Archipiélago.
Archipiélago. Archipiélago. No seré quién te niegue mis caricias trenzada tu cordura que suspira más bella que la estrella que nos mira por ese ventanal de las delicias. Ni esa brisa rizada con noticias de escalofrío sufre si respira banana en un instante se retira en el ardiente medio que propicias. El chispazo cedido el mar y el monte