El ministro de Sanidad no pasaría la prueba del nueve por mucho que lo intentase.
Salvador Illa tiene tras de sí toda una hemeroteca y toda una videoteca que le deja completamente retratado.
Ahora, con una España en la que el virus del Covid-19 está causando verdaderos estragos en la tercera ola, el último dato conocido, del 20 de enero de 2021 dejaba unas cifras de más de 41.000 contagiados y 464 fallecidos, al titular sanitario no es que le cueste implementar nuevas medidas, sino que huye de aplicarlas.
Al responsable de la Sanidad en España le resulta ahora más que suficiente el estado de alarma tal y como se concibió en octubre de 2020 y, a pesar de los datos terroríficos que se comunican a diario, Illa se niega a hacer lo mismo que un 9 de octubre de 2021 ordenó por la fuerza de sus reales decretos y que no fue otra cosa que imponer un estado de alarma sui generis para Madrid.
En ese momento, el argumento empleado por Illa se basaba en, a su juicio, la alta tasa de contagios que había en la Comunidad de Madrid, en torno a los 500 casos por cada 100.000 habitantes. Además aprovechaba para acusar a la presidenta de la autonomía, Isabel Díaz Ayuso, de quedarse de brazo cruzados.
La presidenta de Madrid ha decidido no hacer nada. Podemos cruzarnos de brazos o podemos frenar al virus. Es necesario evitar que en este puente el virus se difunda sin control y por ello se cierra Madrid. No podíamos no actuar. Se ha llegado hasta aquí porque no ha actuado antes la Comunidad de Madrid. La obligación de cualquier Gobierno con alma es doblegar la curva, aunque supongan sacrificios.
Sin embargo, el 20 de enero de 2021, es decir poco más de tres meses después de mostrarse implacable con la Comunidad de Madrid, a Illa ya no le gusta tener que endurecer más las medidas cuando se trata de todo el territorio español.
Con la posibilidad de que finalmente las elecciones catalanas se celebren en la fecha inicialmente prevista, el 14 de febrero de 2021, al ministro no le hace ni pizca de gracia ser el centro de las críticas, especialmente en Cataluña, donde aspira a ser el próximo presidente de la Generalitat y sabe que meter más controles puede dar al traste con la buena imagen que está teniendo en los sondeos.
Por eso, tras la celebración del Consejo Interterritorial de Salud celebrado el 20 de enero de 2021 en Sevilla, Salvador Illa se despachaba así cuando le preguntaban por qué no se daba luz verde a las nuevas restricciones reclamadas por la gran mayoría de las comunidades autónomas:
No se trata de añadir medidas, sino de aplicar las que actualmente están vigor, porque sirvieron para doblegar la segunda ola. Y no es que lo hayamos leído en ningún libro, sino que lo hemos experimentado. Si se necesita alguna medida adicional, la vamos a estudiar. Lo que no comteplamps es que haya confinamientos domiciliarios. De todas formas vamos a seguir trabajando, pero constatamos que con el arsenal de medidas que tenemos se ha conseguido ya derrotar una ola.
