficiente para impedir que surjan tres nuevos escándalos alrededor del Gobierno. En circunstancias de normalidad, las informaciones sobre la DANA más destructiva de la historia de nuestro país habrían ocupado hoy toda la portada de EL ESPAÑOL. Pero ni siquiera una tragedia como esta ha sido suficiente para impedir que los escándalos que surgen a diario alrededor del Gobierno ocupen hoy parte de nuestra portada.
El primero de esos escándalos es la negativa del PSOE y de los socios parlamentarios del Gobierno a suspender, por respeto a las víctimas del temporal, la votación con la que estos se han repartido los consejeros del nuevo Consejo de Administración de RTVE.
Es decir, con la que han tomado el control de la televisión pública española.
Televisión de partido
La lista de los nombres escogidos por PSOE, Sumar, Podemos, ERC, EH Bildu, Junts y el PNV da fe del nulo interés del Gobierno y de sus socios por fingir siquiera una mínima apariencia de respeto por la pluralidad ideológica de nuestro país.
Entre los consejeros nombrados están Angélica Rubio, la directora de un medio de extrema izquierda, El Plural, y ex directora general de Coordinación Informativa en la Secretaría de Estado de Comunicación con José Luis Rodríguez Zapatero.
También Esther de la Mata, actual jefa de prensa del ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños.
No menos polémico es el nombre de José Pablo López, ex director de Contenidos de RTVE, que fue cesado a propuesta de la anterior presidenta interina, Elena López, a raíz de sus sonadas discrepancias por el fichaje de David Broncano.
También serán consejeros Rosa León, cantautora y exconcejal socialista, y Mercedes de Pablos, exdirectora de Canal Sur Radio de 1996 al año 2000.
El consejero de ERC será Sergi Sol, ex jefe de Comunicación de Oriol Junqueras, y el de Junts, Miquel Calçada, alias ‘Mikimoto’, conocido en Cataluña por su trabajo como presentador de TV3, pero también por la radicalidad de su independentismo.
La nueva RTVE no será ni plural, ni independiente, ni libre, ni representativa de la diversidad ideológica de la sociedad española. Y el análisis de los nombres escogidos para dirigirla demuestra que ni siquiera intentará parecerlo.
Un registro inédito
El segundo escándalo afecta al fiscal general del Estado, cuyo despacho ha sido registrado hoy por la UCO con el objetivo de incautarse y copiar todos los archivos de sus dispositivos electrónicos.
La operación ha sido ordenada por el juez de la Sala Penal del Tribunal Supremo Ángel Hurtado.
El registro del despacho del fiscal general del Estado por agentes de la policía judicial de la Guardia Civil es un hecho de una gravedad que resulta difícil de describir sin caer en el tremendismo.
Porque nunca jamás en democracia un juez se había visto obligado a ordenar una diligencia tan extrema como el registro y la incautación de los archivos y los dispositivos personales del número uno de la Fiscalía.
Una medida que da fe de la gravedad de las acusaciones que pesan sobre el fiscal general y a las que tanto el Gobierno de Pedro Sánchez como el propio Álvaro García Ortiz han restado importancia, en una huida desesperada hacia la nada y que sólo conseguirá degradar todavía más la imagen y el prestigio de la Fiscalía.
Dumping fiscal vasco
El último escándalo es el del pacto entre el Gobierno, el PNV y Junts para la eliminación del impuesto a las energéticas, algo que no conviene a ninguno de los dos partidos nacionalistas, y para el mantenimiento del impuesto a la banca, en forma de nueva figura tributaria, a cambio de la posibilidad de que este se «bonifique» en el País Vasco.
El PNV aprobará por tanto el nuevo impuesto a la banca a cambio de que este no se aplique, o se aplique de forma muy atenuada, en el País Vasco.
La posibilidad de que un partido nacionalista vote a favor de que el resto de España pague un impuesto del que ellos están liberados ofende a la racionalidad. Porque ya no se trata de que el PNV pueda negociar con el PSOE beneficios injustos para sí mismo, sino de que se le permita incluso imponer ‘castigos’ fiscales al resto del país.
Una medida que sólo cabe calificar de dumping fiscal, sobre todo viniendo de los mismos partidos que en el pasado han criticado las rebajas fiscales de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, cuando estas no son fruto de ningún privilegio, sino del margen regulatorio que las leyes permiten a todas las comunidades del régimen común.
La hipocresía, en resumen, salta a la vista.
