A LAS PRIMERAS DE CAMBIO

‘¡Olé!’: 100 expresiones del léxico taurino que los españoles usamos en nuestra vida cotidiana

'¡Olé!': 100 expresiones del léxico taurino que los españoles usamos en nuestra vida cotidiana
Torero y toro. TR

En todas las actividades humanas existe un vocabulario específico que utilizan fundamentalmente los que se dedican a ellas o quienes son aficionados, aunque no las ejerzan.

Es lógico pensar que quienes practican una determinada profesión o afición conocen muy bien el léxico propio, que no conocerán quienes se sientan ajenos a ella.

Pero algunas palabras de estos repertorios han pasado al habla cotidiana y se utilizan fuera de las citadas actividades.

La razón puede ser que algunas de ellas han alcanzado importancia en la sociedad y, por el conocimiento que de ellas posee una buena cantidad de hablantes, se han ido incorporando al léxico común, aunque muchos no conozcan su primitivo significado, ni el motivo por el que se utiliza.

El objetivo de este trabajo, hecho por el profesor Francisco Reus Boyd-Swan de la Universidad de Alicante con ayudaManuel Guil Bozal, no es otro que hacer una pequeña recopilación de los términos o expresiones que, con un origen estrictamente taurino, se siguen utilizando en las conversaciones diarias, por parte de una mayoría de personas:

A LAS PRIMERAS DE CAMBIO

Se utiliza esta expresión para hacer referencia a los momentos inmediatamente posteriores al cambio del capote de paseo por el de brega. En nuestra vida cotidiana nos sirve para indicar que algo sucede en los primeros instantes de un espacio de tiempo.

Ej.: Entró en la casa y a las primeras de cambio recibió el primer disgusto.

A MÍ NO ME TOREA NADIE

El torero siempre debe sentirse en disposición de dominar al toro, mediante su valor, su técnica o sus facultades. Cuando ocurre al revés, es que no puede con el toro y, por tanto, llega al fracaso. En sentido figurado, decimos que una persona torea a otra cuando se burla de ella o le falta al respeto. Suele ser señal de cierta bravuconería o firmeza decirle a otra persona esta frase.

A TORO PASADO

Se critica con esta frase, en ocasiones, aquel lance en que el torero yergue su figura y se adorna cuando ya ha pasado ante él la cabeza del toro, con lo que el peligro de una cornada es mínimo, o ha desaparecido del todo. De la misma forma, se utiliza esta expresión cuando alguien opina sobre algo cuando ya ha sucedido, es decir, sin exponerse a equivocarse.

Ej.: ¡Claro! A toro pasado ¡qué fácil es hablar!

ACOSO Y DERRIBO

Es ésta una faena taurina que se desarrolla en el campo y mediante la que se hace caer al becerro para conocer su bravura, tras observar su comportamiento cuando lo acosan. En nuestra habla coloquial se utiliza para indicar que alguien está atacando con sus críticas a otras personas hasta que consigue hacerlo caer de su situación. Se refiere sobre todo a la función política como un procedimiento puesto en práctica por los partidos de la oposición hacia los del Gobierno.

Ej.: El Ministro de… está siendo objeto de una severa operación de acoso y derribo.

AL HILO DE…

Se dice que el toro hace hilo con el torero cuando lo persigue hasta obligarlo a desaparecer del ruedo o hasta que alguien realiza el oportuno quite. Es como si torero y toro estuvieran unidos por un hilo. En la vida ordinaria se utiliza esta expresión para indicar que vamos a decir algo que va unido o que sigue a lo dicho o hecho anteriormente.

Ej.: Al hilo de lo que has dicho, debo añadir que…

AL TORO, QUE ES UNA MONA

Es un grito de ánimo que los apoderados o los subalternos dirigían al matador, para que pusiera todo su valor ante el toro, si es que no era un animal de los llamados «barbas» o realmente peligrosos. Esta expresión se utiliza actualmente en el mismo sentido, pero referido a cualquier otra faceta de la actividad humana, antes de empezar la misma.

Ej.: No te preocupes por eso y ¡al toro que es una mona!

ALTERNATIVA (DAR LA)

En términos taurinos decimos que un novillero, cuando considera él (y el público) que puede lidiar y matar toros, recibe la alternativa en una ceremonia en la que el matador más antiguo del cartel le cede simbólicamente los trastos y lo convierte en matador de toros. En la calle se aplica esto cuando alguien va a realizar una determinada actividad después de ejercerla otra persona que le cede el sitio o el cargo.

Ej.: He dado a mi hijo la alternativa y él dirigirá la fábrica desde ahora.

ARMAR EL TACO

Se dice que un torero «ha armado el taco» cuando ha obtenido un notable éxito. Se suele hacer patente con las ovaciones y aclamaciones del público o la concesión de las orejas de los toros. De forma que armar el taco supone conseguir una reacción favorable del público ante su actuación. De la misma manera, se utiliza esta expresión cuando en cualquier otra actividad algún artista triunfa de manera clamorosa.

Ej.: En su debut en el escenario, armó el taco con su danza tan clásica y auténtica.

ASOMARSE AL BALCÓN

Consiste en que el banderillero llegue bien ante la cara del toro, cuadre la acción y clave con seguridad aunque con riesgo. Es una de las condiciones que se requieren para clavar un buen par de banderillas. Aplicamos esta expresión en la vida real para indicar que algo se hace con cierto peligro, pero sabiendo que en ello estriba la buena finalización.

Ej.: Para conseguir eso tendrás que asomarte al balcón.

ATARSE BIEN LOS MACHOS (O APRETARSE)

Los machos son las cintas que sirven para ajustarse la parte inferior de la taleguilla (pantalón de los toreros) a las piernas para que éstos puedan estar en condiciones de vencer las dificultades que le pueda plantear el toro. Cuando una persona tiene ante sí una tarea que se supone difícil, se emplea esta expresión como la de prepararse bien para ella.

