La nueva imagen de Cepa 21 se presenta con tres espléndidos vinos de la Ribera

El proyecto de innovación de la Familia Moro, que tantos éxitos viene cosechando con sus excelentes vinos, se renueva, habiendo presentado hace poco la nueva y atractiva imagen de sus vinos, que aquí les ofrecemos. Se trata de una imagen que quiere reflejar la calidad mundialmente reconocida de sus tres referencias y los dos pilares fundamentales sobre los que se elaboran: la modernidad y el respeto por la tradición.

Por ello, las nuevas añadas de Hito, Cepa 21 y Malabrigo llegaron al mercado en una elegante botella estilo Borgoña con ilustraciones hechas a mano que representan la esencia del vino que esconden detrás, que son, en los tres casos y cada uno en su estilo, más que interesantes, soberbios.

Todo este proyecto empezó hace ya 14 años cuando José Moro y sus hermanos, tercera generación de la bodega familiar Emilio Moro, comenzaron a trabajar en un ambicioso proyecto llamado a sentar las bases de la viticultura moderna en Ribera del Duero. El objetivo fundacional de Cepa 21 era elaborar, con el tempranillo como protagonista, vinos basados en la tradición vinícola y el terroir propio de la zona pero acordes con las tendencias del mercado actual. En definitiva, “vinos de pura cepa para el consumidor del siglo XXI”. El proyecto, que arrancó en 2007 con la construcción de la bodega y que se ha consolidado ya tanto a escala nacional como internacional (sus referencias están presente en más de 50 países), culmina ahora con la presentación de esta nueva imagen que consigue transmitir la esencia, el espíritu transgresor y la insuperable calidad de sus vinos.

Enclavada en la Ribera del Duero, en un edificio minimalista, funcional y perfectamente integrado en las cincuenta hectáreas de viñedo que domina, Cepa 21 nació bajo una perspectiva de modernidad no sólo en cuanto a la arquitectura, sino también, en cuanto al estilo de vino. Desde sus inicios apostó por el equilibrio entre la fruta y la madera, el alcohol y la acidez, la frescura y la madurez y la ternura y el carácter, mejorando los procesos a través de un fuerte compromiso con el de I+D+i. Una innovación que viene representada ahora con una botella elegante y Premium de estilo borgoñés y con unas nuevas etiquetas que presentan ilustraciones artesanales, al igual que el vino que guardan.

José Moro, presidente de la bodega e impulsor de la nueva imagen, explica que ha tratado de plasmar en las etiquetas “el signo de identidad de cada vino y los sentimientos y emociones” que le provocan. Así Cepa 21, el buque insignia de la bodega, está representado con un antiguo arado romano, símbolo de un vino que aunque encarna el futuro respeta ante todo la tradición. “Cada vez que veo la nueva etiqueta recuerdo nuestros orígenes, de dónde venimos”.

Por su parte Hito, el vino más joven de la bodega, hace honor a su nombre tanto en su etiqueta (donde se ve dos piedras labradas como las de los hitos que marcan el camino) como en su concepción. Y es que su lanzamiento al mercado supuso un hito para los Riberas de barrica habiéndose consolidado hoy como un vino adulto y mucha personalidad pese a su juventud.

Por último, Malabrigo, el vino de alta gama de Cepa 21, presenta la ilustración de un campesino abrigado en alusión al pago del que procede. Un viñedo de orientación norte y con una fuerte exposición al viento que expresa la dureza del clima y los fuertes contrastes de la Ribera del Duero.

La nueva imagen, que se presentó coincidiendo con la vendimia, ha visto la luz en el mercado de la mano de las nuevas cosechas Hito 2014, Cepa 21 2011 y Malabrigo 2011.

Situada en el pueblo de Castrillo de Duero, en Valladolid, Cepa 21 es el proyecto de innovación de la familia Moro (propietarios también de la prestigiosa bodega ribereña Emilio Moro) y tiene como objetivo elaborar vinos de altísima calidad cuidando al detalle todos los elementos que intervienen en la vinificación: desde la selección del terruño y la uva hasta un control pormenorizado de los procesos en viñedo y en bodega. El edificio, elegante y sobrio, está perfectamente integrado con el paisaje y equipado con la más moderna tecnología. Por su situación geográfica, domina un paisaje de cincuenta hectáreas de viñedo propio plantadas con cepas centenarias de la variedad tinto fino, una de las más puras del clon tempranillo. Suelos propios de Ribera del Duero, altitudes y pendientes y una filosofía de trabajo que no utiliza ningún tipo de producto residual en la plantación, dan como resultado vinos con toda la tipicidad de Ribera, eso sí, pasada por el crisol de la revolución vitivinícola de los últimos años.

El éxito de sus vinos ha estado recientemente respaldado por un aumento del 28% en la facturación de Bodegas Cepa 21 respecto al ejercicio anterior y por su presencia en más de 50 mercados internacionales a los que la bodega exporta un 45% del total de su producción.

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Autor

Juan Luis Recio

Blogger gastronómico y de tendencias, crítico de vinos (XL Semanal), letrista, sociólogo, mensista, poeta

Juan Luis Recio

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