FEIJÓO ASEGURA QUE «ESTAMOS ANTE UN GOBIERNO PODRIDO» Y CREE QUE ALDAMA «LO SABE TODO»
Artículo de C. S. Macías publicado en La Razón el pasado día 29
El líder del PP destaca que a su partido quien le importa es «el señor 1» de toda la trama. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha hecho este martes una crónica «lo más ajustada posible a la realidad» sobre los casos de corrupción que acechan al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al PSOE y a su Gobierno. «Estamos ante un Gobierno podrido» ha subrayado.
En una entrevista en Es Radio, el líder de los populares ha indicado que no habían citado aún a Pedro Sánchez a comparecer en la comisión de investigación del Senado del «caso Koldo» porque «yo estaba convencido de que había indicios de que había más cosas» como se han ido sabiendo en los últimos días. Se ha conocido que sí conocía a Víctor Aldama, que acude a su restaurante a celebrar el cumpleaños de José Luis Ábalos. «Solo tiene que preguntarle, si no, a su mujer; no podríamos haberle preguntado por todo lo que estábamos sabiendo», apuntó. Reconoció que al PP quien les interesa es «el señor 1 de la trama» y que todos los demás, aunque están implicados once ministerios, entre ellos el de Interior en el que Grande-Marlaska he intentado controlar la investigación de la UCO, se dio un chivatazo, etc. no son los principales. Asimismo, ha apuntado que «Sánchez depende de lo que diga Aldama, Koldo, Ábalos y Puigdemont» por lo que ha insistido en que la mejor salida del jefe del Ejecutivo es que convoque una rueda de prensa, diga la verdad y dimita.
Feijóo ha recordado que él trabajó en el ministerio de Fomento hace años y se preguntó cuando se enteró de la trama de las mascarillas que qué habrían hecho en un Ministerio, que es el primer inversor del Estado, con el que era el número dos de Sánchez. «Yo no me creía que el problema de Ábalos y Sánchez era solo las mascarillas. Pensé que estábamos ante una trama» donde ha recordado que se han ido conociendo la presencia de todos los protagonistas de la trama en el caso Delcy. «Pensé que si se le dejaba trabajar a la UCO, si se instruye el sumario, la mascarilla es lo primero que sabemos pero veremos cuántas cosas hay detrás. Jamás hemos tenido a un presidente del Gobierno tan cercado por la corrupción» en nuestro país.
También ha hecho referencia al «caso Errejón» donde ha apuntado que es «una jaula de grillos» dando, además, tres versiones diferentes y ha apuntado que no son hechos que afecten solo a Sumar sino a todo el Gobierno.
Feijóo ha asegurado que el PP está preparado para «cualquier acontecimiento y supuesto» que van desde unas elecciones próximas, a que intente aprobar el presupuesto. «Estamos preparados para todo» porque «el PP no puede esperar a que Sánchez deje de delinquir para que comencemos a hacer propuestas y explicar a los españoles que hay otra forma de gobernar». «Es evidente que el presidente del Gobierno no tiene principios ni moral. Sigo pensando que Aldama sabe todo, si tiene negocios Sánchez o no, los negocios de la mujer, o la vinculación del partido».
ERREJÓN DEBERÍA SER EL ÚLTIMO AL QUE SE APLICASE LA LEY DEL «SÍ ES SÍ»
Artículo de Federico Jiménez Losantos publicado en Libertad Digital el pasado día 27
El PP debería atacar la ley, que permite criticar a Errejón por hipócrita y a la artista que usa el «sí es sí» como un alka-seltzer tres años después.
Anda contentísima la gente antisanchista y podemófoba, porque, de creer al tribunal de La Manada, que es cualquier tribunal español que aplique esa ley infame, a Errejón se le caerá la Ley del «sí es sí», es decir, sin garantía alguna y bajo el principio de que todo lo que diga la víctima, si es mujer, no debe estar sujeto a las pruebas que demuestren la veracidad de su denuncia. Hermana, yo sí te creo y condeno a este violador, que, por hombre, lo es. No se dan cuenta los que hablan de «justicia poética», de que eso no es justicia ni poesía. Es un tribunal soviético que juzga lo que en ese momento conviene al partido, y si, antes del juicio, lincha a uno de los suyos, es para ensalzar su sentido de la justicia castigando a un camarada extraviado. Pero Errejón, bebé probeta de Alberto Fernández, el presidente argentino que se proclamó «el primer feminista» para ligar con las titiriteras de su cuerda, era el ídolo de las que coreaban que la denuncia de cualquier mujer contra cualquier hombre era cierta, sin necesidad de pruebas: la ley del «Sí es sí».
