Por José María Arévalo
(Jose María Hinojosa Lasarte)
No paramos de oír y leer elogios de Federico García Lorca y condenas de cómo fue asesinado en nuestra guerra civil por individuos nacionales, pero nadie menciona otros literatos que fueron también asesinados pero por republicanos, como su amigo Jose María Hinojosa Lasarte. Así que me parece de justicia hacer una reseña de éste.
Jose María Hinojosa, poeta de la Generación del 27, nació en Campillos, Málaga el 17 de septiembre de 1904 y falleció el 22 de agosto de 1936. Introdujo en España la poesía surrealista y fue codirector en 1929, junto con Emilio Prados, de la revista Litoral.
Murió asesinado en 1936 al comenzar la guerra civil española, en el curso de una de las sacas que las fuerzas republicanas efectuaron en la Málaga posterior al golpe de Estado en España de julio de 1936.
Perteneciente a familia de hacendados, conservadora y muy religiosa, en 1914 llegaría a Málaga, desde Alameda, para cursar el bachillerato como alumno interno en el Colegio San Fernando que estaba situado en la calle de la Victoria número 9. En 1918 toda su familia se trasladaría a Málaga.
A comienzos de la década de los años veinte, Hinojosa comenzaría a relacionarse con la bohemia artística de la ciudad que se reunía en las tertulias del Café Inglés en la malagueña calle Larios, conociendo a otros jóvenes poetas como Emilio Prados, Manuel Altolaguirre y José María Souvirón o a José Moreno Villa, perteneciente a la generación anterior. En 1921 se matricula en la Universidad de Granada para cursar Derecho, y allí entablaría amistad con Federico García Lorca, finalizando sus estudios en Madrid, donde se licenciaría en 1926. En la capital del reino, y desde finales de 1923, entraría en contacto con los ambientes poéticos y pictóricos, convirtiéndose en testigo de las vanguardias artísticas de aquellos años.
En 1923, junto a Manuel Altolaguirre y José María Souvirón edita la revista Ambos, con ecos deldadaísmo, expresionismo y futurismo, y agrupando literatura, pintura y música, creación, crítica y traducciones, que marcaría la línea de posteriores y relevantes revistas malagueñas como Vida Gráfica o Litoral. Hinojosa publicaría en Ambos sus primeros versos, Poema de Invierno.
Obras
Sus primeros libros Poema del campo (Madrid, 1925) y Poesía de perfil (París, 1926) poseen una índole arcádica y simbolista, influida por Juan Ramón Jiménez, en arte menor. El poeta de Moguer se referirá a Hinojosa por estas publicaciones como «… vívido, gráfico poeta agreste». Atraído por las vanguardias, pero también para estudiar francés en la Sorbona, viajó a París en 1925, trabando amistad con la joven generación de pintores —entre los españoles, los de la Escuela de París: Joaquín Peinado, Bores, Ángeles Ortiz, Benjamín Palencia…— y escritores de su época —el escritor cubano José María Chacón y Calvo, el hispanista francés Jean Cassou— y asimilando las estéticas de vanguardia, entre ellas el surrealismo de André Breton, hacia donde orientaría su obra poética.
En 1927 publica su libro poético La rosa de los vientos (Málaga, 1927), su libro más breve, con dieciséis poemas y prólogo, donde son patentes las huellas de las vanguardias, el futurismo y el ultraísmo. Sus publicaciones aparecían en bellas ediciones de autor con ilustraciones de sus amigos pintores como Dalí, Bores, Benjamín Palencia o Moreno Villa.
En 1928, tras una breve estancia en Londres, realiza un viaje por los países nórdicos y la Unión Soviética con José Bergamín y Rosario Arniches, en viaje de bodas, y vuelve desilusionado de los logros de la revolución rusa. Él protegió a Dalí y a Gala cuando pasaron unas vacaciones en Torremolinos tras escapar de Paul Éluard. Ese mismo año se convertiría en coodirector de la revista Litoral, junto a sus fundadores.
Publica Orillas de la luz (Málaga, 1928) y la La flor de Californía (sic) (Madrid, 1928), ambos escritos en 1927 —aunque algunos textos de La flor de Californía son de 1925— y que muestran un autor dueño de un mundo propio y original. En La flor de Californía hay reminiscencias de Los cantos de Maldoror, de Isidore Ducasse, conde de Lautréamont, y chispazos poéticos humorísticos inspirados por Ramón Gómez de la Serna. En su segunda parte, «Textos oníricos», desaparece ahora la leve trama argumental de los capítulos iniciales y el relato se convierte en poema en prosa, en un ejercicio de escritura automática plenamente surrealista. El libro representa uno de los hitos más significativos del surrealismo español, siendo además el primer libro de este estilo publicado en España, editado junto a dibujos de Joaquín Peinado el 12 de abril de 1928 por la Imprenta Sur. El surrealismo de Hinojosa se adelanta al de Lorca (Poeta en Nueva York) o Alberti (Sobre los ángeles).
Injustificadamente, y debido al contexto histórico fuertemente ideologizado, politizado y radical, Hinojosa sufrió fuertes críticas provenientes de autores o críticos comunistas como Bergamín o de Juan Ramón Masoliver, que lo descalificaban, ninguneando su obra, denominándolo «bohemio con cuenta » o «señorito andaluz».
En 1931 publicaría su último libro, La sangre en libertad, también surrealista. Un año antes había comenzado su relación —con muchas fluctuaciones sentimentales— con Ana Freüller Valls, algo que se deja notar en la obra, repleta de vívidas y violentas imágenes surrealistas, agonía y sexualidad, que parece prefigurar el final trágico del autor.
Significación político-cultural
Desde la proclamación de la II República iniciaría una intensa actividad política en partidos de la derecha antirrepublicana. Durante estos años publicaría más de ciento cincuenta artículos en la prensa de Málaga. En agosto de 1932 es detenido tras el pronunciamiento de Sanjurjo por sus mítines en la Comunión Tradicionalista, y puesto en libertad quince días más tarde. Tras las elecciones de 1933 sería nombrado delegado del Gobierno de la Conferencia Hidrográfica del Sur de España con sede en Málaga, durante unos meses.
En 1936 abre un bufete de abogados con José María Barrionuevo y se presenta a las elecciones generales de España de 1936 por el Partido Agrario Español aliado con la CEDA, sin resultar elegido diputado. Una semana después de la insurrección militar de 1936 es detenido, junto a su padre y su hermano, acusados de «fascistas». El 20 de julio habría visto por última vez a Ana Freüller.
El 22 de agosto de 1936, José María Hinojosa, su padre y su hermano, así como Luis Altolaguirre —hermano del escritor Manuel Altolaguirre— y cuarenta y seis detenidos más, serán asesinados mediante fusilamiento en la tapia del cementerio de San Rafael por un grupo de milicianos anarquistas y socialistas que había asaltado previamente la Prisión Provincial como represalia por los bombardeos de los depósitos de la Campsa efectuados al parecer por aviones alemanes en apoyo del ejército nacional.
José María Hinojosa es considerado uno de los representantes principales de la tendencia anticomunista dentro de la vanguardia artístico-literaria española, junto con Ernesto Giménez Caballero y Ramón Sijé.