Juan Pablo II y Francisco estaban muy de acuerdo en su visión sobre la Teología de la Liberación.
Según el cardenal austríaco Christoph Schönborn, uno de los candidatos que más sonaron como papable, una de las primeras tareas del papa Francisco debería ser acabar con la divulgación de secretos del Vaticano a la prensa. «Existe una gran necesidad de una reforma. Esperamos que el papa Francisco tenga éxito en seguir los pasos iniciados por el papa Benedicto XVI, los complete y cree un orden», explicó este jueves.
Schönborn se mostró indignado porque hayan trascendido detalles del cónclave a los periódicos italianos estos días. «Es un escándalo que los cardenales se reúnan en una habitación aislada, donde tomamos un juramento de no revelar nada, y al día siguiente nuestro mensaje puede ser leído palabra por palabra en los periódicos italianos», aseguró.
El cardenal-patriarca de Lisboa, José Policarpo cree que al nuevo papa no le faltarán apoyos entre los miembros de la Iglesia que buscan «simplicidad» en el mundo contemporáneo.
El cardenal Stanislaw Dziwisz, por su parte, antiguo secretario de Karol Wojtyla y uno de los electores en el cónclave que ha elegido al papa Francisco, dijo hoy que el nuevo pontífice es «un hombre de Juan Pablo II«, y recordó que ambos estaban muy de acuerdo en su visión sobre la Teología de la Liberación.
Mientras algunos cardenales comparten con la prensa sus primeras impresiones del nuevo papa, otros regresan a sus países de origen para volver a sus habituales tareas. Un polémico regreso es el del cardenal Mahony a EEUU. Un afectado por la pederastia ha criticado como trató de ocultar los abusos en sus diocesis y ha pedido al nuevo papa que lo expulse de la curia. (RD/Agencias)