Voz del sur

Julio Frank Salgado

El año de la gran reversa constituyente (2022)

Después de abrir por primera vez la posibilidad de una Constitución actualizada y generada democráticamente, la mayoría ciudadana chilena prefirió quedarse con la vieja y autoritaria, sus incentivos individualistas, sus políticos de siempre y sus medios unidos en la causa.

El año de la gran reversa constituyente (2022)
“Fake News”, citadas en “La Constituyente” (2022), libro del ex convencional Jorge Baradit. J.F.S.

Iba a ser el año de la Constituyente (Convención Constitucional) y lo fue, pese a todo. Por primera vez en su historia, Chile entró en el proceso político más trascendente, la redacción de una nueva Constitución, en un marco de plena democracia: manifestaciones populares callejeras que así lo exigían –la expresión cívica del “estallido social”-; una elite política que cedió, por fin, a esa presión y trazó -aunque incrédula- las líneas y el calendario respectivos; un plebiscito ratificatorio que bordeó el 80 por ciento; un órgano redactor enteramente elegido y con fuerte presencia independiente, y la aprobación de cada norma constituyente por el alto quorum de dos tercios. Resultado final, una Constitución realmente nueva: Estado Social de Derecho, amplio catálogo de derechos sociales, incluida la comunicación pública; defensa del medioambiente, paridad de género, estado regional y plurinacional, sistema político bicameral modificado y participación popular directa, entre los principales aportes. La democracia entendida en su esencia.

Dicho proceso superaba así varios escollos, los propios de convencionales sin experiencia, naturalmente, en la tarea específica que asumían y no pocos reñidos con el protocolo, aunque sólo temporalmente los ajenos, instalados por una elite política, económica y tradicionalista favorecida por normas constitucionales impuestas en dictadura y poseedora de un poder mediático sin competencia.

A seis meses del plebiscito de salida, el nuevo texto parecía salir adelante, según las encuestas cotidianas. Al mes siguiente, sin embargo, el favoritismo ciudadano se invirtió bruscamente.

La siguiente cronología personal es una selección temática que recuerda el proceso de reversión de la opinión pública durante los últimos meses del proceso constituyente chileno de 2022. Se basa en cifras de dos de las encuestas que se acercaron mes a mes al resultado del plebiscito del 4 de septiembre: las de Pulso Ciudadano, de Activa, y Cadem-Plaza Pública. Incluye también algunos temas del sondeo del Centro de Estudios Públicos (CEP) –llamado “el oráculo de la política chilena”- y el Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR).

Preferencias coincidentes

En enero de 2021, tres meses después del plebiscito que arrojó casi un 80 por ciento para una nueva Constitución y una convención constitucional ciento por ciento elegida, una encuesta apuntaba las primeras preferencias temáticas populares, todas ellas incluidas finalmente en la propuesta de nueva Constitución:

Es preferible:
-Que los derechos a la salud y a la educación sean garantizados por la Constitución: 92%
-Un Estado plurinacional que reconozca a los pueblos originarios: 83%
-Que se reconozca el derecho de propiedad como un derecho fundamental: 74%
-Que el Estado participe directamente en aquellas actividades que incidan en necesidades públicas, reduciendo el espacio de los particulares: 65%.

Apruebo Nueva Constitución: 74%.

(Encuesta Cadem-Plaza Pública).

En marzo siguiente, dos meses antes de la elección de convencionales, fue publicado un estudio sobre temas constitucionales indígenas. La siguiente idea estuvo entre las primeras propuestas aprobadas, un año después, para ser ingresadas al borrador de nueva Constitución:

“Los pueblos originarios debiesen contar con un sistema de justicia especial que respete sus tradiciones y costumbres: 69%”.

(Encuesta del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas).

