NO DIGAS MUJER, DI CHELO
(SIN QUE “CHELO” SIENTA CELOS)
Los políticos actuales
Ayunos, aunque hartos de iras,
Están de alturas de miras;
Salvo en asuntos puntuales,
No ejercen de intelectuales,
Como otrora; eran modelos
De conducta, sí, sin pelos
En la lengua; amén de humanos
Con los de tejados canos
Lo eran con los violonchelos.
Ángel Sáez García