Ej.: Ante este examen, no tengo más remedio que atarme bien los machos y…

AÚPA (ES DE)

Con la expresión «los de aúpa» se referían antiguamente a los picadores, que van «encima» del caballo para ejecutar la suerte de varas. Cuando se criticaba a estos profesionales, por evitar su repetición, se nombraban de esta forma y de ahí ha quedado como fórmula para indicar de manera hiperbólica que alguien o algo es malo en general, o que es, como se puede leer en el Diccionario de de R.A.E.L., «de mala condición, violento o desagradable».

Ej.: Hay que ver estos niños. ¡Son de aúpa!

BANDERA (DE)

Además del nombre de un pase realizado con la muleta, llamamos «de bandera» al toro excepcional por su bravura y nobleza. Por analogía, también se aplica esta expresión para calificar algo o alguien con estas características de bondad.

Ej.: Es una película de bandera.

BANDERA (HASTA LA)

Se utilizaba esta expresión para hacer ver, de forma hiperbólica, que la plaza estaba completamente llena, por lo que había espectadores que se ubicaban en la bandera o sus aledaños que, lógicamente está en los tejados de la plaza. La seguimos utilizando en la actualidad para indicar que cualquier local se encuentra también con lleno absoluto.

Ej.: La sala de conferencias se encontraba llena hasta la bandera.

BARRERA (VER LOS TOROS DESDE LA)

Los toreros son quienes, por estar delante del toro, han de arrostrar el peligro que esto conlleva y han de actuar como crean conveniente en un momento determinado. Los espectadores, que están en la barrera, no se ven en las mismas dificultades y tienen ocasión de meditar y reflexionar sobre lo que van a hacer.

Por eso, cuando alguien opina o aconseja sin estar metido de lleno en el problema, puede recibir la misma objeción: ¡Qué bien se ven los toros desde la barrera!

BOLA (HASTA LA)

Los estoques solían (suelen) tener en la empuñadura ciertos adornos o simplemente una parte final en la que se detenga la hoja cuando penetra en el cuerpo del toro. A veces esa parte final era de forma esférica y por ello, decir que el torero ha conseguido una estocada «hasta la bola» supone decir que ha clavado el estoque por completo. Se dice también esto cuando alguien consigue algo de forma total o bien, en sentido humorístico, en situaciones como «meter la pata hasta la bola».

BREGA (R)

El peón de brega es el ayudante del matador, que colabora en la preparación de la muerte del toro, fin último de la lidia. Por tanto, la brega es toda operación conducente a este objetivo, que casi siempre se realizará atendiendo no sólo a su belleza sino sobre todo a su eficacia. Fuera de los toros, brega viene a significar enfrentamiento, lucha, por lo que se aplica a toda aquella actividad que requiere esfuerzo y sacrificio. Posiblemente, el origen de esta expresión no sea propiamente taurino, pero es en este aspecto en el que ha encajado perfectamente y ha sido utilizada con toda propiedad.

Ej.: No para en todo el día, lleva una brega continua.

BRINDAR – BRINDIS

Cuando se inicia el tercer tercio de la lidia, el matador puede brindar el toro a una persona, lo cual supone que le dedica o le ofrece la faena que va a realizar, como símbolo de amistad, afecto o agradecimiento. También en otros ámbitos decimos que brindamos a alguien nuestra actuación o bien cuando en una fiesta tomamos juntos una bebida, se lanza un brindis o dedicatoria conjunta.

Ej.: Y ahora, brindemos por una larga amistad.

CABESTRO

Es uno de los toros mansos que acompañan a la manada, que ha sido castrado para que pierda su bravura y sirva de guía a los demás. También se llama así al toro que ayuda a volver al corral o chiquero al que ha sido devuelto por cualquier causa o al que no ha podido matar el diestro a quien correspondía. Esta palabra se usa en la actualidad como un insulto, haciendo alusión a los cuernos o a la falta de virilidad.

CADA TORO TIENE SU LIDIA

Aunque en la actualidad los toreros tienden a hacer a todos los toros el mismo tipo de faena, los buenos aficionados saben que no todos los toros tienen las mismas condiciones y, por tanto, cada uno requiere un tratamiento diferente. Fuera del ámbito taurino, esta frase se utiliza para indicar que no hay situaciones que sean totalmente iguales, aunque se asemejen y ante una situación, por difícil que parezca, nunca hay que darse por vencido, porque siempre hay una posibilidad de solución para ella.

Ej.: Le he dicho lo mismo que a ti y se ha enfadado. ¡Es que cada toro tiene su lidia!

CAMBIAR DE TERCIO

El cambio de tercio supone pasar a una nueva parte de la lidia de un toro y, según esto, los tres tercios que la componen deben ir encaminados hacia un fin único: la muerte del toro. Por tanto, cada uno de ellos tiene su importancia y deben guardar una continuidad. Cuando la presidencia de la corrida estima oportuno, se cambia el tercio por medio de clarines y timbales, con lo que se inicia una tarea diferente. En la conversación habitual, también empleamos esta expresión para indicar que dejamos de tratar un asunto para empezar con otro.

Ej.: Y ahora, cambiando de tercio, debo decirte que…

CARGAR LA SUERTE

Si un torero carga la suerte al dar un pase o serie de pases, consigue mandar en el toro y colocarse bien para ejecutar el siguiente. Es, pues, una característica derivada de las tres premisas fundamentales en el toreo: parar, templar y mandar. Cuando una persona, en el intento de demostrar su poder y humillar a otra, fuerza la situación, también utilizamos esta expresión.

Ej.: Encima que lo ves derrotado, cargas la suerte con él.