Confianza en constituyentes

Elegidos los 155 convencionales en la doble jornada electoral del 15 y 16 de mayo de 2021, la confianza ciudadana en los futuros constituyentes sumaba 78,9 por ciento:

Confianza en los convencionales elegidos: 50,4%
Mediana confianza: 28,5%.

(Encuesta Pulso Ciudadano).

Al asumir, en julio, dicha confianza era del 72,8 por ciento, en tanto la principal responsabilidad del problemático inicio de la Convención era atribuida al gobierno de Sebastián Piñera:

Confianza en la Convención Constitucional: 43,6%
Mediana confianza: 29,2%.

Responsabilidad del fallido inicio de la Convención Constitucional:
Del gobierno: 48,6%
De la Convención Constitucional: 5%.

(Encuesta Pulso Ciudadano).

Normas aprobadas

En febrero de 2022, las primeras propuestas aprobadas por la Convención, aquellas sobre Justicia y Forma de Estado, recibían apoyo mayoritario, pero, en contraste, la confianza en los convencionales bajaba a 51,3%:

Normas aprobadas sobre el Sistema Nacional de Justicia (*)
De acuerdo: 43,8%
Ni de acuerdo ni en desacuerdo: 27,7%.

Normas aprobadas sobre la forma de Estado (**)
De acuerdo: 44,2%
Ni de acuerdo ni en desacuerdo: 22,2%.

Confianza en los convencionales elegidos: 29,4%
Mediana confianza: 21,9
Nada/Poca confianza: 48,7%.

(Encuesta Pulso Ciudadano).

(*) Basado en el pluralismo jurídico, que incluía un sistema de justicia indígena especial.
(**) Estado regional, plurinacional e intercultural.

En marzo, un sondeo revelaba que la norma aprobada sobre aborto libre tenía mayor adhesión:

Norma aprobada sobre interrupción voluntaria del embarazo
De acuerdo: 44,7%
En desacuerdo: 35,2%.

(Encuesta Pulso Ciudadano).

La opción “Apruebo” se imponía en las dos encuestas:

Apruebo Nueva Constitución: 46%
Rechazo Nueva Constitución: 36%.

(Encuesta Cadem-Plaza Pública).

Apruebo Nueva Constitución: 37,7%
Rechazo Nueva Constitución: 31,2%.

(Encuesta Pulso Ciudadano).

“Tu platita” y el quiebre

También en marzo, a fines de ese mes, el convencional de derecha Bernardo Fontaine declaraba sobre la propuesta constituyente de sistema de seguridad social: “Los trabajadores ya no serán dueños de sus ahorros previsionales”.

(Diario de circulación nacional Las Ultimas Noticias, de la cadena El Mercurio, titular principal).

Dicho constituyente, como sus cercanos, sostenía que un eventual cambio del actual sistema previsional privado a uno estatal –de reparto-, como lo propuesto, permitiría el traspaso automático al Estado de todos los fondos previsionales ahorrados por los cotizantes y ya no serían heredables. La declaración de Fontaine se sumó a una especulación similar, en el sentido que el derecho a vivienda digna no contemplaba la propiedad de ésta sino su arriendo al Estado, convirtiéndose ambas en las fake news estrellas de la campaña final de la opción “Rechazo”. Mediante frases impactantes tales como “Te quitarán tu platita” y “Te quitarán tu casita”, un extendido y bien financiado entramado de alarma y desinformación cubrió las redes sociales y personales contra la propuesta de nueva Constitución, acrecentado por privilegiadas intervenciones de opositores al nuevo texto en medios de comunicación tradicionales, debates dirigidos en la televisión abierta, exposiciones de convencionales de derecha en sus salidas a terreno, mensajes de Whatsapp y volantes diversos (algunos de diseño parecido al de la Convención).

La gran repercusión pública y privada alcanzada por las noticias falsas dejó como simples testimonios las aclaraciones y correcciones de convencionales de mayoría, así como la contrainformación de medios digitales independientes, como Ciper y El Ciudadano, entre otros.

