Estoy en el cielo, canta John Coffey («se pronuncia como la bebida pero se deletrea muy diferente») sentado en la silla eléctrica en donde en breve va a ser frito (según la terminología del pabellón de la muerte de Cold Mountain y muchas otras penitenciarías americanas, y más en los tiempos de la Depresión que nos ocupan. Todos los guardias saben que John Coffey , negro, grande y simplón, es inocente y pese a ello, el cruel hado (¿o no?) hará que la justicia se cumpla. Y es que entre que ayer se moría Bergman y hoy Antonioni, nos ponemos melancólicos…

Estamos en el final de una película del 99, La Milla Verde, basada en una novela de Stephen King, y ya que han pasado unos añitos, creo que ha nadie le molestará que haya desvelado estos pequeños detalles de una película más que recomendable, interpretada por Tom Hanks en el papel principal, que claro, no es el del negro grandullón que de alguna forma es el eje de la película. Película que empieza también con esta canción, interpretada por Fred Astaire, vista en la tele por un anciano que realiza un flash back de tres horas, duración aproximada de la película.

Era buena idea invitarles a leer el libro, ver la película, o al menos charlar sobre uno u otra, que tratan grandes y trascendentales temas, al calor, o al frescor, mejor, de un cóctel, como el Cheek to cheek, mejilla contra mejilla, que aquí les recuerdo.

En coctelera con hielo verter dos décimas partes de Amaretto di Saronno, un décimo de licor de frambuesa, un décimo de jarabe de lima, un décimo de vodka y cinco décimos de zumo de piña. Agitar vigorosamente, colar y servir en una copa de zumo de tamaño mediano (de unos 150 cc.).

o Si lo desea, puede adornar con una frambuesa y un triángulo de piña en el borde.

o Puede servirlo también en vaso con unos cubitos de hielo o un poco de hielo picado.

o Si no dispone de licor de frambuesa, puede sustituirlo por licor de guindas o cualquier otro licor similar de su gusto.