CASTA

Aunque para un aficionado no es lo mismo «casta» que «bravura», muchas veces se las identifica y convierte en palabras sinónimas con el significado de fiereza, acometividad, buen comportamiento ante el caballo. Fuera de la fiesta, se usa esta palabra en ese mismo sentido, pero aplicado a cualquier situación difícil, ante la cual hay que reaccionar.

Ej.: Entonces el equipo mostró su casta y dio la vuelta al resultado.

CHOTO

Se usa en la plaza de toros esta palabra para designar un toro que no tiene el trapío que los aficionados consideramos necesario para una corrida. Es el masculino de cabra, que usamos como insulto hacia un hombre comparándolo con este animal, haciendo velada referencia a los cuernos, como señal peyorativa en una persona. Es, como vemos, una manera de insulto similar a la expuesta para «cabestro».

CIERTOS SON LOS TOROS

Esta expresión nos indica la evidencia de un hecho, al evocarnos la figura del toro como una realidad, generalmente en forma de problema y que se presenta de manera recurrente, por más que se quiera ignorar su existencia. El toro es la personificación de esta problemática que quisiéramos que no fuera cierta, pero que de hecho, indefectiblemente, lo es.

Ej.: No estaba seguro de lo que decías, pero ¡ciertos son los toros!

COGER AL TORO POR LOS CUERNOS

En ocasiones el torero, por hacer alarde de su valor y arrojo, agarra las astas del toro y con ello suple las carencias de arte o la imposibilidad de hacer más faena a un toro bronco o difícil o de escasa fuerza y bravura. Es, pues, una demostración de decisión y voluntad. En la vida ordinaria, esta expresión la usamos para indicar que nos enfrentamos a un problema con valor y decisión.

Ej.: Ya no puedo esperar más. He de solucionar el asunto. Voy a coger al toro por los cuernos.

CORTARSE LA COLETA

Cuando llega el momento de la retirada de un torero, tras la muerte de su último toro, se lleva a cabo una antigua ceremonia en la que alguien de su confianza, peón, amigo, compañero o familiar, le corta simbólicamente la coleta (antiguamente de forma real), que es el añadido que los toreros llevan en el pelo y que servía para distinguirlos de los que no eran. Igualmente, cuando alguien deja de practicar una actividad o trabajo, decimos que se corta la coleta.

Ej.: Llevo ya cuarenta años en la fábrica. El próximo año me corto la coleta y me jubilo.

CRECERSE AL CASTIGO

Si un toro es bravo, cuando acude al cite o llamada del picador y siente la puya, acomete con fiereza y recarga en su embestida. Entonces decimos que este toro se crece al castigo, esta expresión tan castiza, que es también utilizada para indicar que alguien, ante la adversidad o ante las dificultades, parece que se crece y pone todo su empeño para salir airoso.

Ej.: No sé cómo lo soporta todo, parece que se crece al castigo.

CUADRAR

En la suerte suprema, es decir, a la hora de matar, antes de clavar el estoque, hay que colocar al toro de manera que la posibilidad de hacerlo bien sea mayor. A esta operación, basada sobre todo en la situación de las patas del animal, la llamamos «cuadrar». Fuera de los toros, también la usamos para expresar que hay algo que está preparado para que actuemos o con lo que estamos de acuerdo.

Ej.: Venga, decídete de una vez, esto ya está «cuadrao».

CUIDADO CON EL TORO, QUE ESTÁ EN ELTENDIDO

Si alguna vez ha ocurrido que el toro, en un inesperado salto, ha llegado hasta los tendidos ha provocado verdadero pánico entre los espectadores y, también en alguna ocasión, víctimas entre ellos. Es cierto que no es demasiado frecuente, pero puede ocurrir y, alguna vez, así ha sido. Es una situación que nadie espera ni desea y que puede acarrear graves consecuencias. En la vida ordinaria, esta expresión hace referencia a la advertencia de un peligro inesperado y del que alguien no es consciente. Es de alguna forma similar en significado a aquella otra frase: «Cuidado, que hay moros en la costa» para advertir de la necesidad de no hacer o decir algo delante de alguien.

Ej.: Hablas con demasiada ligereza.¡Cuidado con el toro, que está en el tendido!

DAR EL QUIEBRO

Quebrar la embestida del toro es hacer que rectifique la dirección de su embestida, lo que proporciona una salida airosa por parte del torero. Se utiliza esta expresión sobre todo en la suerte de banderillas. En el lenguaje coloquial el uso de esta expresión es para indicar que una persona burla alguna situación no grata para ella.

Ej.: Has sido muy hábil, al dar el quiebro a ese pesado.

DAR ESTOCADA POR CORNADA

En el mundo de los toros son bastante conocidas las situaciones en las que al entrar a matar, por realizar bien la suerte, el toro ha recibido la estocada y el torero al mismo tiempo, se ha llevado una cornada, en ocasiones de graves consecuencias, como en el caso de Manuel Rodríguez, Manolete. Es decir que, a cambio de un hecho bueno, se recibe algo negativo. Es la frase heroica de «hay que entrar a matar o a morir», o aquella otra: «estocada por cornada, ni el toro ni el torero se deben nada». Fuera de lo taurino significa el daño que alguien puede recibir en el mismo momento de hacérselo a otro.

Ej.:

Sin ellas todo sería

caos de inmensa tristura

porque son de la natura

la más perfecta armonía.

Es del hombre la alegría,

consuelo en su padecer.

¡La mujer!

No siempre, dijo el pastor

porque salen, camarada,

a estocada por cornada

el fastidio y el amor,

mas mi prenda es superior

pues no es falaz como aquella,

¡La botella!

DAR LA PUNTILLA

La puntilla es un pequeño machete con el que se da fin a la vida del toro una vez que éste ha doblado por efecto de la estocada. Cuando la acción de alguien llega a dar un resultado nefasto tras un proceso más o menos largo, se dice también que ha dado la puntilla, con un significado similar a «para postre…» o «para más inri…».

