Ha muerto el senador Edward Kennedy de un tumor cerebral. La noticia es de alcance mundial, lo que prueba la enorme importancia política del finado. En España los medios digitales ya han publicado hoy necrológicas, más favorables unas y más críticas otras. Mañana lo harán los medios de papel. Pero en ninguna necrológica, excepto en una, se alude al hecho que, como españoles, más nos afecta de su carrera: su apoyo a la independencia del Sahara Occidental. Y no se olvide que Kennedy fue el primero en apoyar a Barack Obama
Edward Kennedy era hermano del presidente John Kennedy, asesinado en Dallas. Y también del fiscal general Robert Kennedy, igualmente asesinado antes de poder competir con probabilidades de triunfo en las presidenciales. Él mismo compitió sin éxito en las primarias contra James Carter, lastrado en buena medida por el episodio de la muerte en accidente de coche de la secretaria que le acompañaba. Pero aunque no consiguió la presidencia, mantuvo su escaño de senador por el estado de Massachusets desde 1962 hasta el momento de su muerte. Ese apoyo popular continuo le dio un plus de legitimidad y credibilidad en su carrera política, haciendo de él uno de los senadores más influyentes de los Estados Unidos. Incluso sus enemigos en Estados Unidos reconocen la magnitud de su figura. No así en España, por lo que se deduce de algunas necrológicas.
Kennedy se situaba en el ala izquierdista del Partido Demócrata. Y desde esas posiciones fue abanderado de múltiples causas. Cuando tantos en Occidente eran cómplices del régimen del «Apartheid» y para ocultar su complicidad decían que no era «realista» desmontarlo (¡cuántas similitudes entre el Apartheid y la ocupación del Sahara!), el senador Kennedy apoyó sin reservas la lucha por la igualdad racial. Nelson Mandela no lo ha olvidado y ha reconocido el valor del gesto del senador fallecido. llamándole «campeón de la democracia y de los derechos civiles«.
Igualmente valiente, pero menos conocida en España, a pesar de ser la que más afecta a nuestros intereses nacionales fue la defensa de la independencia del Sahara Occidental. Sólo por la defensa de esa causa, que es la que más conviene a España, nosotros debiéramos estarle siempre agradecidos.
En este blog se dio, creo que en primicia mundial, la información de que el nuevo presidente norteamericano Barack Obama había cambiado la nefasta política del último Bush, además de en otros terrenos, también en lo relativo al Sahara Occidental. Ted Kennedy no fue ajeno a esa nueva política. Entre otras cosas, porque fue él el primer apoyo de peso que tuvo el candidato Barack Obama en las primarias del Partido Demócrata, primarias que ganó frente a la hoy Secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton.
Se ha muerto un gran defensor del Sahara Occidental. Alguien que no se cansó de repetir que la causa del Sahara Occidental es también, como la de la lucha contra el Apartheid la causa de la lucha por la democracia y los derechos civiles.
Requiescat in pacem
POST-DATA (27-VIII-2009)
Efectivamente, en los numerosos artículos de la prensa de papel de hoy sobre Kennedy, se omite el compromiso de Kennedy con la libertad del Sahara Occidental.
Me resulta asombroso leer hoy, a dos de las más acérrimos partidarios del majzén, en el psoe (López Aguilar) y en el pp (Arístegui), escribir sendos artículos laudatorios de Kennedy.
¿Cinismo o ignorancia?
POST DATA 2 (30-VIII-2009)
El País publica un excelente artículo sobre Ted Kennedy donde se refiere con detalle a su apoyo a la libertad del Sahara.
Asombrosamente (bueno, asombrosamente, no) no apareció en la edición de papel.