No se puede negar que empezamos a ver la luz al final del túnel, aunque sea por lo que se habla en los platós televisivos.
Sobre la mesa de El Programa de Ana Rosa este lunes 14 de diciembre de 2020 desde bien temprano el asunto que más estamos todos deseando que llegue: cuándo tendremos en España por fin una cierta normalidad (la de verdad, no la nueva normalidad de Pedro Sánchez) gracias al uso a gran escala de la vacuna del dichoso coronavirus.
Pero lo mejor del asunto fue el revés que le metió Eduardo Inda a Verónica Fumanal, la tertuliana que pretendió hacerse la graciosilla a costa del primero, pero el de OkDiario la tiene cruzada. Recuerden que Fumanal fue directora de comunicación del PSOE entre 2014 y 2016, de modo que sus posturas parecen más que evidentes…
Verónica Fumanal: Lo de las mascarillas yo creo que ahora lo están tirando para largo y en función de cómo vaya la inmunidad decidirán.
Esther Esteban: ¡Es que las mascarillas también están provocando problemas respiratorios a la gente!
Eduardo Inda: ¡Y a la gente que tenemos asma ni te cuento!
Ana Rosa: ¿Tú eres asmático? ¿Por alergia?
Eduardo Inda: Sí.
Verónica Fumanal: ¿A qué?
Eduardo Inda: ¡A ti! ¡Y a tu amigo Pablo Iglesias!
Es lo que tiene ser la tertuliana progre del programa; siempre del lado de Sánchez, Iglesias, Illa y Simón (el ISIS, recuerden), y es lo que pasa con Inda, que no tiene concesiones ni risitas para los que defienden estas posturas.
Varias broncas a Fumanal
Y es que no es la primera vez que la sanchista se lleva un leñazo en la mesa de Ana Rosa.
De hecho es la propia presentadora la que más a menudo le tiene que soltar un buen zasca:
En una ocasión fue con motivo de la responsabilidad individual en tiempos de Covid con respecto de las reestricciones (algo que ha ocurrido en las mejores familias): «Pues no señora, yo te aseguro que yo tomo las medidas».
Y en otra, como consecuencia de la madrileñofobia que tanto divierte en algunas zonas de España pero que tanto daño hace. Fumanal, por supuesto, en el ajo, y Ana Rosa a mandarla callar: «¡Qué pesados sois con las hordas de madrileños, como si fuéramos langostas!»
