El feminismo español ha demostrado, una vez más, que son más una bandera política que una lucha por la igualdad. Mientras que a los representantes de la extrema izquierda se les recibe entre aplausos, a quienes buscan mostrar su apoyo pese a pensar diferente se les agrede y expulsa de las manifestaciones como la del 8M.
Así lo vivió en sus propias carnes Bertrand Ndongo, conocido como el ‘negro de Vox’.
Bertrand Ndongo sólo le preguntó a la ministra de Igualdad “¿por qué mi hija tiene que llegar borracha a casa?”, cuestionando los valores que promueve que el eslogan “sola y borracha quiero llegar a casa” que, según indica el gobierno, forma parte del espíritu de la nueva y polémica Ley de Igualdad.
Sin embargo, una horda feminazi cargó inmediatamente contra el ciudadano de origen camerunés, lo que requirió de la intervención de la Policía Nacional. Con empujones e insultos se le encararon al ‘negro de Vox’ que sólo buscaba preguntar a Irene Montero por qué su hija tiene que llegar «sola y borracha» a su casa.
Ante el vergonzoso ataque, Bertrand Ndongo insistía: «Soy un ciudadano, ¿no puedo preguntar a la ministra?» preguntaba a los policías que le impedían acercarse a la ministra Montero. Mientras, alguna de las acompañantes de Montero le gritaban «¡fuera!, ¡fuera!» e incluso le han llegado a llamar «macho alfa».
Discriminación
Ndongo ha afirmado a los medios que no es feminista pero que ha acudido a la manifestación por su hija de un mes. Sin embargo, al ser increpado por las manifestantes, ha asegurado: «Quiero que mi hija sea libre y que nadie le diga lo que tenga que hacer».
«Estos lo que apoyan es que las niñas lleguen a su casa borracha y sola«, ha añadido, para indicar que su mujer «se merece respeto igual que ellas piden respeto», en alusión a algunas de las manifestantes, además de pedir respeto a las dirigentes de Ciudadanos que también han sido increpadas.
«Mi hija no podría estar aquí porque representan a una sola mujer», ha zanjado. Posteriormente, ha intentado llegar hasta la ministra Irene Montero pero la Policía se lo ha impedido.