Ej.: Después de todo lo ocurrido en el trabajo, hoy me han dado la puntilla, me han despedido.

DAR LARGAS

Una larga cambiada es un lance en el que, generalmente de rodillas, el torero mueve el capote sobre su cabeza y burla la embestida del toro, dándole la salida por su lateral. En el sentido de burlar al toro, se usa esta palabra para indicar que alguien no hace caso de otra persona o de algo y pone una excusa para no aceptar la propuesta.

Ej.: No me vayas dando largas y contéstame de una vez.

DAR UN BAÑO

Se dice esto en el ambiente taurino cuando un espada de prestigio y fama consolidada ve que otro que todavía no ha llegado tiene una actuación más afortunada. Esto mismo también se oye decir en situaciones similares, aunque sea en otros tipos de actividades.

Ej.: El último clasificado ha dado un baño al equipo que mejor plantilla tiene.

DESARME

Posiblemente la expresión referida al mundo de los toros provenga de otro tipo de actividad. De todos modos, su significado es la pérdida de estoque y muleta por parte del torero, con lo que se queda sin poder para hacer pasar al toro. El sentido con el que la usamos fuera de los toros es el de dejarnos sin poder o saber hacer nada por una salida de tono de nuestro interlocutor.

Ej.: Con esa pregunta me dejó desarmado.

DESPLANTE

Se llama así al hecho de que un torero, en un alarde de valor, arroja muleta y estoque y queda a merced del toro, como señal de su dominio sobre él, quedando siempre el torero en una situación airosa. En la vida normal hablamos de desplante en casos similares, cuando alguien menosprecia a otro, en un afán de mostrar su pretendido poder o prepotencia o para humillarlo.

Ej.: No sé cómo aguantas tanto desplante.

DUENDE (TENER)

A lo largo de la historia, ha estado bastante relacionado el mundo de los toros con el flamenco. En ambos casos se ha dicho que un torero o cantaor o guitarrista tenía duende cuando tenía una forma de interpretar que parecía proceder de la magia o algo fuera de lo humano, es decir, que emocionaba al público. Eso mismo se utiliza para indicar lo mismo en facetas diferentes de la vida: escribir, pintar, etc.

Ej.: Es un bailarín con duende, emociona al público con facilidad.

ECHAR UN CAPOTE

En términos taurinos, se echa un capote en aquellas ocasiones en que un torero se ve apurado, por ser perseguido por el toro, o bien por haber sido derribado y estar a merced del animal. Al poner un capote ante el toro, es muy probable que lo siga y, como consecuencia, abandone al actuante, lo cual supone una ayuda inestimable. Por eso, cuando tratamos de ayudar a alguien que se encuentra en alguna dificultad, decimos también que «le echamos un capote».

Ej.: Al verlo en apuros, no dudé en echarle un capote y ayudarlo.

EMBRAGUETARSE

Afirmamos que un torero se embragueta cuando en una actitud desafiante, reta al toro a que pase, a pesar de las dificultades que éste pueda presentar al hacerlo. Suele ocurrir cuando ha sufrido un desarme o un revolcón y al levantarse muestra su valor de esta manera. En la vida ordinaria el sentido es el mismo: se trata de hacer ver las agallas o valor que alguien tiene ante una situación poco halagüeña.

Ej.: Cuando se vio en aquel trance, se embraguetó y consiguió salir de la situación.

EMPAQUE

No estoy seguro de que la primitiva utilización de esta palabra proceda del mundo de los toros. De todas formas viene a significar elegancia, estilo, saber estar ante el toro y, por extensión, ante cualquier situación de la vida. Por ello, también se usa fuera del ámbito taurino referido al porte personal de alguien, a su elegancia.

Ej.: Se le veía con aquel empaque…

EN CORTO Y POR DERECHO

Expresión taurina mediante la que se designa una forma de entrar a matar al toro que, según los aficionados, es la más correcta y eficaz, pero que requiere un mayor dominio de la técnica y, al mismo tiempo, mayor dosis de valor, puesto que el matador entra desde poca distancia y sin salirse del embroque. Es pues una forma muy valorada por los entendidos. Aplicamos esta expresión en la vida ordinaria cuando queremos expresar que alguien ha dicho o hecho algo de forma directa, expeditiva o sin ambages.

Ej.: La contestación a aquella pregunta la hizo en corto y por derecho…

ENCELAR (SE)

Decimos que el torero logra encelar al toro cuando hace que siga los engaños con cierta docilidad. Puede ser señal de la nobleza del toro o del temple y mando del torero. Aplicamos esta palabra cuando alguien persigue obsesivamente algo con el fin de conseguirlo, sin ver nada más que ese objetivo, igual que el toro no ve más que la muleta que le muestra el torero.

Ej.: Está verdaderamente encelado con ella…

ENTRAR AL TRAPO

Es una manera de expresar la acción del toro cuando acude al cite del torero con el capote o la muleta. También se dice «ir a los engaños». Fuera del ámbito taurino, se utiliza esta expresión para indicar que alguien cae en una trampa, ante cualquier provocación que le hace alguien, con lo que quien sale ganando es el provocador.

Ej.: Ante aquella insinuación, mi amigo entró al trapo y se originó una violenta discusión.

ESCURRIR EL BULTO

Se trata de un ágil movimiento del torero mediante el cual burla la embestida del toro, apartándose de su camino. Suele producirse este hecho ante una colada del toro o cuando, de manera impensada se vence por un pitón u otro. Fuera de los otros decimos que alguien escurre el bulto cuando se aleja de una situación en la que prevé que pueda estar en dificultades.

