Vuelvo en unos días a Ecuador, un país que me ha impactado. Y para ser más explícito: me ha encantado. Vuelvo por trabajo. Del 19 al 21 de abril, en la ciudad de Cuenca, se celebra una de las más importantes ferias de turismo, BITE, vitrina de la oferta turistica que ofrece aquel pequeño y gran país latinoamericano. Tanto así que el año pasado la célebre revista National Geographic la calificó como uno de los 10 grandes destinos turisticos para este año 2006.
El año pasado con ocasión de la FITE 2005 ( otra importante feria de turismo realizada en Guayaquil) tuve la ocasión de conocer las mundialmente famosas Islas Galápagos, paraíso natural que en su ocasión tuvimos la oportunidad de publicar en esta columna. Estuvimos en Riobamba una hermosa ciudad a los pies del Chimborazo, ese enorme y majestuoso volcán que se enseñorea imponente sobre la ciudad.
En la ciudad de Cuenca nos pilló en plena cena un ligero temblor de tierra producido por un violento terremoto ocurrido segundos antes en la selva del Perú. Hacía mucho tiempo que no sentía un temblor o un terremoto. En Madrid el único temblor que sientes es cuando el Metro pasa por debajo de la tierra y uno siente una pequeña vibración. O sea: casi nada.
El teleférico de Quito uno de los más altos del mundo también es un reclamo turistico asi como la «Mitad del Mundo» ese monumento que homenajea a la zona en la cual una linea imaginaria divide al planeta en dos.
El Parque Nacional Cajas, es una postal de ensueño dibujada a la altitud de 4.100 metros. Un regalo de la naturaleza.
Y tantas cosas podría ennumerar que el blog se me haría pequeño. La experiencia valió la pena. Y así como yo, otros colegas de todas partes del mundo se quedaron enamorados de este gran país que en breve visitaré de nuevo.
Pasaré por Guayaquil, cenaré en el malecón 2000 ( una lugar de referencia en esta ciudad costera), y me tomaré una copa en el Barrio de las Peñas. ¡Una gozada!.
Esta vez trataré de ir «a mi bola», pues sólo así podré hacer fotos y trabajar a mi gusto. Pues el viaje no es sólo de placer, sino al contrario: escribir, fotografiar, subir «post», telefonear, volver locos a todo el mundo, preguntar, tomar notas, caer pesado cuando se pide información; volver a pedir información, volver a telefonear. En fin, correlatos típicos que sólo sucede cuando se tiene espíritu para este trabajo.
Una vez me dijo un colega: -«mañana me voy a Río de Janeiro». Cuando volvió le pregunté: «¿qué tal te lo pasaste?»»De seguro te habrás divertido un mogollón». «Qué va, tío, sólo he conocido el aeropuerto y el lugar a donde fui a hacer las fotos. Por la noche dormí como un bebé porque estaba tan cansado con el ajetreo del día que mi cuerpo no se tenía más en pié». Respondió un tanto cabreado. El colega se dedicaba al periodismo del corazón.
Vuelvo a Ecuador y, aparte de escribir, esta vez intentaré divertirme algo. Me hace un poco de falta.
