El asesinato del ocho veces campeón mundial de Jiu Jitsu, Leandro Lo ha conmovido al mundo del deporte.
El hecho ocurrió en un salón en la ciudad de San Pablo, en la que se realizaba una fiesta. Luego de una discusión, el atleta recibió un tiro en la cabeza. Fue trasladado a un hospital, pero se le diagnosticó la muerte cerebral. “El ídolo de un deporte, Leandro Lo nos deja materialmente. Ofrecemos homenaje y reverencia a quien ayudó e inspira a tantas personas a vestir el quimono en todo el mundo”, detalló la Confederación Brasileña de Jiu-Jitsu Deportivo (CBJJE) en un comunicado.
El principal sospechoso, es el teniente Henrique Otavio Oliveira Velozo, oficial de la Policía Militarizada, de 30 años. Fue arrestado tras acudir frente a sus superiores en la Corregiduría de la corporación, luego de haberse ido de la escena del crimen.
Sin embargo, la madre de Lo, Fátima ha alertado sobre una hipótesis escalofriante sobre el asesinato. Señala que existe la posibilidad de que no fue una discusión clásica de bar que escaló hasta el desenlace trágico. “Esa persona lo conocía, porque también practica jiu jitsu. Fue ahí para matarlo, sin dudas, pero no sabemos por qué”, explica en declaraciones a O Globo.
Uno de los integrante del círculo íntimo del atleta y testigo de los hechos señala que había algo más que la discusión del momento. “Después de la provocación de la botella, Leandro inmovilizó al policía para calmarlo. Y éste, cuando este se estaba yendo, se volteó y le disparó a quemarropa”, relata. Otros testigos también indicaron que el asesino se hallaba en evidente “estado de ebriedad”.
Los hechos
Según relatan los testigos, todo partió de una discusión entre Lo y Oliveira Velozo. El oficial habría tomado sin permiso una botella de la mesa donde se encontraba el deportista junto a amigos y allegados. La discusión fue escalando y, tras los golpes y empujones, el policía le disparó en la cabeza. Incluso salieron a la luz videos de instantes después de la agresión, en el que sobresalen los gritos, la desesperación y los empujones mientras el personal médico ingresa al luchador en la ambulancia que iba a transportarlo hacia el hospital.
Según detalló el periódico local Folha de S.Paulo, más de 40 personas asistieron a las puertas del Distrito 17 de la Policía para recibir al acusado de haber matado al reconocido artista marcial paulista. “¡Justicia!”, “asesino” y “Jiu-Jitsu unidos, nunca seremos vencidos”, fueron los gritos que atronaron y les dieron paso a la furia de los presentes estalló cuando llegó un vehículo en el que supuestamente se encontraba Oliveira Velozo. Automáticamente la multitud se abalanzó sobre el automóvil y las autoridades se vieron obligadas a actuar: reprimieron, utilizando gas pimienta, para dispersar la protesta.
La efervescencia creció con el correr de las horas ante el surgimiento de nuevos detalles del asesinato.