ESPANTÁ

Se denomina así en el mundo de los toros a una actuación desastrosa de algún torero, en la que se acusa a éste de indolencia o falta de motivación, como queriendo decir que «no ha querido saber nada del toro». Son famosas las «espantás» de El Gallo en los momentos en que más se esperaba de él, así como las más modernas de Curro Romero. Ambos diestros, sin embargo, siempre fueron esperados porque en cualquier momento podían destapar el tarro de sus esencias y realizar una gran faena. La misma actitud de falta de interés en cualquier actividad, también la denominamos de esta forma.

ESPONTÁNEO

Un espontáneo es una persona que, ajena a los profesionales que están actuando en un festejo taurino, se lanza al ruedo con la intención de dar algunos pases al animal. Es una acción que viene casi siempre a estropear la lidia, por lo que está totalmente prohibida, a pesar de que ha sido una práctica bastante habitual tiempo atrás y muchos toreros se han dado a conocer de esta manera. De la misma forma utilizamos esta palabra para designar a una persona que actúa en una determinada actividad sin estar autorizado para ella. Es lo que significaría hoy esa figura que se denomina «intrusismo profesional».

ESTAR AL QUITE

Aunque hoy en día rara vez ocurre, todos los participantes en una corrida de toros deben estar preparados para cortar la embestida del toro a un picador que ha sido derribado. También (y esto es más frecuente) para impedir que el toro cornee a un torero que se encuentra en el suelo y corre peligro. Estos casos se denominan «estar al quite». Cuando una persona está dispuesta a ayudar a otra en un momento de dificultad, también decimos lo mismo.

Ej.: Su padre estuvo al quite y evitó la caída.

ESTAR DE CAPA CAÍDA

Cuando el torero sujeta la capa con los brazos caídos, no se encuentra precisamente en una actitud de hacer frente al toro de forma decidida y lo veremos apático o desganado ante los problemas que le plantea la lidia. En la vida ordinaria, todos podemos tener momentos de desánimo o de desilusión y en esos momentos, y por analogía con esta expresión taurina, decimos que estamos de capa caída. O sea, en un mal momento.

Ej.: Mi hermano está de capa caída desde que suspendió el examen.

ESTAR EN CAPILLA

Ha sido la práctica habitual en los toreros, y sigue siéndolo para la mayoría, pasar por la capilla de la plaza para rezar brevemente antes de hacer el paseíllo. Por la misma razón decimos que alguien está en capilla cuando se encuentra en los momentos previos a un hecho importante o delicado en su vida. Por ejemplo, ante un examen, intervención quirúrgica o metafóricamente ante el matrimonio.

Ej.: Ya está todo preparado. ¡Estoy en capilla!

ESTAR PARA EL ARRASTRE

El arrastre es el acto de llevar al toro desde el ruedo hasta el desolladero. Siempre se lleva a cabo, una vez muerto, por medio de las denominadas «mulillas», animales que arrastran al toro hasta su despiece en la misma plaza, generalmente. El arrastre es pues el acto que sigue a la muerte del toro. Por ello, cuando alguien está extremadamente cansado, o se encuentra abatido o sin fuerzas para seguir, metafóricamente se dice que «está muerto de cansancio…», por lo que a continuación debe venir el arrastre.

Ej.: Después de tantas horas de andar, estábamos para el arrastre.

FAENA

Modernamente llamamos «faena» a la actuación de un torero en el último tercio, es decir, el conjunto de pases que ejecuta con la muleta en un intento de preparar al toro para la muerte. Es el tiempo en el que se prevé el mayor lucimiento del matador, aunque tiempo atrás también se hablaba de faena de capa. Fuera de la plaza, utilizamos esta palabra en diferentes construcciones mediante las que indicamos trabajo: «Tiene mucha faena…» o, en sentido figurado, indicando una acción perjudicial para otro: ¡Vaya faena me ha hecho mi vecino!

Ej.: ¡No me hagas esa faena!

FAROL (-EAR)

El farol es un lance en el que el torero, al tiempo que pasa el toro, levanta el capote con las dos manos y lo pasa sobre su cabeza. Es bastante espectacular, aunque se afirma que no ofrece demasiado riesgo su realización. Por ello, cuando una persona alardea de algo solemos decir que está «haciendo un farol», «que va de farol» o que «está faroleando». Es bastante frecuente oírlo en el ámbito de los juegos de azar.

Ej.: Va por la vida de farol; ya veremos cómo termina.

HACER UN DESPLANTE (O DAR UN DESPLANTE)

El desplante es en los toros un gesto con el que el espada, tras una faena más o menos aplaudida o jaleada, parece querer demostrar todo su poderío y arrogancia ante el toro. Cuando no ha realizado nada relevante, es un gesto mal recibido por el público, al contrario de cuando se lleva a cabo ante un toro bravo y con poder, por lo que tiene de satisfacción personal y social. En la vida ordinaria, hacer un desplante supone un dicho o hecho con arrogancia, descaro y, posiblemente, falta de respeto hacia quien lo recibe.

Ej.: Dio un desplante a su director al no acudir a la entrevista solicitada.

HULE

El hule es una tela elástica e impermeable, que sirve para muchos usos en el ámbito doméstico. Entre los taurinos se dice que alguien ha pasado por el hule cuando es herido y tiene que ser curado o intervenido sobre una camilla que generalmente está forrada de este material. Debido a esto, en otras actividades también se utiliza en este mismo sentido, por lo que se oye en los momentos en que alguien debe pasar por el quirófano.

Ej.: Estoy asustado porque dentro de una semana debo pasar por el hule.

LA HORA DE LA VERDAD

La lidia de un toro finaliza con su muerte. Esta debe llevarse a cabo con la ortodoxia necesaria y la prontitud requerida para que el matador logre éxito. Siempre se ha considerado como la suerte fundamental en el toreo, de ahí que a los toreros los llamemos también «matadores de toros». Por eso, es en este momento cuando el matador demuestra su valor para consumar la estocada y por eso lo llamamos, entre otras denominaciones, la hora de la verdad. Y, naturalmente, fuera de la actividad taurina, la utilizamos para destacar el próximo final de algo con éxito, si el que actúa pone todo su empeño y capacidad.

