Con motivo del Día Mundial de la Obesidad, se inaugura en Madrid uno de los mayores centros sanitarios dedicados a la obesidad

Con motivo del Día Mundial de la Obesidad, se inaugura en Madrid uno de los mayores centros sanitarios dedicados a la obesidad

A nivel nacional, un 16,0% de la población tiene obesidad y un 37,6%, sobrepeso, según la Encuesta Europea de Salud en España 2020. Otros organismos internacionales sitúan nuestro país al puesto número 15 a nivel mundial en obesidad adulta y al sexto en Europa1. En cuanto al exceso de peso entre la población infantil, España ocupa el tercer lugar a nivel europeo con mayor prevalencia de sobrepeso y el cuarto en obesidad2.

Vayan estos datos por delante para informar de que con motivo del Día Mundial de la Obesidad, que se celebra hoy, sábado 4 de marzo, se inaugura en la Comunidad de Madrid uno de los mayores centros sanitarios en Europa dedicados a los pacientes con problemas de obesidad y sobrepeso. El nuevo centro del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) cuenta con más de 1.000 m2 y 30 profesionales especializados en cirugía y seguimiento posquirúrgico y un equipo multidisciplinar propio, formado por cirujanos endoscopistas y bariátricos, expertos de enfermería, psicología, nutrición, fisioterapia y entrenamiento físico personalizado.

Además, el IMEO dispone de unidades especializadas en enfermedades crónicas y metabólicas, en fertilidad y en apoyo al paciente oncológico que le permiten abordar todos los problemas de salud asociados a la obesidad. Por esta razón y para concienciar a la sociedad en la necesidad de mantener un peso adecuado y unos hábitos de vida saludables, los expertos del Instituto explican los riesgos relacionados de esta patología y cómo podría afectar la salud hormonal de la mujer y, en el caso de los pacientes oncológicos, llevar a un peor pronóstico.

La obesidad afecta el cuerpo humano de muchas maneras y no todas se perciben a simple vista. “El aumento en los niveles de grasa en la médula ósea y en la sangre tiene un efecto “corrosivo” en los huesos y acelera su degradación”, señala Rubén Bravo, portavoz del Instituto. Cabe recordar que un peso corporal excesivo también eleva la probabilidad de sufrir problemas de memoria o inestabilidad emocional y supone un incremento del riesgo de demencia en edad avanzada. A nivel psicológico y social acarrea problemas de depresión, estrés, apatía, ansiedad, baja autoestima o sensación de discriminación a nivel laboral y sentimental.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad afecta a más de mil millones de personas en todo el mundo: 650 millones de adultos, 340 millones de adolescentes y 39 millones de niños. Las estimaciones apuntan que para 2035 aproximadamente mil 900 millones de personas sufrirán de sobrepeso y obesidad en el planeta. Se estima cada 15 kg extras aumentan el riesgo de muerte temprana un 30 por ciento, pudiendo la obesidad severa acortar la vida de 8 a 10 años3.

Reducir la incidencia de la obesidad es un reto apremiante para las administraciones y el sistema sanitario, ya que el gasto en salud de una persona obesa incurre un 25%4 más que una persona normal. Las enfermedades cardiovasculares y del cerebro son primera causa de muerte en el mundo y sólo en la UE cobran la vida de 2 millones de personas cada año. El exceso de grasa puede obstruir las arterias e incrementar la presión arterial, así como generar insuficiencia cardíaca, ateroesclerosis, enfermedad coronaria o infartos. Es un factor que incrementa de forma exponencial el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular o cáncer y podría altera la edad del corazón, envejeciéndolo hasta 10 años.

El estudio de obesidad realizado en IMEO se basa en dos tecnologías diferentes no invasivas y ofrece un análisis completo de los perfiles metabólicos y emocionales, además de los niveles de estrés del paciente:

– Tanita Medical: aparte del estudio de composición corporal por segmentos del cuerpo, mide la eficacia y la edad metabólica, la grasa visceral asociada al riesgo cardiovascular y los niveles de agua dentro y fuera de la célula como mediciones novedosas.

– Electro Intersticial Scaning: facilita un perfil emocional del paciente, midiendo sus neurotransmisores y niveles de estrés, además proporciona datos de la hormona leptina, marcador indicativo de la compulsividad hacia los alimentos adictivos.

La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 al menos 6 veces, independientemente de la predisposición genética a la enfermedad5. Y, por el contrario, perder peso, aumentaría las posibilidades de remisión. “En IMEO hemos comprobado que, con la Manga Gástrica, una técnica laparoscópica de mínima invasión y 0% de mortalidad, se logra en el 72% de los casos la pérdida total del sobrepeso; en un 81%, la completa remisión de la diabetes 2 y en un 62%, una mejora en la hipertensión”, señala Carmen Arribas, directora técnica y asistencial del IMEO. Además de favorecer la pérdida de peso, disminuir la diabetes y mejorar la hipertensión, la Manga Gástrica produce una serie de efectos endocrinos beneficios para la salud. Regula el metabolismo de la glucosa, la secreción de insulina y la función del páncreas. Aumenta la secreción de la hormona de crecimiento y ralentiza el vaciado gástrico. Reduce tanto el apetito, como la sensación de hambre y es un gran avance en la lucha contra la obesidad severa.