Marcha atrás

Sólo un mes después, en abril, la tendencia se invirtió rápidamente: la opción “Rechazo” apareció mayoritaria por claro margen en ambos registros, mientras la confianza ciudadana en la Convención se desplomaba, a pesar de que el ciudadano informado sobre el proceso constituyente alcanzaba poco más de un tercio:

Apruebo Nueva Constitución: 40%
Rechazo Nueva Constitución: 46%.

(Encuesta Cadem-Plaza Pública).

Apruebo Nueva Constitución: 29,1%
Rechazo Nueva Constitución: 40,5%.

Confianza en la Convención Constitucional: 20,1%
Nada/Poca confianza: 55,2%

Nivel de información pública sobre el proceso constituyente:
Informado: 35,8%
Poco/Nada informado: 29,7%

(Encuesta Pulso Ciudadano).

“Peor que la de Pinochet”

En mayo y ya terminado, el borrador de la nueva Constitución era reprobado por el 40,4 por ciento de los encuestados e incluso el 46 por ciento lo consideraba peor que la Constitución vigente (de Pinochet-Lagos), pese a que otro tanto admitía que no lo había leído:

Evaluación del borrador de nueva Constitución:
Buena/Muy buena: 30,6%
Mala/Muy mala: 40,4%.

Comparación del borrador de nueva Constitución con la Constitución vigente:
Mejor: 32,9%
Peor: 46%.

Lectura del borrador de nueva Constitución:
Sólo algunos artículos: 46,9%
No lo ha leído: 42,6%.

(Encuesta Pulso Ciudadano).

Políticos en el suelo

También en mayo, una encuesta del CEP situaba a legisladores y partidos políticos en los últimos lugares de la escala ciudadana de valores; en cambio, las fuerzas armadas y las policías -y las radioemisoras, hostiles, en general, al proceso- aparecían entre los cinco primeros lugares (pese a algunos escándalos judiciales de altos militares y miembros de la policía uniformada):

Confianza en algunas instituciones:
Las universidades: 54%
PDI (policía civil): 45%
Radios: 44%
Carabineros (policía uniformada): 38%
Fuerzas Armadas: 36%

Senado: 10%
Cámara de Diputados: 10%
Partidos políticos: 4%.

(Encuesta del Centro de Estudios Públicos).

Depresión colectiva

Agudizada la tendencia, en junio el sentimiento popular detectado hacia el proceso era deprimente:

Sentimientos ante el proceso constituyente
Incertidumbre: 63,4%
Inseguridad: 59,5%
Miedo: 32,7%.

(Encuesta Pulso Ciudadano).

Suerte echada

Dos meses antes del plebiscito de salida, el resultado parecía inevitable:

Apruebo Nueva Constitución: 39,6%
Rechazo Nueva Constitución: 60,4%.

(Pronóstico electoral de Pulso Ciudadano).

Voto poco informado, pero decidido

Pese a que, durante el mes anterior al plebiscito (agosto), sólo uno de cada cuatro chilenos declaraba haber leído completamente la propuesta de nueva Constitución de la Convención Constitucional, y otro tanto, prácticamente, no haberla leído en absoluto, cuatro de cada cinco tenían decidido su voto:

Lectura de la propuesta de nueva Constitución presentada por la Convención Constitucional:
Completa: 27,9%
Sólo algunos artículos: 49,1%
No la ha leído: 23%.

Decisión de voto:
Decidido: 81,3%.

(Encuesta Pulso Ciudadano).

Vuelta a lo de siempre

El contundente triunfo de la opción “Rechazo” -62 por ciento de los votos- no hizo sino reforzar las prioridades ciudadanas habituales:

Prioridades del país:
Controlar la delincuencia: 73,3%
Controlar la inflación: 64,8%
Crecimiento económico: 44,4%.

(Encuesta Pulso Ciudadano).

¿Cuál estallido?