Ej.: Bien, ya ha llegado la hora de la verdad, demuestra de lo que eres capaz.

LOS TOREROS EN LAS PLAZAS, LOS CÓMICOS EN LAS TABLAS

El torero siempre es recordado por sus actuaciones en el ruedo de las plazas, ya que los toros son criados fundamentalmente para la lidia. Por tanto, toro y torero están siempre asociados a las plazas, independientemente de lo que puedan hacer fuera de ellas y que en la actualidad parece tener tanta importancia para muchos, gracias a la llamada «prensa del corazón» y determinados programas de radio y televisión. Fuera del ámbito taurino se aplica con un sentido semejante a aquella de :»Zapatero, a tus zapatos», para indicar que cada uno debe dedicarse a aquello para lo que está preparado, porque , en caso contrario, no va a salir bien parado.

Ej.: Querías arreglar el grifo y ahora está peor que antes. Es que, los toreros en las plazas y los cómicos en las tablas.

MARRAJO

Se aplica, según el diccionario de la R.A.E., al toro o buey malicioso que no arremete sino a golpe seguro. En sentido figurado, y por tanto, fuera del ámbito taurino, se utiliza para designar a la persona cauta, astuta, difícil de engañar y que encubre dañina intención. Es, pues, una expresión empleada como insulto.

Ej.: Nunca sabes cómo va a reaccionar este hombre; es un verdadero marrajo.

MIURA (UN)

Don Juan Miura fundó esta ganadería en el año 1846 y desde entonces ha pasado por las manos de D. Antonio, D. Eduardo, D. José y de nuevo D. Eduardo y sus hijos Eduardo y Antonio José, actuales propietarios. Los toros de esta ganadería se caracterizan por una morfología diferente a las demás, con mayor longitud y musculatura y sobre todo por su bravura y fiereza, rasgos que han contribuido a forjar una especie de leyenda trágica respecto a ellos. Por todo ello es el paradigma de un toro difícil de torear y ha pasado al lenguaje cotidiano para designar algo muy difícil o que da miedo nada más verlo.

Ej.: Te temo más que a un miura.

MÚSICA, MAESTRO…

La música ha sido desde siempre un elemento imprescindible en la fiesta de los toros, como en todas las demás fiestas. En los programas anunciadores de una corrida, siempre se puede leer «Una banda de música amenizará el espectáculo». El público, cuando la faena del matador lo merece, pide que suene la música, ya sea mediante unas palmas características, que todos interpretan en ese sentido, ya sea con la frase citada, que también utilizamos cuando queremos solicitar el inicio de la actividad musical en cualquier celebración o fiesta, por privada que sea.

NO HAY BUEN DIESTRO SIN BANDERILLERO

Con esto queremos resaltar la necesidad de un buen banderillero para que la lidia siga un orden y se hagan las cosas de la manera más conveniente, para que el matador pueda llevar a cabo su faena lo mejor posible. Si la cuadrilla (el o los banderilleros) ayudan, la labor del maestro se verá complementada y facilitada. En la vida ordinaria, viene a demostrar que cualquiera de nosotros puede colaborar en la realización de un trabajo, aunque sea sólo con una pequeña aportación o ayuda. También a la inversa, en el sentido de que podemos conseguir cualquier éxito, si tenemos la ayuda de alguien que nos oriente.

Ej.: Te ha quedado bien esto, es que no hay buen diestro sin banderillero.

NO HAY QUINTO MALO

Antiguamente, cuando todavía no se había establecido el sorteo, para ver qué toros correspondían a cada matador, el propio ganadero ordenaba la salida de los toros y, tradicionalmente dejaba para el quinto lugar aquel que le ofrecía mayores garantías de bravura, nobleza y condición. Por eso, el quinto toro de la tarde solía ser siempre esperado como el mejor de la corrida, aunque, lógicamente, no resultara siempre así. Hoy, también usamos la frase, para hacer frente a cualquier materia que ocupe el quinto lugar.

Ej.: Este es el quinto examen que tengo, pero como no hay quinto malo…me saldrá bien.

PARA TOREAR Y CASARSE HAY QUE ARRIMARSE

Es de sobra conocido que para torear bien es necesario que el torero demuestre que se está poniendo en peligro por colocarse en unos terrenos comprometidos. No por simple capricho, sino porque así puede dominar mejor al toro, aunque actualmente casi todos los toros salen ya al ruedo «dominados» y ese esfuerzo y tensión de «arrimarse» ya es mucho menos necesario. No obstante, la idea de esta expresión persiste y se aplica para indicar que hay determinadas actividades para las que es fundamental arriesgarse y para las que el salir airoso de ellas requiere ese esfuerzo. La comparación con el matrimonio no sé si es demasiado acertada, pero hay que entenderla como propia de una época en que «arrimarse» a una mujer podía ser más complicado que en la actualidad, por los prejuicios que podían existir al respecto.

Ej.: Ánimo y decídete, para torear y casarse hay que arrimarse.

PARAR LOS PIES

En el momento de la salida del toro, en que desarrolla toda su fuerza y empuje, o el matador o su peón de confianza le da los primeros capotazos, con el fin de atemperar su embestida y hacerle ver que debe seguir el movimiento de los engaños. De la misma forma, en el lenguaje coloquial expresa la necesidad de que se vaya a frenar una persona que, con un excesivo ímpetu, intenta imponer su voluntad, frente a los demás.

Ej.: A Fulanito va a haber que pararle los pies.

