En la Plaza de Armas de Cañete, en la región de Biobío, en el centro de Chile, manifestantes mapuches derribaron los bustos del conquistador español Pedro de Valdivia y de García Hurtado de Mendoza, quien fue gobernador del país durante la Colonia, y virrey de Perú, según recoge rt y comparte Periodista Digital.
En el lugar, donde había concentradas unas 500 personas, un grupo sacó las figuras de sus pedestales, las lanzó al suelo y las cubrió con grafitis, entre los vítores de los asistentes.
Días atrás hubo una concentración mapuche en Temuco, en la región de la Araucanía, en el centro del país, donde también fue removido el busto de Valdivia y los manifestantes exigieron justicia en el caso de Camilo Catrillanca, asesinado el año pasado por un grupo de Carabineros en medio de un operativo policial.
Entre las peticiones de las manifestaciones en Chile se encuentra la necesidad de una nueva Constitución donde se consagren los derechos a la educación, a la salud y al medioambiente.
A este reclamo se le suma el de los representantes de los pueblos indígenas, que aspiran ser reconocidos en una nueva Carta Magna y recuperar sus terrenos ancestrales de los que han sido despojados.
Por su parte, los mapuches exigen la libertad de los comuneros detenidos por razones políticas, el final de la represión policial y la plurinacionalidad y autonomía, según lo organización Mapuexpres.
Antes de la llegada de los conquistadores españoles a los territorios del actual Chile, en 1541, los indígenas ocupaban las tierras que se extienden desde el río Biobío hasta unos 500 kilómetros más al sur. Sin embargo, en la actualidad, los mapuches ejercen control en apenas 5% de sus antiguos dominios en ese país.