En tiempos de coronavirus, la mascarilla se ha convertido en un complemento más de nuestro look, pero saber usarla correctamente es tan importante, e incluso más, que introducirla en nuestra ‘nueva’ rutina.
Aunque el manual de uso recomienda «no tocarla» y José Jonay Ojeda, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), menciona que la idea es «no retirarla hasta volver» (y tirarla), si te hallas en la calle y deseas guardarla por unos minutos, has de quitártela tocando exclusivamente las gomas laterales, eso sí, con las manos completamente desinfectadas.
Después, solo habrá que plegarla por la mitad sin palpar la zona exterior y con el interior hacia adentro e introducirla en una bolsa con cierre hermético zip.
Cabe recordar que de ningún modo utilizaremos una mascarilla que tenga rasgaduras o agujeros, lo cual comprobaremos revisándola a contraluz, o que no nos cubra correctamente.
¿Y las mascarillas de tela?
Si se dice que, en el caso de las mascarillas quirúrgicas, pueden caducarse en su mismo estreno, en cuanto a las reutilizabas de tela, el Ministerio de Sanidad insta a cambiarlas en el momento en que hayan perdido alguna de sus cualidades iniciales.
Es importante recordar que hemos de lavarlas a diario si su uso es tal, ya sea con lavadora, con agua a una temperatura de entre 60º y 90º o un ciclo normal.
La desinfección de mascarillas en el horno, en el microondas o con luz ultravioleta, por otro lado, está absolutamente desaconsejada, pues podrían perder efectividad.
