Se instalaron en una antigua zona residencial de clase alta a fines del año pasado: sus dueños no se atreven ni a asomarse por el barrio
No se cortan un pelo, pese a la pobreza que les rodea y a sus supuestos ideales en pos de una guerra santa que les salpica de sangre hasta la médula.
Son los terroristas británicos que se han unido a la cruzada contra los cristianos en Siria.
Viven a todo lujo a apenas una milla del bastión de Atmeh, donde en marzo del año pasado fue capturado el británico David Haines por los yihadistas, hogar de 25.000 refugiados y de una docena de trabajadores humanitarios.
UNA ZONA DE CLASE ALTA
Se instalaron en una antigua zona residencial de clase alta a fines del año pasado, cuando la zona fue atacada por las fuerzas de Bashar Al Assad y los habitantes debieron irse.
De acuerdo con el ‘Daily Mail’, sus dueños originales no se atreven siquiera a dar una vuelta por ese barrio.
La vida de cinco estrellas que los yihadistas británicos tienen en Siria es motivo de orgullo y por eso no dudan en compartir fotos en las redes sociales de los coches caros, las amplias piscinas y las mansiones con grandes vistas al campo que tienen.
Mientras ellos se permiten esa ostentación, a escasos metros niños mueren de hambre y sus familias viven hacinadas.
Informaciones recientes sugieren que la organización cuenta con 100.000 milicianos, la mayoría de ellos iraquíes y sirios, aunque también es preocupante el número de combatientes extranjeros, provenientes de los Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, España y Marruecos.
Oficialmente, se estima que los yihadistas británicos son alrededor de 500, aunque otras fuentes sugieren que el número se eleva hasta 2.000.