El cáncer es una enfermedad multifactorial, debido a la combinación de efectos genéticos y ambientales donde el exceso de peso es un agravante importante y posible causa de al menos 1,2 millones de muertes al año, según la OMS que lo relaciona con 13 tipos de cáncer: de mama, el colorrectal, de endometrio, riñón, hígado, vesícula biliar, ovarios, páncreas, gástrico, esófago, tiroides, del mieloma y del meningioma6. El exceso de grasa también eleva el riesgo de sufrir cáncer de próstata en los hombres y lesiones benignas y malignas en el útero de las mujeres, convirtiéndose en un factor que puede afectar la fertilidad.

Gran parte de estas enfermedades se podrían prevenir actuando sobre los factores de riesgo, entre ellos el sedentarismo y la alimentación poco saludable. Por ello, “el tratamiento nutricional es uno de los cuatro pilares para el tratamiento del cáncer, junto con el tratamiento farmacológico, psicológico y de actividad física”, apunta Inmaculada Luengo, nutricionista del IMEO especializada en pacientes oncológicos y obesidad. “La obesidad puede llevar a una deficiencia de algunos nutrientes esenciales, mientras que el cáncer puede provocar una pérdida de peso significativa. Un buen seguimiento nutricional evitará dichas deficiencias consiguiendo así una mejora del pronóstico. Además, se reduciría el riesgo de complicaciones, ayudará a controlar el peso, reducir la inflamación y a prevenir la aparición de recidivas”, argumenta.

El tipo de cáncer que más se agrava por la obesidad es el de mama en mujeres post menopáusicas. Suele relacionarse el exceso de peso, debido a que el tejido adiposo produce, por un lado, hormonas que pueden estimular el crecimiento de células cancerosas y, por otro, inflamación, aumentando así el riesgo para la paciente. “La pérdida de peso durante el tratamiento oncológico mejora el pronóstico, reduce los efectos secundarios y también el riesgo de padecer otras enfermedades. Sin embargo, es crucial que sea de manera lenta y progresiva, ya que la rápida bajada de peso puede generar debilidad, pérdida de masa muscular, disminución de la inmunidad y fatiga”, especifica Luengo. Al tratarse de una patología más agresiva y complicada, es más delicado al afrontarnos a dos enfermedades graves. Por ello, es fundamental que el seguimiento esté realizado por un especialista en nutrición y oncología para englobar ambos tratamientos.

La obesidad es una enfermedad crónica caracterizada por un aumento patológico de la grasa corporal que se asocia con un mayor riesgo para la salud. La mayoría de los casos son de origen multifactorial donde van a interactuar factores genéticos, metabólicos, y ambientales. “Sin embargo, hay un 2 o 3% de estos casos que se deben a patologías endocrinas, ya que este exceso progresivo de tejido graso puede producir de forma secundaria alteraciones en la regulación metabólica o secreción de distintas hormonas que son las que pueden llegar a ser reversibles con una bajada del peso”, señala Sonia Peinado, experta en nutrigenetica y salud hormonal en la mujer. El sistema endocrino de hombres y mujeres actúa de forma similar, pero su regulación en las mujeres es más complicada porque los efectos de retroalimentación de distintas hormonas varían con cada etapa del ciclo menstrual. “Las hormonas sexuales de la mujer son las que marcan diferencias significativas en la protección frente a enfermedades cardiovasculares con respecto a los hombres. Así como los estrógenos en la etapa fértil, porque van a reducir el efecto cardiovascular por su acción antiinflamatoria y que además juegan un papel fundamental en el balance energético y de la regulación de la glucosa, produciéndose alteraciones metabólicas con un aumento del tejido adiposo y visceral cuando caen en picado en el estado fisiológico de la menopausia o cuando su función está alterada por algún trastorno, como el síndrome del ovario poliquístico”, indica la experta del IMEO.

Con el fin de actuar desde la prevención para no desarrollar síndrome metabólico o el cuarteto de la muerte, la experta aconseja “controlar desde la alimentación y el ejercicio que haya un adecuado porcentaje de masa grasa y masa muscular que nos proteja, ya que las mujeres somos población de diana para poder llegar padecer osteopenia u osteoporosis en la edad adulta”. En estos casos también serían de ayuda “el tratamiento psicológico asociado para mejorar los niveles de estrés, complementos naturales como los ácidos grasos omega 3 que ayudan a reducir la inflamación, crononutrición que favorece la salud digestiva y una dieta adaptada para cuidar la microbiota intestinal que es uno de los principales reguladores de los estrógenos”, añade Peinado. Y más adelante, si ya está instaurada una problemática o una patología, sería lo ideal acudir a un centro especializado para poder realizar un tratamiento integral.

Notas:

1 Después de Malta, Hungría, República Checa, Bulgaria e Irlanda, según datos de la OCDE.

2 Según una investigación de la Iniciativa de Vigilancia de la Obesidad Infantil (COSI) en la Región Europea de la OMS.

3 Según el informe de la OCDE sobre «La obesidad y la economía de la prevención».

4 Obesity: update 2012 de la OCDE.

5 Según una investigación publicada en “Diabetologia”, la revista de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes.

6 Según el WHO European Regional Obesity Report 2022.

 

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Juan Luis Recio

Blogger gastronómico y de tendencias, crítico de vinos (XL Semanal), letrista, sociólogo, mensista, poeta

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