VÍDEO / Millán Astray, el militar cojo, manco y tuerto que creó la Legión Española

Se cumplen 100 años de la legendaria Legión Española y el Gobierno PSOE-Podemos ni se acuerda

Se celebra este fin de semana el centenario de la fundación de la Legión por decreto del Rey Alfonso XIII.

Se celebra, pero poquito, como subraya Antonio Burgos en ABC, este 20 de septiembre de 2020.

Yo diría que lo mínimo, con un acto que preside el Rey Felipe VI como comandante supremo de las Fuerzas Armadas en el campamento «Álvarez de Sotomayor» de Viator (Almería).

Me imagino lo que en cualquier otro país con unas Fuerzas Armadas tan democráticas como las nuestras hubieran organizado al cumplirse los cien años de una de sus unidades más legendarias, heroicas, singulares, con tantos servicios prestados a la nación.

Aquí, por el contrario, parece que todo lo que suena a Legión es facha; de ahí que no haya habido precisamente entusiasmo en el Gobierno ni en el Ministerio de Defensa del socialista Sánchez.

Nació la Legión para frenar una sangría en Marruecos, una pérdida constante de vidas.

Nació para hacer frente a un enemigo que nos había tomado la medida, para convertirse en un muro frente a los rifeños que eran la pesadilla española en el norte de África. Y de eso, ya cien años.

Arrancó porque así lo dispuso el teniente coronel José Millán-Astray, como el Tercio de Extranjeros, el nombre original de la Legión, para sustituir a unas tropas de recluta obligatoria. Todos eran voluntarios.

El 20 de septiembre de 1920, hace exactamente cien años, se alistó en la Legión, llamada entonces Tercio de Extranjeros, el primer voluntario, Carlos Expresati de la Vega.

A sus filas llegaron españoles de toda la geografía, el primer grupo que se alistó fueron doscientos catalanes de los que dijo Millán Astray que eran la flor y nata de los aventureros».

Desde Cuba, Nueva York, Londres, Turquía o Japón llegaron voluntarios atraídos por la promesas de gloria, redención y una más que posible muerte en el duro campo de batalla de Marruecos y por la promesa de una buena paga, pudiendo llegar a ser «Capitanes del Tercio».

Nacía la Legión Española inspirándose en el modelo cercano de la Légion Étrangère francesa y con el objetivo de ser un contingente profesionalizado guiado por la obediencia total, la férrea disciplina y un valor innegociable.

Una fuerza de choque que combatiese heroicamente en primera línea, tal y como entendía la guerra la mayoría de oficiales del norte de África —entre ellos, el futuro dictador Francisco Franco—. El Tercio admitía hombres de entre 18 y 40 años, españoles y foráneos, como indicaba su nombre.

Su fundador tenía una tesis curiosa: «Un extranjero vale dos soldados, uno español que ahorra y otro extranjero que se incorpora».

Fue Millán-Astray el encargado de armar los «corazones» de los legionarios ante las durísimas condiciones medioambientales y de salubridad que les esperaban en la última etapa de la Guerra del Rif (1921-1927).

Para crear un grupo cohesionado y con la valentía por bandera, el militar africanista y veterano de Filipinas enunció el «credo legionario», doce normas de comportamiento cuya finalidad era homogeneizar la pertenencia de grupo.

Se buscaba que el legionario fuese única y exclusivamente eso: un feroz soldado con una visión maniquea del mundo, muy útil en la guerra, al servicio de la patria.

Ese espíritu belicista del Tercio de Extranjeros estuvo inspirado en el bushido, las normas de los samuráis que priorizaban valores como la lealtad, la rectitud o el honor.

Además, Millán-Astray incidió en el misticismo de la muerte para imbuir de bravura a sus soldados. El lema de la unidad constituye una clara evidencia de dicha mentalidad: «Legionarios, a luchar; legionarios, a morir».

La Legión saltó a la fama el 24 de julio de 1921 como consecuencia de su marcha forzada hasta Melilla para salvar la ciudad de las harkas de Abd del Krim después del Desastre de Annual y ya no ha dejado de ser noticia hasta la actualidad, con las misiones en Rusia, Bosnia, Malí, Congo, Afganistán o Irak.

VÍDEO / Millán Astray, el militar cojo, manco y tuerto que creó la Legión Española

Gallego, entró en la Academia a los 15 años y se ganó un hueco en los libros de Historia por crear en 1920 la Legión Española y por el arrojo que demostró combatiendo contra los rifeños en la guerra de Marruecos.

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