El Padre Ángel recuerda que Iraq también existe

El Padre Ángel lleva años luchando por la paz en este país. Su ONG, Mensajeros de la Paz, es la única ONG que ha llevado ayuda continuamente a los iraquíes desde que comenzara la guerra de Iraq. Como muchos ya sabréis tiene un blog en Periodista Digital, y sus escritos no dejan a uno indiferente porque nos ayuda a abrir los ojos ante lo que muchas veces no queremos ver. Hace unos días el Padre escribía esto…

Hay guerras olvidadas, o incluso de las que nadie ha oído hablar: desde Nagorno Karabaj a Timor Oriental, unos 30 conflictos se perpetúan durante décadas a costa de las vidas y el sufrimiento de la gente, de unos pueblos pobres, empobrecidos –si cabe- un poco más cada día. Es terrible, no encuentran valedores, ni llamamientos a la opinión pública, ni eco en los foros internacionales, ni siquiera una imagen en los medios de comunicación del mundo que atestigüe su tragedia que no acaba.

Tal vez en la otra cara de la moneda esté la guerra en Iraq, quizá el conflicto más televisado, radiado y fotografiado de la Historia Universal. Cada día nos llegan a nuestra casa imágenes de bombas y muertos en cualquiera de las ciudades iraquíes, o en varias a la vez.

Los muertos y los heridos iraquíes forman parte de nuestra cotidiana realidad, al igual que la ignorancia de las otras guerras. Y creo que el efecto es el mismo: la desidia.

No escribo estas línes para recordar que la guerra en Iraq todavía existe, sino para decir a todos que no debería existir.
La ayuda de Mensajeros de la Paz fue la primera de una ONG española en llegar a Bagdad. Fue un par de semanas después de aquel 28 de mayo de 2003, cuando fue derribada la estatua de Sadam Hussein erigida en la plaza bagdadí de Al-Ferdaous. El mundo, y nosotros también creímos que con ella caía el régimen y se acababa la guerra.

Han pasado tres años y medio y la guerra no se ha acabado. Peor aún: cada día se agrava más, el terror se adueña de las calles, de la gente. Todo sigue igual, el mismo polvo, los mismos cascotes, la misma ruina que vi la primera vez.

Durante todo este tiempo la ayuda de Mensajeros de la Paz se ha mantenido. Cada vez hace más falta, porque las donaciones cada vez son más escasas. Los recursos se acaban o se acaba la paciencia de los que ayudan. El colmo ha sido cuando el presidente Bush ha dicho que “se estaba acabando la paciencia de los americanos”. Increíble.

Afortunadamente en Mensajeros de la Paz todavía podemos seguir sosteniendo los hogares infantiles para niños discapacitados, un orfanato y algunos dispensarios, para seguir llevando medicinas, o traer enfermos a curar en nuestro país.

La desidia y la estulticia de las autoridades miliates y los gobiernos “que no saben qué hacer con Iraq”, ni la avaricia de muchos que aprovechando el singobierno siguen exprimiendo y robando el fruto de sus pozos petrolíferos; no van a acabar con nuestra paciencia ni con nuestros deseos de ayudar a los más inocentes entre tantos inocentes.

Tampoco nos cansamos de pedir paz. Y en eso no nos sentimos tan solos. SS el Papa Benedicto XVI ha hecho numerosos llamamientos por la paz y al entendimiento en Iraq. El domingo pasado pedía oraciones que se unieran a la suya para que “Dios dé la fe y el coraje necesario a los responsables religiosos y a los líderes políticos locales y del mundo para que apoyen a ese pueblo en el camino de la reconstrucción de la patria, en la búsqueda de equilibrios compartidos y en el respeto recíproco y sabiendo que la multiplicidad de sus componentes es parte integrante de su riqueza»

¡Pobre Iraq, pobre país rico!. La cuna de la civilización, multicultural, multiétnico. Un país donde hay niños que llaman a sus madres con las mismas palabras que Jesús diría a María: son los cristianos caldeos que siguen hablando el arameo como hace más de 2.000 años, También cristianos asirios, latinos, ortodoxos, protestantes. Y practicantes de religiones cuyos orígenes que se pierden en la noche de los tiempos zoroastistas, yazidíes. Algunos hebreos, turcomanos, y sobre todo musulmanes, sunnitas, en menor proporción y chiítas la mayoría, y dentro de cada grupo, sus diversas escuelas y corrientes. A los buenos musulmanes iraquíes ni siquiera les han dado una tregua para guardar el Ramadán con serenidad y reflexión, ni la oportunidad de vivirlo con alegría y unión.

Un país rico en cultura… y en recursos naturales: gas y fosfatos, además del petróleo…. Pobre Iraq, tu riqueza está siendo tu perdición.

Estoy preparando un viaje a Iraq. Ya he perdido la cuenta de los que he hecho hasta el momento. Creo que unos 18 ,desde ese primero del que antes hablé. En cada uno de ellos el conductor, los amigos, los colaboradores de Mensajeros de la Paz, los imanes y los sacerdotes que reciben nuestra ayuda me han dicho: estamos peor que la última vez que nos vimos. ¿Qué me dirán cuando me vean ahora? ¿Puede seguir cabiendo un empeoramiento?. ¿Hasta cuando la guerra en Iraq?

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