Solo lo partidos no nacionalistas lamentan su marcha y destacan su actitud dialogante

La CDC de Artur Mas reacciona con amenazas y desdén ante la ‘renuncia’ de Duran i Lleida

Rull le advierte de que no podrá seguir como portavoz de CiU en el Congreso. Tremosa señala que ya le tocaba retirarse. Rigau se muestra indiferente. Y Vila ironiza con que también "cambian los santos padres y los reyes"

El golpe sobre la mesa de Josep Antoni Duran i Lleida ha dejado descolocados a sus socios de CDC, que han reaccionado con una agresividad y menosprecio que reflejan el rencor acumulado durante muchos años de relación.

Este domingo se conoció que el líder de UDC, tras la proclamación de Felipe VI como Rey de España, prevé dejar la Secretaría General de CiU, así como la presidencia de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, y no repetirá como cabeza de lista de la federación nacionalista en las próximas generales.

De hecho, incluso podría enfrentarse a Mas en unas autonómicas, si este las convoca en clave plebiscitaria. Todo ello por la deriva secesionista por la que se ha deslizado el presidente de la Generalidad y de CDC, Artur Mas, en los últimos tiempos.

Rull amenaza con forzarle a renunciar como portavoz en el Congreso

Las reacciones no se hicieron esperar. La respuesta más contundente la ofreció el secretario de Organización de CDC, Josep Rull, quien señaló, en clave amenazadora, que «no sé si tiene demasiado sentido que el portavoz de CiU en Madrid sea la persona que renuncia a la Secretaría General de la federación en unos términos que todavía no sabemos ni conocemos exactamente».

Rull dijo estar «perplejo» por conocer la posición de Duran a través de una filtración en la prensa y aseguró que «la determinación y el compromiso» de CiU con la consulta secesionista planteada para el 9 de noviembre es «clara, precisa e inequívoca».

Condescendencia e ironía

El eurodiputado de CDC Ramon Tremosa se mostró condescendiente, asegurando que la marcha del líder de UDC «llegaría tarde o temprano» y que «hoy en día al sociedad pide cambios, y eso también afecta a la clase política».

«Carreras políticas de 30 años puede que no las veamos en el futuro; en las democracias avanzadas se están acortando los mandatos, este es el mundo al que vamos», añadió.

Este lunes, las declaraciones de dirigentes de CDC han continuado. La consejera de Enseñanza de la Generalidad y presidenta del Consejo Nacional de CDC, Irene Rigau, ha restado importancia al anuncio de la marcha de Duran.

De hecho, ha descartado una ruptura de la federación nacionalista y ha asegurado que «la fortaleza de CiU se adaptará a los nuevos tiempos, como superamos la renuncia del presidente [autonómico] Pujol».

Menos incisivo pero más irónico se ha estado el consejero de Territorio y Sostenibilidad y dirigente convergente, Santi Vila, quien ha considerado como «lógica» la renuncia de Duran porque «cambian los santos padres y los reyes» y, por tanto, «también cambian los liderazgos en los grandes partidos».

En todo caso, ha calificado a Duran como «un político brillante», «solvente», «respetado», «útil para el Gobierno [autonómico]» y «con gran credibilidad». Unos elogios que, sin embargo, y al igual que el resto de los posicionamientos de miembros de CDC, no han ido acompañados de una petición para que Duran cambie de opinión y continúe en sus cargos.

Lamentos entre las formaciones no nacionalistas

Desde las formaciones no nacionalistas, en cambio, han lamentado con mayor intensidad la noticia de la posible renuncia de Duran.

Así, el presidente del Congreso, Jesús Posada (PP), ha considerado que la marcha de Duran sería «un golpe fatal».

«Mal camino. Creo que Artur Mas debería reflexionar seriamente adónde estamos yendo para que un hombre como Duran no pueda ser portavoz de CiU, yo lo veo un tema grave».

De igual forma, el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, ha tildado a Duran como una persona que «fomenta el diálogo» y ha indicado que «cuantos más aliados haya en esta posición, mejor».

Por parte de Ciudadanos, su secretario general y portavoz, Matías Alonso, ha señalado que Duran se va porque «no ha podido más con el extremismo» de CiU, y supone «un nuevo paso en la desintegración de la que había sido la opción mayoritaria» en Cataluña.

En todo caso, Alonso no se ha mostrado sorprendido por la decisión de Duran, teniendo en cuenta que los principales cargos de la federación nacionalista «lanzan continuamente leña al fuego, profundizando en la desafección» entre los catalanes y el resto de los españoles.

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