Presta atención tormenta los parasoles obligan
a esperar surtidores que este estío tan raro
no iba ser diferente en roturas duraderas
se tornan a diario y la más grande esperanza
en cualquier parte surge al chorro del desacuerdo
volviendo a los cristales que desmienten ternura.
Finalizan romances la pregunta es ¿podemos
sobrevivir la espera en la rampa para verla?
Algo más alejado de ti como en las guerras
concuerdan las sonrisas con varios paladares
en el sitio medido que duran pensamientos
se conceden las gotas que producen ruido.
Cuatro recolectores del brazo ensimismados
donde la maravilla siempre estuvo alejada
con una ayuda libre de repente aparecen
sin disminuir y aumentan parloteo incesante
amplificando el día lentamente en la nada
al completar niveles de tus aguas más dulces.
José Pómez
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