Las tricoteuses de la guillotina política
A Errejón lo han juzgado y condenado ya unas tricoteuses como las que se sentaban, sin perder un punto, a ver caer la cabeza de los guillotinados por Robespierre. Estas periodistas y políticas, carceleras de lo políticamente correcto, dicen que hace años que se conocían los abusos de Errejón. No lo denunciaron entonces. ¿Y ahora hay que hacerles caso y condenar sin juicio para dar ejemplo? ¿Ejemplo, de qué? ¿De lo mentirosas que eran o de lo abyectas que son? La propia denunciante, gran admiradora de la doctrina del denunciado, dice que tardó tres años en denunciarlo «por ser quien era». Cabría añadir: y por ser tú como eres, o sea, como él, defensora de una idea sólo cuando te conviene. La denuncia retrata a un demagogo en nombre del feminismo y a una actriz feminista cómplice del que dice que la atropelló.
¿Eso significa que no haya habido abuso? No. Significa que la Ley a que se acoge, aunque obra del presunto abusador, debe ser derogada de inmediato. Y que cuando los plastilinos del PP asumen el discurso contra la «violencia machista» hacen suya una doctrina que es la muerte del Estado de Derecho. Errejón debería ser el último condenado por la ley del «sí es sí», porque condenado está antes de juicio por la propia ley y la manada de opinadoras de su cuerda. Pablenín, azotándolo hasta sangrar, ha dicho que gracias a esa ley se hará justicia con su antes íntimo y ahora enemigo. ¡Justicia soviética!
El tribunal popular de la camarada Fallarás
Lo que estamos viviendo, es un episodio más de la ley del «Sí es sí», de Pablenin, Trotskitín y la Chiang Ching podemita, Irenechín, que sigue la doctrina comunista de la justicia en cuadrilla, la de los juzgados populares, tan activos y asesinos en nuestra guerra civil, que se basa en la supresión de todas las garantías del derecho en favor de la acusación «de clase», no para condenar a un culpable, sino al que convenga a la revolución. Donde dice «de clase» léase «de género» y sale la ley de marras. Pero lo importante no es la ley, sino el jurado popular que la sanciona, el de la propaganda de los periodistas comisarios y los propagandistas de saldo. Cualquier personaje desprestigiado o cualquier partido muerto en las urnas pueden resucitar si se reinventan como ejecutores de la justicia popular, en este caso de género, para alegrar a las tricoteuses del Terror y aterrorizar a la Oposición.
Es el caso de Cristina Fallarás, que había hecho tanto honor a su apellido que compartía el desprestigio de toda la horda podemita. Pero tras ejecutar junto al Público de Pablenín la venganza del antiguo jefe, aireando denuncias anónimas y supuestamente espontáneas, dijo que tenía denuncias contra «abusadores de otros partidos», le cerraron un rato Instagram y se lo volvieron a abrir, más publicidad. Pero la técnica es la de la Manada: una checa mediática sin pruebas y un ventilador para disimular la hedionda evidencia de los feministas rojos, violadores, sí, pero por lo que tienen de fascistas. Errejón, en su grotesca carta autocrítica, típicamente comunista, establece las responsabilidades políticamente correctas de sus abusos: los verdaderos culpables son el neoliberalismo y el patriarcado, así que él, en el fondo, es también víctima por nacer hombre y violador como los demás.
La derecha, ya digo, disfruta lo que ven como un resbalón de los que reparten culpabilidades machistas a toda la oposición. No entienden que, si cuaja el discurso que exculpa al partido, salvo por su tardanza, no por su condición de secta mafiosa, encubridora de violadores si son de los suyos, la Izquierda seguirá impartiendo su justicia de género y, en vez de Errejón, el fiscal será Pablenin (el azotador) o Fallarás (a tu favor). La Derecha se enfrenta siempre al mismo problema: aceptar o rechazar la superioridad moral de la Izquierda. Lo explicó Hegel -y lo amplió Kojève- estudiando la dialéctica del Amo y el Esclavo: el Amo sólo puede serlo si el Esclavo lo reconoce como tal. La fuerza importa, pero no es decisiva en la sumisión. Sin lucha, el Amo es inamovible; si no se le reconoce, caerá. La clave es rechazar frontalmente el discurso -el Relato, de Rodríguez Herrera en LD- que niega legitimidad al Estado de Derecho e impone la ley del «sí es sí».