El “estallido social” mismo corrió peor suerte que la frustrada Convención Constitucional:

Percepción sobre el estallido social de 2019:
Positiva: 28,8%
Negativa: 54,1%.

(Encuesta Pulso Ciudadano).

Pueblo versus pueblo

La opción “Rechazo” ganó por una vía indiscutiblemente democrática, en forma categórica, en todas las regiones del país, en el 97 por ciento de sus comunas y con una cifra récord de participantes: más de 13 millones, muchos de ellos impulsados por el voto obligatorio. No obstante, significó a la vez que por primera vez también el pueblo chileno renegara del proceso político más importante de su existencia, de sus pares que lo habían encabezado y de una extensa normativa constitucional que lo ponían a la altura de una sociedad democrática moderna. Decidió no derogar una Constitución votada fraudulentamente y largamente cuestionada, prefiriendo su autoritarismo pragmático y aparentemente más atractivo para el progreso económico individual, en lugar de sumirse en una encendida discusión acerca de nuevas leyes y futuras reformas que la institucionalidad propuesta demandaba en su pretendido afán por lo colectivo y mayor equidad.

La reforma constitucional respectiva determinaba que el triunfo del “Rechazo” significaba simplemente continuar bajo la Constitución de 1980 y su principal cambio durante la transición, firmado por el Presidente Ricardo Lagos en 2005. Eso es lo que ha ocurrido, pero la derecha, cuyos principales dirigentes -incluyendo el ex Presidente Piñera- se habían ocultado de la opinión pública durante la campaña dada su mala imagen, ha aprovechado de retomar el liderazgo político e impulsa ahora, sin mayor entusiasmo, un acuerdo con el actual oficialismo para un cambio constitucional a través de un -así llamado- “nuevo proceso constituyente”, mientras trata de borrar la historia constitucional de los últimos tres años, redactores incluidos. Y su conglomerado mediático afín, esta vez, adhiere desde la misma noche del 4S.

¿Qué nueva Constitución se podría esperar de políticos administradores de un legado antiestatal, que nunca se allanaron a reformas estructurales que alteraran bases ultraliberales, de libertades individuales por sobre derechos sociales, mentalidad de clase y centralista, prejuicios machistas y de raza, sistema institucional cerrado y poco confiable y doctrina consumista? ¿De una democracia entendida como acuerdos políticos cupulares para poderes fácticos y legitimada popularmente sólo en la urna?

Todo eso parece haber reconocido, preferido y votado el pueblo chileno por amplia mayoria en 2022. Considerando que los ánimos se calmaron tras conocerse el resultado y que se volvió a la rutina diaria, podría estimarse que primó una especie de sensatez muy práctica. Habría que saber, no obstante, qué fue de la fobia anticomunista manifestada hacia la propuesta constituyente y sus autores y adherentes no sólo desde la elite. Durante la pasada campaña en las calles, fui testigo presencial de agresivas reacciones desde el pueblo rechacista (guardia de seguridad, taxista, peatón apurado) hacia el pueblo apruebista (volanteros), la mayor de las cuales instaba a éstos a meterse su “mamarracho” por buena parte…

Julio Frank Salgado

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Julio Frank Salgado

Periodista y bloguero chileno. Reportero y editor en medios de comunicación impresos, radiales, televisivos y digitales en Chile. Ciberactivista independiente. Autor de "Médicos en la Historia de Chile" (2005), "Idolos de blanco" (2011) y "Forjadores de la Odontología chilena" (inédito). Desde 2005 en la blogosfera de PD.

Julio Frank Salgado

Periodista y bloguero chileno. Reportero y editor en medios de comunicación impresos, radiales, televisivos y digitales en Chile. Ciberactivista independiente. Autor de "Médicos en la Historia de Chile" (2005), "Idolos de blanco" (2011) y "Forjadores de la Odontología chilena" (inédito). Desde 2005 en la blogosfera de PD.

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