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“Sell in may and go away”…¿Qué hay de cierto?

“Sell in may and go away”…¿Qué hay de cierto?

Este aforismo, muy conocido sobre todo en el mercado de valores americano, nació de lo que en el calendario de los comerciantes de valores se denominaba «los mejores 6 meses del año«. Los datos históricos revelan que el período de 6 meses con mejor rentabilidad, de media, ha sido el periodo que comprende de noviembre a abril. Por lo tanto, la estadística ha acuñado el término de que un inversor debería «vender en mayo y desaparecer«, para volver a invertir en noviembre. Desde el año 1945, el S&P 500, principal índice americano, ha generado una rentabilidad promedio del 1,6% en los meses que van desde mayo hasta octubre, en comparación con una ganancia promedio del 7% desde noviembre a abril. Además, el S&P 500 ha generado retornos positivos el 64% del tiempo desde mayo hasta octubre, y el 77% del tiempo desde noviembre hasta abril. Este rendimiento superior se ve no solo en las acciones de gran capitalización (S&P500), sino también en las acciones de pequeña capitalización (según la medición del S&P SmallCap 600) y en las acciones globales (según la medición del S&P Global 1200).

Por supuesto, hay  muchas advertencias que realizar en este patrón de negociación basado únicamente en el calendario y en la estadística. Por ejemplo, los retornos han variado ampliamente, no solo entre los períodos de noviembre a abril y de mayo a octubre, sino también dentro de estos plazos. Además, «vender en mayo» no tiene en cuenta la singularidad de cada período: el ciclo económico y el entorno de mercado, que nada tiene que ver ahora con el pasado. Seguir estrictamente este patrón temporal hoy en día, sin considerar otros factores puramente económicos y objetivos, como por ejemplo el impacto potencial de las disputas comerciales en curso, en particular entre los EE.UU .y China, el Brexit, y otros factores que podrían alterar el curso de la evolución de los mercados en el corto plazo, hace difícil establecer esta regla como algo relevante a la hora de gestionar las inversiones.

Bien es cierto que hay un factor que siempre se cumple, y es que durante los meses estivales el volumen de dinero negociado en los mercados bursátiles es más bajo que el que se suele negociar durante los meses de invierno; pero esto por sí sólo no determinaría un mercado a la baja, pues cualquier acontecimiento positivo haría subir las bolsas independientemente del volumen que se esté negociando en ese momento.
Si tuviéramos que hacer una valoración de este aforismo a fecha actual, el factor estacional de «vender en mayo» ha tenido de momento cierta razón este año, en el que los mercados globales han obtenido unas ganancias del entorno del 5% desde enero hasta abril, y cayendo durante el mes de mayo.

Dicho esto, y dado que hay otro aforismo que sí debe tenerse siempre en cuenta: “rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras”, no consideramos que los inversores más agresivos y largoplacistas deban vender sus posiciones en algún momento de este mes sólo en base al “sell in may and go away”, dado que cualquier resolución medianamente positiva de los asuntos que “colean” (guerra comercial – Brexit), podría hacer de catalizador para ver subidas importantes en los mercados, habida cuenta también de otro factor a tener muy en cuenta, que es la abundante liquidez que hay en el mercado y la falta de alternativas de inversión rentables a la renta variable en un entorno de tipos bajos como el actual.

En resumen, creemos que un inversor debe evaluar muchos otros factores además del estrictamente estacional, y tener en cuenta factores tan determinantes como su aversión al riesgo o su horizonte temporal y, en base a esto, actuar en consecuencia, máxime en un entorno de mercado tan complejo, volátil y alterado por tantos otros factores como el actual.

Ahora bien, si hay que mojarse, podemos decir que para aquel inversor conservador y que ha generado rentabilidad razonable y suficiente para su objetivo en los últimos meses, sí recomendamos deshacer parte de sus inversiones y así poder disfrutar de un verano tranquilo sin preocuparse de los tweets matutinos de Trump.

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Autor

Alberto Herrero Chalud

Licenciado en Derecho por la UCM, Máster en Derechos de Mercados Financieros por la Universidad Pontificia de Comillas-ICADE y Certificado de Especialista Financiero por AFI.

Expertos
Alberto Herrero ChaludFinanzas

Licenciado en Derecho por la UCM, Máster en Derechos de Mercados Financieros por la Universidad Pontificia de Comillas-ICADE y Certificado de Especialista Financiero por AFI. Actualmente Socio Fundador de Mulhacén Asset Management. Con una experiencia de más de 15 años como Banquero privado en entidades independientes -Arcalia Patrimonios, Nordkapp Inversiones y Banco Madrid-, en sus divisiones de Banca Privada, actualmente es socio fundador junto a Silvia Rubín de Celis en Mulhacén Asset Management. Especialista en gestión patrimonial y asesoramiento fiscal a clientes.

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