Ana Rosa ha reflexionado en su editorial sobre la argumentación del Gobierno de Pedro Sánchez sobre los mensajes filtrados de José Luis Ábalos con el presidente y con medio Ejecutivo en el que se demuestra entre otras cosas, que el rescate de Air Europa se aceleró y se concedió mucho antes que a otras empresas.
Desde el día de la publicación de los mensajes de WhatsApp por parte de El Mundo, el Gobierno Sánchez salió a acusar y señalar a la UCO. Sin embargo, el día de ayer, el propio Ábalos desmontó el relato al reconocer que aprobó que se publicaran luego de que el diario le contactara para verificar la veracidad los intercambios.
“Los mensajes de Sánchez y Ábalos ni los filtró la UCO ni el juez ni la Guardia Civil de Tráfico. La máquina del fango la encendió Moncloa para construir el bulo del lawfare: Ábalos avaló la publicación de sus chats. No hay delito, como aseguraba Sánchez.
¿Señor presidente, quién va a hora a pedir perdón a la UCO? Saldrá la sincronizada a disculparse o dirá eso de ‘sujétame el cubata que vamos con otro argumentario marciano’”.
La presentadora también ha analizado el penoso papel de Sánchez el día de ayer en el Congreso de los Diputados en el que no ofreció explicaciones ni aclaró nada sobre los escándalos que le salpican, estima que lo que está pasando en España lo podría protagonizar el extraterrestre de la obra de Eduardo Mendoza en Sin noticias de Gurb.
Siguiendo con esta metáfora, incide en que el diario del alienígena describiría la “extraña ceremonia” que tiene lugar todos los miércoles en las sesiones de control en el Congreso de los Diputados, en lo que el Gobierno evita tomar responsabilidades ni ofrece explicaciones sobre lo que ocurre en el país.
“Un extraño sistema de control del Gobierno. Quedan en una Cámara diseñada para votar pero no votan; para hacer preguntas pero el líder nunca responde. Ejemplo empírico: le preguntan por el rescate de una aerolínea y el líder contestó con un chiste. Un líder que habla con gestos agresivos incomprensibles que está un poco desquiciado, ojeroso e iracundo. Un líder que cuestiona el liderazgo de su adversario pese a haber obtenido 17 escaños menos en las últimas elecciones”.