La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

Muros en el siglo XXI: islamofobia

A tenor de ciertos comentarios dejados en este blog por simpatizantes de Alternativa Española (AES), voy notando con claridad cuál es el verdadero fundamento que se esconde tras argumentos secundarios como lo negativa que es la inmigración ilegal masiva. Lo repito: no estamos hablando sobre si debe de haber papeles para todos o sobre si deben existir o no fronteras. Algunos buscaban llevar el debate a ese campo, pero no se trataba de eso. Lo que yo denuncio, simplemente, es que no se pueden imponer condicionantes culturales, lingüísticos, religiosos o raciales a la hora de desarrollar una política inmigratoria. Algunos partidos son más o menos restrictivos al acoger a inmigrantes, pero ninguno de los que yo considero serios habla de crear cupos a partir de criterios no cuantitativos y sí cualitativos. Es decir, a un inmigrante, para ser legal, se le exigen una serie de requisitos. Pero para todos igual, tanto para un boliviano, como para un rumano o un somalí. El salto a la xenofobia se alcanza al otorgar preferencias de acogida según el modo de pensar de las personas.

Pero es que además, se observa otra causa, que es la que yo considero la fundamental, el verdadero trasfondo: en AES, pese a que no sea explícito, impera una línea islamófoba. Buceando por internet se encuentran cosas muy jugosas. Como unas declaraciones de Rafael López Diéguez, secretario general de AES y yerno de Blas Piñar, para más señas, en las que diferencia entre dos tipos de inmigrantes: “Los que se integran, como los suramericanos, y los que no quieren integrarse, como los musulmanes”. Por si queda alguna duda, remacha: “La actual política de inmigración afecta a la seguridad ciudadana. Proponemos un sistema de cupos que favorezca a la inmigración integradora”.

¿Es ésta afirmación muy diferente de la expresada aquí por varios simpatizantes de AES? Para muestra un botón: “Puedes estar seguro de que los negritos y los musulmanes no abren las puertas de sus países a todo ‘quisqui’; y hacen muy bien (…) Si usted quiere llenar nuestro país de esta gente, sepa que otros, como yo mismo, nos opondremos frontalmente a esta decisión. Les deseo a todos los musulmanes lo mejor, pero ellos en su casa, y nosotros en la nuestra. Simple prudencia. (…) Si usted aspira al martirio, ello me parece muy loable, pero no tiene ningún derecho, ni usted ni los que como usted piensan, a llenarnos nuestro país de unas personas que no se integran porque nos odian. (…) No han venido a integrase, sino a conquistarnos, y se valen de los malos conocidos (izquierdistas y ciertos derechistas) y también de tontos útiles, eso sí, llenos de buenas intenciones, como el empedrado del camino del infierno. (…) Desde luego, antes que con un musulmán me quedo con un cristiano. Precisamente porque el cristiano cree en el Dios del Amor”. Todas estas afirmaciones parten de católicos que defienden “sin complejos” sus principios cristianos. ¡Toma ya!

En definitiva, el lema es: ‘Cristianos sí, moros no; Los moros no se integran, sino que nos odian y nos quieren conquistar’. La solución: levantar un muro en forma de cupo a partir de criterios culturales.

La xenofobia es una lacra. La islamofobia es un cáncer. Y ser xenófobo e islamófobo en nombre de Cristo me suena a los tiempos de las Cruzadas y la Inquisición. Cosa que, en el siglo XXI, es una aberración.

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Lo más leído