PASARSE DE CASTAÑO OSCURO

Entre las variadas capas de los toros hay una cuya aparición en el ruedo siempre causa admiración por su espectacularidad. Se trata de la compuesta por el pelo castaño. Se ha tenido siempre por cierto, aunque naturalmente no siempre se han confirmado las expectativas, que un toro con este pelaje era indefectiblemente bravo, lo cual presentaba dificultades al torero. Si se pasaba de este color y se hacía más oscuro, todavía podía ser peor. De ahí este dicho que se aplica a cualquier situación con dificultad o con pocas posibilidades de éxito.

Ej.: Este problema se pasa de castaño oscuro.

PASEÍLLO

El paseíllo es el acto que marca el inicio de la corrida. Tras el despeje realizado por los alguacilillos, las cuadrillas desfilan desde el patio de cuadrillas hasta la situación del palco presidencial. Allí, tras el saludo de rigor, se deshace la formación y todos quedan a la espera de la salida del primer toro de la tarde. Es un acto de gran colorido y plasticidad, que va acompañado por la música de alguna banda que tradicionalmente ameniza los espectáculos taurinos. Se usa fuera del contexto taurino cada vez que se ha de hacer una salida junto con otras personas para cualquier acto, e incluso se han llamado así los momentos previos a ser ejecutado un reo.

Ej.: Ya llegan los cuatro amigos, haciendo el paseíllo.

PINCHAR EN HUESO

Cuando el matador intenta clavar el estoque para matar al toro y este no puede penetrar en el cuerpo, suele ser porque ha tropezado en alguna vértebra del animal. Así no puede conseguir su objetivo y debe entrar a matar de nuevo. Fuera del ámbito taurino, pinchar en hueso, se utiliza para indicar el fracaso de alguien en su intento de conseguir algún beneficio de otra persona.

Ej.: He intentado convencer a mi padre pero he pinchado en hueso.

PONERSE EL MUNDO POR MONTERA

La montera, como todo el mundo sabe, es la prenda del traje del torero que éste se coloca en la cabeza y la mantiene en ella durante determinados momentos de su actuación, aunque existe un protocolo más o menos rígido respecto a su uso. Pero, al margen de su utilización, la frase que antecede la empleamos para hacer referencia a alguien que actúa de manera inconsciente o alocada, sin atenerse a razones ni reflexionar sobre lo que debería hacer.

Ej.: Siempre hace lo que quiere. Se pone el mundo por montera.

PONERSE HECHO UN TORO

Como es sabido, el toro es un animal que se caracteriza por su bravura (o se caracterizaba) y hay momentos durante la lidia que esto se pone en evidencia, sobre todo cuando recibe un castigo, como en el tercio de varas. Fuera de los toros, se dice esta frase cuando alguien se enfurece ante un contratiempo o dificultad.

Ej.: Al oír aquello, se puso hecho un toro.

PRIMEROS ESPADAS

Se llaman así los matadores de más fama y que, por ello, son más llamados por las empresas para ser contratados. Los empresarios saben que si actúan ellos el éxito de público está asegurado. En la vida cotidiana se habla de primeros espadas para referirse a las personas que destacan en cualquier actividad, pero sobre todo se oye esto en comentarios políticos para aludir a los líderes de los diferentes partidos o sindicatos.

Ej.: La conferencia de hoy llenará el local. Es un primer espada del periodismo.

PUYA (-ZO)

Como es sabido, la puya es la vara que el picador utiliza para picar al toro, con el fin de minar su poder, al tiempo que sirve al espada para comprobar el grado de bravura que posee. El hecho de introducir la puya en el toro se denomina «puyazo» y, sin duda, debe de dolerle. En sentido metafórico del término, lo utilizamos para denominar una ofensa o una burla que una persona infiere a otra.

Ej.: Estas palabras fueron un auténtico puyazo para …

QUE NOS COGE EL TORO

Lo peor que puede pasar a un participante en una corrida es que le coja el toro y que le propine o bien una cornada, o bien un golpe que le produzca fractura de algún hueso, o algún tipo de traumatismo. Por ello, siempre se ha de evitar la cogida. En el lenguaje cotidiano, utilizamos esta expresión para indicar que, si no andamos rápidos o listos en nuestra actuación, podemos correr peligro en nuestra actividad o en nuestro trabajo.

Ej.: Si no nos damos prisa, nos cogerá el toro. No podremos terminar este informe a su hora.

RECIBIR UN REVOLCÓN

Se dice que el torero sufre un revolcón cuando es arrollado por el toro y cae al suelo, aunque sin recibir ninguna cornada y por tanto, generalmente, sin graves consecuencias, por lo que puede volver a la cara del toro. Fuera de los toros, esta frase indica un pequeño contratiempo, que puede ser subsanado volviendo a intentar lo que se pretendía.

Ej.: Hoy he recibido un severo revolcón. Esperaba aprobar el examen y lo he suspendido.

RECIBIR UNA CORNADA

Como cualquier persona sabe, la cornada es la herida producida por asta de toro y que, con diferente pronóstico, aleja al torero de los ruedos durante unos días o semanas. Es, pues, lo más temible y temido por los toreros, además de algún problema de huesos derivado de algún golpe o pisotón. Es conocida aquella frase que se ha atribuido a varios matadores, ante las consecuencias de una cornada: «Más cornás da el hambre…» Fuera de los toros, denominamos cornada al daño moral que una persona recibe de otra. Es, pues, de similar significado a la expresión anterior.

Ej.: Recibió una buena cornada de parte de su mejor amigo.

RELANCE

Se dice que el toro pasa al relance cuando, aprovechando la embestida anterior, continúa persiguiendo la muleta o a algún torero. En ese momento, este aprovecha para darle una salida airosa, porque supone la finalización de un momento no preparado ni esperado. También, fuera del ámbito taurino, se utiliza esta frase para indicar que alguien hace algo aprovechándose de la situación o, incluso, del esfuerzo de otra persona.