Cuando la Derecha traga el discurso de género de la Izquierda
Tanto el PP como Ciudadanos hicieron suyas en su día las causas que la Izquierda impuso como feminismo canónico, aun siendo antifeministas. El juicio repetido sobre La Manada y el caso de Juana Rivas, negaciones del Estado de Derecho que derogaban la lucha feminista histórica liberal, fueron dos atrocidades en las que el vocerío callejero sustituyó al debate cívico. En el primer caso, el Supremo desautorizó a los jueces naturales de navarra. En el segundo, el secuestro y maltrato de su hijo por Juana Rivas fue ocultado contra toda evidencia y el testimonio del padre, al que Rajoy y Rivera ni oyeron. Albert cortó la crítica a la ideología de género de Marta Rivera de la Cruz en las Cortes e Inés acabó votando la Ley del «Sí es sí». En ambos casos, por puro oportunismo, ante unas encuestas hechas en plena campaña de propaganda izquierdista, de Podemos al PSOE y la ETA.
Entonces, Vox no había despegado, y el PP se dividió: Ayuso y Cayetana siempre han estado contra el discurso de género y se negaron a acudir a la luctuosa manifestación del 8M de 2020. Cuca, naturalmente, acudió. Hoy es la secretaria general del PP de Feijóo, que, siempre acomplejado, apenas ha emitido algún maullidito, una leve risita a cuenta de Errejón, en vez de aprovechar el caso e iniciar la deslegitimación pública de la ley del Sí es sí. Si ahora no agita a la opinión pública contra ese crimen, ¿cuándo lo hará? El precedente es letal. Rajoy, con mayoría absoluta, no hizo nada de lo que prometió. Y este PP de la conciliación, que teme llamar a Begoña al Senado y sigue empeñado en alejarse de Ayuso ¿qué esperanza nos deja? Ninguna.
Flaquezas del relato de Sumar que puede aprovechar la Derecha
Aunque desde la vuelta del verano Feijóo se ha empeñado en mostrar su peor cara, con todos los complejos de ayer y el freno provinciano de hoy, la estrategia de Sumar, que fatalmente arrastra al PSOE, le da una nueva oportunidad de despertar, mejorar las relaciones con Vox, si se deja, acabar con la luz de gas a Ayuso, gasear a los chanquetes de Génova 13 y pasar al ataque. Sin cuquerías ni cucadas: al ataque. Está claro que tanto Yolanda como MeMa, Urtasun, Bergerot, Arenillas y demás, sabían lo de Errejón. Como Sánchez está contra la pared, sólo le faltaba la foto con Aldama, no puede encabezar la voladura controlada de Sumar. Y debe impedir que sea Iglesias el que lo vuele, porque el cambio de cromos le saldría carísimo y porque en el camino puede perder el poco crédito electoral que le quedaba.
Eso deja al Gobierno en manos de la Oposición, si es capaz de crear un escenario de guerra que bloquee su obsesiva estrategia contra Ayuso. No tiene otra, o no tiene más, de ahí la estupidez de haberla dejado sola, como si no hubiera demostrado ya que sobrevive mejor sin el apoyo del partido. A mi juicio, que sé no atenderá, porque este otoño es el de la caída de la hoja de parra que escondía las vergüenzas de un PP sin estrategia ni táctica, debería centrar sus ataques en la Ley del Sí es sí, que permite criticar tanto a Errejón por hipócrita, como a la artista que, tres años después, denuncia a su ídolo y supuesto maltratador sexual con el que dice, «estaba ilusionada». Si el tío muestra la hipocresía comunista y su desprecio real a las mujeres, la tía prueba que cualquiera puede utilizar la Ley como un alka-seltzer para la resaca matinal de una mala noche ¡tres años después», en los que no dejó de seguirlo en las redes, reírle las gracias y quién sabe qué más intimidades.
Una querella rechazable, una oportunidad contra Sánchez
Ningún juez debería admitir la denuncia, pese a la ley vigente. Como han dicho dos tribunales sobre las demandas a Peinado de Pedro y Begoña, no hay justificación ni pruebas, y parece más una venganza personal que la tardía pretensión de buscar justicia. Sólo le faltaba llamar neanderthales a los que ven la denuncia de la actriz como un alarde de irresponsabilidad y cara dura. Con razón era su ídolo Errejón, tan tramposa y faltona como él. La ley retrata a las dos partes, fruto podrido de un engendro jurídico. Y a sus autores y defensores. Centrarse en los defectos de la ley y no en esos dos discapacitados morales, parece más inteligente y rentable a largo plazo.
Pero, sobre todo, lo que une a Sumar y al PSOE es el uso permanente de la mentira, la farsa de predicar unas ideas que luego no se practican. La Izquierda actual no es sólo una ruina y un error, es la dictadura de la trola. Insistir en eso, sin temer al «y tú más», permitirá aprovechar lo que no es un fallo anecdótico, sino sistémico o sistemático, ideológico y político. No es un caso particular, sino global; hay que atacar a la ley, no a la excepción. Ojalá despierten este PP durmiente y su política, que es todo menos bella.