Prosigue con acierto el CDN atendiendo a tantos autores y obras que lo merecen
Domingo Miras va a cumplir 79 años y recibió el Premio Nacional de Literatura Dramática ya más que jubilado. Un desconocido para el público, un funcionario que escribiendo en su tiempo libre tiene 23 obras publicadas entre dramas actuales, históricos y de tema mitológico, además de no pocas versiones de clásicos. Estrena ahora por vez primera -creemos- en las debidas condiciones. Por eso dicen que la paciencia es el único sustento del escritor en España. ‘La monja alférez’ -un título casi imposible de vender en estos tiempos- es sin embargo una buena obra con una notable puesta en escena. La obra se escribió en 1986, se estrena en 2013: ¿más vale tarde que nunca?
Se trata de una dramatización libre de un personaje histórico excepcional, la joven vasca Catalina de Eraúso, que a principios del siglo XVII huye del convento y se transmuta en hombre, Alonso Díaz Ramírez de Guzmán, única manera entonces de poder vivir aventuras y buscar un destino propio. Tan bien simula su cambio de sexo que tras empleos ocasionales de criado se convierte en espadachín de mérito y forajido legendario en el Nuevo Mundo. En busca y captura, huyendo por los confines del virreinato, acierta a cambiar de vida, se enrola en el ejército y tan bravo combatiente resulta que es promovida a alférez por el rey Felipe IV y autorizada a vestir de hombre por el Papa Urbano VIII a pesar de revelar su naturaleza femenina. Un caso excepcional en aquella época, una leyenda en aquella España imperial, una heroína famosa que finalmente decide retirarse como arriero en su amada hispanoamérica, al parecer cansada de ser objeto de admiración y pábulo de invenciones.
Murió a los 58 años en México y aún se conserva su tumba en la Iglesia de San Juan de Dios de la ciudad de Orizaba, en Veracruz. Existe un retrato de Catalina, fechado en 1626 y atribuido indistintamente al sevillano Pacheco y al flamenco Juan van der Hamen. Sus memorias no fueron publicadas hasta 1829; fue entonces cuando creció su fama, se tradujeron a varios idiomas e inspiraron a Thomas De Quincey su The Ensign Nun.
Domingo Miras demuestra ser un gran escritor dramático. En este como en otras de sus obras historicistas, localiza personajes y sucesos reales, desconocidos y asombrosos, y los convierte en dramaturgias de talento con textos de enorme calidad literaria. ‘La monja alférez’ parece un clásico del siglo de oro adaptado con talento, y no es sino una prosa original que semeja a la mejor de entonces en su riqueza terminológica y su precisión sintáctica. Sobre un relato y unos diálogos que maravillan los oídos y sobre una dramaturgia a la antigua, nos parece que el director Juan Carlos Rubio ha hecho un trabajo de premio sin contentarse con una puesta en escena baratita y resultona como viene siendo tan frecuente.
Un primer acierto sería que para dinamizar la trama los ocho actores y actrices presentes se turnan en representan distintos episodios de las andanzas de nuestra Catalina convertida en aguerrido mancebo. Excelente recurso que llena de matices y guiños al personaje. Segundo acierto, la figura de Echarrazeta bien jugada por Ramón Barea, un narrador que permite incorporar las brillantes anotaciones del autor a la trama. Tercer acierto, el grupo de marineros saltimbanquis que llenan el escenario de piruetas y se encargan con arte de los cambios de escena. Cuarto, que los actores cantan y hasta alguna toca la guitarra, manejan la espada y hacen trucos de magia para completar sus interpretaciones y salpimentarlas de sabrosa salsa. Quinta, hombres y mujeres hacen de mujeres y hombres en un baile de sexos muy de nuestros días. Podríamos seguir con más cosas originales y acertadas de este montaje donde el magnífico vestuario destaca sobre todos los demás elementos.
Carmen Conesa inicia y termina la presencia del personaje en un camarote irreal mientras marcha para siempre a tierras mexicanas. La escena del convento es probablemente la mejor, y la audiencia papal, la más imponente. Una simple cruz da mucho de sí con tanta imaginación desplegada. Los relevos en las sucesivas Catalinas son también pausas relajantes que el espectador agradece. Trabajo destacable del maestro de esgrima, del asesor de magia y del coreógrafo de lucha. Justo en el momento que te preguntas por la hora, la obra acaba. Han sido una hora y cincuenta minutos de esos que llaman trepidantes. La platea del teatro estaba llena a una semana del estreno y los aplausos -que nosotros extendemos a Ernesto Caballero, el director del CDN- rubricaron generosamente el contento general.
En 2006 La Asociación de Autores de Teatro reunió en dos volúmenes los 19 títulos más destacados de la obra dramática de Domingo Miras, del que se ha dicho como justificante de su marginación que hace un teatro “para ser leído más que representado”: ‘Los que no tenemos grupo -decía entonces Miras- y hemos escrito cosas difíciles, ambiciosas, con muchos personajes y espacios, sabemos que si nos montan va a ser una degradación del espectáculo que tenemos en nuestra cabeza y, entonces, no me da ninguna pena que no me monten. En general no he quedado demasiado contento, alguna excepción hay, con los espectáculos de mis obras’. Nos gustaría saber lo que dice ahora.
VALORACIÓN DEL ESPECTÁCULO (del 1 al 10)
Interés: 8
Texto: 8
Dirección: 8
Interpretación: 8
Escenografía: 7
Realización: 8
Producción: 8
Programa de mano: 5
Documentación a los medios: 5
Teatro María Guerrero – Centro Dramático Nacional
‘La Monja Alférez’, de Domingo Miras
Del 24 de abril a 2 de junio
REPARTO (por orden alfabético)
Manu Báñez, Ramón Barea, Carmen Conesa, Nuria González, Mar del Hoyo, Kike Inchausti, Fernando Jiménez, Cristina Marcos, José Luis Martínez, Daniel Muriel, Toño Pantaleón, Martiño Rivas, Ángel Ruiz
EQUIPO ARTÍSTICO
Juan Carlos Rubio (Dirección),
Eduardo Moreno (Escenografía),
José Manuel Guerra (Iluminación),
Sandra Vicente (Diseño de sonido)
Pedro Moreno (Vestuario),
Miguel Linares (Música),
Jesús Esperanza (Maestro especializado)
Cecilia Molano (Cartel),
David Ruano (Fotos),
Paz Producciones (Videoclip)
Producción, Centro Dramático Nacional.