Ej.: Y tú ahora al relance de tu hermano, sigues porfiando.

REMATAR LA FAENA

Una buena actuación en la plaza, tanto con capote, como con banderillas y luego con la muleta, requiere un buen final con el estoque para redondearla y conseguir así el triunfo. Hay veces, no obstante, en que el público no valora la manera de realizar la suerte de matar y se piden (y también se dan, desgraciadamente) orejas después de un alevoso bajonazo o sin hacer bien la suerte. Quiere esto decir que se pone un brillante final a algo que se ha realizado, incluso fuera del ambiente taurino.

Ej.: Estuve muchas horas estudiando y para rematar la faena hice un extraordinario examen.

REMO

Se llaman remos las patas de los animales, fundamentalmente las traseras. En sentido figurado, también son denominadas así las piernas de los humanos. Por eso se oyen decir expresiones como «metedura del remo». Pero la aparición más frecuente de esta palabra en el mundillo taurino es la que origina la frase «es flojo de remos», para referirnos a un toro sin mucha fortaleza en las patas traseras, expresión que humorísticamente se emplea para indicar flojedad de alguien para caminar o dificultad de movimiento.

Ej.: Siempre vas tropezando, pareces flojo de remos.

SALIR POR LA PUERTA GRANDE

Es la gran aspiración y el gran sueño de todo torero, puesto que supone el máximo reconocimiento a su actuación por parte del público. Cuando esto ocurre, el torero es izado a hombros de algunos aficionados y sale de esta forma por la puerta principal de la plaza, es decir, la puerta grande. Esta expresión se aplica a alguien que ha triunfado rotundamente en cualquier actividad.

Ej.: Este concejal, después de lo que ha hecho, merece salir por la puerta grande.

SER UN/UNA FIGURA

La gran aspiración de cualquier novillero que inicia sus andanzas en el toro es la de «llegar a ser figura del toreo», es decir que, tras repetidos triunfos a lo largo de algunos años, pueda ser considerado como uno de los mejores del escalafón. Luego, se cumple la frase bíblica de «muchos son los llamados y pocos los elegidos». Esta expresión se aplica también a la persona que destaca en cualquier actividad, sobre todo en aquellas que se desarrollan de cara al público, como artista de cualquier ámbito.

Ej.: Hay que ver cómo ha progresado este cantante, ya es una primera figura.

SI EL TIEMPO NO LO IMPIDE Y CON PERMISO DE LA AUTORIDAD

En los carteles anunciadores de una corrida suele haber una leyenda que reza así, antes de seguir diciendo «… se celebrará una monumental, extraordinaria, etc… corrida de toros» y a continuación se enumera la ganadería de los toros que se han de lidiar y los matadores que componen el cartel. Esta expresión, a veces completa y a veces con cualquiera de las dos partes que la forman, es utilizada para poner condiciones a la realización de cualquier otra actividad, en ocasiones, incluso, con un sentido irónico.

Ej.: Sí, iremos el domingo a la playa, si el tiempo no lo impide.

SUERTE SUPREMA.Lo dicho para la expresión «la hora de la verdad» sirve también para la citada ahora, puesto que es otra de las maneras de denominar la suerte de dar muerte al toro, para poder culminar la faena con éxito. También es utilizada fuera del contexto taurino.

Ej.: Bueno, es el momento de la suerte suprema. Has de aprobar tu último examen.

TENER MÁS VALOR QUE EL GUERRA

Rafael Guerra «Guerrita» fue un matador célebre sobre todo por su valentía. Por analogía, a aquella persona que demuestra arrojo en cualquier ámbito de la vida también le aplicamos esta frase.

Ej.: No sé cómo se atreve a ir allí. Es que tiene más valor que El Guerra.

TOREAR

El concepto de torear puede ser difícil de definir, pero en esencia podría ser, además de las normas clásicas de parar, templar y mandar, el hecho de burlar la embestida del toro y que pase el toro por donde quiera el torero. Es en este sentido en el que se utiliza fuera del ambiente taurino, por lo que torear a alguien puede considerarse como burlarse de él.

Ej.: Este equipo está toreando a aquél.

TORO SABIO DE CAPAS NO HACE CASO

El toro abanto y huidizo, que no acepta el cite del torero con la capa, es considerado como un toro difícil de engañar, por lo que se puede decir de él que es un toro «sabio», porque sabe que tras los engaños está su perdición. Suele pasar con más frecuencia que este toro sea un toro con más edad, porque los años proporcionan más «sabiduría». En la vida ordinaria esta expresión se aplica a aquella persona que, por su experiencia, no se deja engañar fácilmente.

Ej.: No hace caso de las provocaciones, es muy listo. Toro sabio de capas no hace caso.

TRAPÍO

El trapío es el conjunto de rasgos físicos que hacen que un toro se considere bien formado, de acuerdo con sus características zootécnicas. Para decir si un toro tiene trapío o no, nos fijamos fundamentalmente en sus pitones, en la fortaleza de sus patas, en la disposición de su morrillo y su cara, etc. El trapío en el toro supone sobre todo su apariencia externa, que luego podrá o no ir acompañada de condiciones de bravura o nobleza. Para este sentido se utiliza también el término «trapío», referido a la envergadura de una persona, así como a la armonía general de su físico.

Ej.: ¡Vaya trapío que presenta ese chaval!, aunque suele utilizarse más dirigido a una mujer, lo que representa una actitud de corte machista.

VERGÜENZA TORERA

Se denomina así al hecho de que un torero, pese a las dificultades que encuentre o a la comodidad que pueda sugerir un momento determinado, lucha por sobreponerse e intenta que nadie le supere o le «gane la partida». En ese mismo sentido se utiliza esta expresión ante el hecho de sobreponerse al desánimo en cualquier actividad.

Ej.: Sobreponte y lucha. ¡No tienes vergüenza torera!

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