La cocina romana del mítico Trastévere ya tiene sede en Madrid: SottoSopra se instala en el gastronómico Callejón de Puigcerdá, en Jorge Juan. Todo el encanto y el espíritu bohemio y colorido de este barrio romano se traslada al Barrio Salamanca para llenarlo de aromas a cocina tradicional recién hecha.

La carta de SottoSopra ofrece platos típicos tradicionalmente vinculados a la cocina romana, pero revisados con el fin de mejorar, no sólo la presentación, sino para sorprender al paladar. Este carácter innovador se refleja en la combinación equilibrada de ingredientes tradicionales con otros sabores inesperados para conseguir una armonía en el plato y respeto máximo por la materia prima.

La oferta gastronómica de SottoSopra traspasa los tópicos de pasta y pizza. Los spaghetti tradizionali romani alla carbonara (con yema de huevo de granja), el polpette della nonna con salsa amatriciana (albóndigas de la abuela) o el tartere di carne di manzo (tartare de buey con espuma de queso de cabra y cebolla caramelizada), así como la rosetta (pan típico de Roma relleno de diferentes ingredientes), la pizza frita con variedad de mortadelas o la tabla de embutidos y los quesos romanos, son las especialidades romanas que más triunfan. Resulta fácil sucumbir a la tentación de la parte dulce de la carta con postres como el tiramisú de la casa, maritozzo con nata o un helado romano.

Interesantes vinos y aperitivos italianos junto a un servicio de sala profesional y cercano en este primer restaurante que la tercera generación de la familia Fedeli ha abierto fuera de Roma.  Las hermanas Katiusca y Romina lideran esta aventura 50 años después de que su abuelo Romeo abriera su primer restaurante en la capital italiana, en la que actualmente cuentan con varios establecimientos en las zonas más emblemáticas.

Bucólica decoración romana en un espacio en el que el espíritu SottoSopra permanece inalterable: una encantadora terraza al aire libre da paso a un espacio de recepción lleno de color para acceder a la luminosa primera planta que evoca esa atmósfera cálida de las típicas casas del Trastévere y una azotea acristalada a modo de salón privado. Ese toque que la familia Fedeli define como «sincera hospitalidad romana«.