La ayuda de Andrea Fernández Vélez permitió capturar al líder del cártel de Sinaloa

El ‘Chapo’ Guzmán: la mujer que traicionó al famoso capo cree ser “un milagro de Dios”

La mujer narró el infierno que pasó al pensar que el narcotraficante la fuera a asesinar por colaborar con el FBI

El ‘Chapo’ Guzmán: la mujer que traicionó al famoso capo cree ser “un milagro de Dios”

Un milagro de Dios”.

Así se considera Andrea Fernández Vélez. Ella es la mujer que trabajó para el Chapo y que lo traicionó al cooperar con el FBI, por lo que el narcotraficante la quiso matar.

Su historia se conoció después del juicio en contra del fundador del cártel de Sinaloa, que se realizó en Estados Unidos y en el que se le condenó a cadena perpetua.

Su testimonio fue emblemático ya que minutos después del testimonio de Vélez ‘El Chapo’ fue sentenciado a pasar el resto de su vida tras las rejas por traficar cientos de toneladas de drogas a Estados Unidos a lo largo de 25 años.

“Señor Guzmán, como pido perdón, yo le perdono, y espero que usted pueda perdonarme”, le dijo la mujer.

Alta, delgada, con el cabello castaño largo hasta la cintura y recogido en una cola de caballo, Vélez se paró a unos cuatro metros del Chapo y contó que «surgió una empatía» entre ambos cuando trabajaron juntos en un proyecto para una película sobre la vida del famoso capo.

«Yo admiraba profundamente al señor Guzmán (…) Lo llegué a ver como una persona buena, educada, que se preocupaba por mí, amable y con carisma. En un momento sentí que era de mi familia», contó.

Pero “soy un milagro de Dios, porque el señor Guzmán intentó matarme (…) Ofreció un millón de dólares a los Hells Angeles para acabar con mi vida”, sostuvo en referencia a la pandilla de motociclistas.

Un infierno

La policía federal y la fiscalía de Brooklyn «me rescataron literalmente del infierno», aseguró esta mujer de edad desconocida, vestida con un sobrio traje de falda y chaqueta negra, y altos tacones.

Vélez fue inculpada de delitos de narcotráfico en mayo de 2012 en una corte de Nueva York, pero aparentemente no estuvo nunca en la cárcel.

El agente del FBI Steven Marston contó en el juicio del Chapo que Vélez fue abordada en Colombia en septiembre de 2012 para que trabajase como informante en las investigaciones contra el Chapo y Alex Cifuentes.

Vélez aceptó para no ir a la cárcel, el FBI le pagó 290.000 dólares, y cuando su vida estuvo en riesgo en 2013, la trasladaron a Estados Unidos y le dieron una visa especial para testigos cooperantes.

La mujer dio a entender que hoy es parte del programa de protección de testigos del gobierno estadounidense y tiene una nueva identidad.

Afirmó que deseaba contar su historia para “dejar de ser un nombre sin rostro”.

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