A pesar de no llegar a los 30 años, es un experto en seguridad y armamento

La historia del sicario de élite del narcotráfico que ahora caza asesinos por todo México

‘Capache’ logró destacar en las organizaciones criminales por su ‘don’ para matar, pero ahora es el agente más peligroso de las ‘autodefensas’ de México

La historia del sicario de élite del narcotráfico que ahora caza asesinos por todo México
Sicarios del CJNG PD

Capache’ es solo un veinteañero, pero conoce de cerca la muerte y cómo tocar a su puerta.

Él fue el sicario del cártel más poderoso de México. Sin embargo, abandonó “hace un par de años” el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), conocido por sus crueles y salvajes métodos para imponerse. Así fue como suplantó al Cártel de Sinaloa, alguna vez dirigido por Joaquín “El Chapo” Guzmán, como uno de los más peligrosos del continente.

«Tenía apenas 14 años cuando dejé mi casa y me uní al cártel», declaró al sitio The Daily Beast.

Hijo de una madre soltera y con 10 hermanos, tuvo que abandonar la escuela a los 13 porque no había dinero para pagarla. Entró a trabajar en un restaurante en Ocotito, una pequeña comunidad en Guerrero, cuando uno de sus amigos lo reclutó.

«No teníamos nada, ni siquiera para comer. Estaba cansado de ver a mi mamá pasar hambre. Y sabía que podía ganar 10 veces más si trabajaba para ellos. Tan pronto como escuché la oferta, supe que lo haría. Menos de una semana después, ya estaba en el autobús rumbo a Jalisco», relató.

En el campamento, ‘Capache’ recibió entrenamiento general de infantería, incluidas tácticas de unidades pequeñas, prácticas de tiro con rifle de asalto y ametralladoras y lanzamiento de granadas, así como construir armas mientras se encontraban con los ojos vendados.

Pero, además, los reclutas tenían que pasar por duros ejercicios para aprender a insensibilizarse, tanto del dolor propio como el de otros.

Uno de los peores ejercicios era el de soportar, durante 10 minutos sin moverse y desnudos, a los ataques de avispas. «Si te movías o gritabas, iban y te golpeaban», recordó. «Era mejor aguantar el dolor», dijo.

El entrenamiento duró unos tres meses. Entonces, era hora del examen final, que requería cortar en pedazos a una persona.

Primero, debían torturar a alguien sin que muriera desangrado, para obtener información. Después, tenían que matarlo. Por último, era hora de cortarlo de manera específica para poder deshacerse de los restos.

‘Capache’ creció en la organización criminal y se convirtió en un integrante de un cuerpo de élite integrado por 35 guardaespaldas dedicados a uno de los hombres más fuertes del Cártel, Hugo Gonzalo Mendoza Gaytán, «El Sapo», o «El 090», uno de los comandantes regionales de Oseguera Cervantes en el oeste del país.

De acuerdo con la DEA (Administración para el Control de Drogas estadounidense, por sus siglas en inglés), la esposa de Mendoza Gaytán es una de las administradoras del lavado de dinero de la organización.

Cazar sicarios

‘Capache’ ahora trabaja con una de las autodefensas más grandes del país, en donde encabeza una célula que se dedica, precisamente, a asesinar («limpiar», en su expresión) a sicarios del grupo al que antes pertenecía.

En Chilpancingo, la capital del estado, ‘Capache’ fue capturado después de varios meses en la zona por un grupo de autodefensas llamado Frente Unido de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero (FUPCEG), que de acuerdo con sus líderes, está compuesto por más de 11.000 milicianos que operan en 39 municipios (más de 760 comunidades) de Guerrero.

Con la FUPCEG, ‘Capache’ usó todos sus conocimientos sobre armas y táctica para enseñar a sus nuevos compañeros. Una de sus primeras tareas fue enfrentar al llamado «Cártel del Sur», una banda aliada al CJNG.

De vuelta en Chilpancingo, se incorporó como parte de un grupo de élite dedica al «programa de limpieza» clandestino, encargado de identificar, encontrar y asesinar a sicarios de su excártel.

‘Capache’, que vive en una casa de seguridad en alguna zona de la capital, recibe a través de su móvil la orden para realizar un golpe. Poco después, un hombre llega a u ubicación con un arma «imposible de rastrear». Entonces, parte ya armado con un grupo de dos personas más, que incluyen a un conducto y a un «explorador».

Usualmente, el pequeño grupo se rota para ser el «tirador designado». Su método, el más seguro, es atacar a su blanco por la espalda desde una motocicleta o un automóvil.

En caso de que el hombre al que intentan matar suele estar rodeado por sus guardaespaldas, utilizan a un grupo de mujeres que consigue que se «relajen» y, en cuanto ellas logran su cometido, escapar del lugar y permiten el ingreso de la célula.

De acuerdo con ‘Capache’, ha matado a cinco personas directamente en su trabajo con el grupo especial de la FUPCEG. El asesino de asesinos no cuenta su trabajo previo con el CJNG ni los enfrentamientos, ya que nunca se sabe si logró matar a alguien o sólo herirlo.

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