Los lunes, revista de prensa y red

“Los factores que complican la investidura en Catalunya”, de La Vanguardia, y “Lo que el 2018 nos traerá de cine”, de José María Aresté

( Viñeta de Idígoras y Pachi en El Mundo el pasado día 7) (*)

LOS FACTORES QUE COMPLICAN LA INVESTIDURA EN CATALUNYA

Artículo de La Vanguardia publicado en su edición del pasado día 6. Incluimos además como complemento el publicado por el mismo diario ayer día 14

El futuro está marcado por las premisas de JxCat y ERC, los electos en Bruselas y en prisión, el calendario electoral y el no a repetir las elecciones. Lo que tantas veces ha hecho progresar la hoja de ruta independentista hasta el choque final con el Estado, la astucia, se echa en falta ahora para desbloquear la situación y permitir la investidura de un nuevo president de la Generalitat al albor de los resultados electorales del 21-D. Sin descartar que la solución que acuerden ERC y Junts per Catalunya (JxCat) en los próximos días pueda incorporar una buena dosis de esta habilidad, de momento son numerosos los factores que complican el acuerdo entre las dos principales fuerzas independentistas, como la permanencia en la cárcel o en Bruselas de ocho diputados electos, entre ellos los dos principales candidatos (Junqueras y Puigdemont); la línea sucesoria del Govern considerado legítimo y las alternativas que se barajan, el escepticismo del PDeCat con Puigdemont, el no rotundo de los republicanos a repetir elecciones, el empecinamiento de ERC en pactar con los ‘comuns’, el papel secundario de la CUP o la previsión de que el juicio en el Tribunal Supremo se pueda celebrar en un año.

Son factores políticos, judiciales, electorales y programáticos, que cuando se entrecruzan condicionan y hacen muy difícil una salida por la firmeza de las premisas. Entre ellas, la de JxCat cuando avisa de que el único president que investirán será Puigdemont; la de ERC, que sin estar en disposición de poner condiciones como consecuencia de los resultados del 21-D retan al expresident a volver y asumir el cargo, lo cual es sinónimo de entrar en prisión; la de la CUP, que vende su abstención cara al recordar que irá en función del grado de unilateralidad, o las que marca el calendario electoral, con unos comicios municipales muy determinantes para los republicanos, pero también para los herederos de CDC.

1- Cinco electos en Bruselas y tres en prisión

ERC y JxCat suman en total ocho diputados electos en la cárcel o “en el exilio”, lo cual supone ocho diputados que pueden recoger su acta de diputados pero no podrían participar ni de las votaciones ni de los debates que tengan lugar en el Parlament. En este sentido, cobra fuerza la idea a la que se agarra Ciutadans a la hora de albergar una esperanza de poder alzarse con el control de la Mesa del Parlament y, tal vez con la presidencia del Govern si el resto de partidos no independentistas le apoyaran. Pero esto sólo sería posible si estos ocho diputados no renunciaran a su escaño y dejaran en minoría al bloque independentista en el Parlament, algo inviable por constituir el principal logro de los independentistas en los pasados comicios.

2- Junqueras seguirá en prisión y Puigdemont lejos

Las negociaciones entre ERC, JxCat y la CUP ya han comenzado y todo el foco estaba en Junqueras. Una vez aclarado que el líder de ERC seguirá en Estremera tras haberle sido denegada la libertad provisional por el riesgo de reiteración delictiva que atisba el Supremo, se desvanecen las posibilidades de que el republicano pueda erigirse de alguna manera como candidato a la investidura en virtud de la línea sucesoria que establece el llamado Govern legítimo presidido por Puigdemont. El plan b al que apuntaba el diputado Gabriel Rufián ya no tiene visos de hacerse realidad.

A las puertas del Supremo, Rufián lo dejaba bien claro: el plan b si Puigdemont no puede (quiere) volver es Junqueras, algo que sólo se atrevía a declarar el diputado antes de conocer el fallo de la sala del Supremo de este viernes, aunque el portavoz Sergi Sabrià lo venía a confirmar cuando señalaba que “cuando salga Junqueras lo hará con ganas de ayudar al país pero esto lo veremos cuando salga… en este momento sólo hay un plan que es Puigdemont”.

Sólo la puesta en libertad de Junqueras podía obligar a Puigdemont a comenzar a plantearse la posibilidad de volver a Catalunya, tal y como aseguró sin tapujos durante la campaña electoral. Sin orden judicial internacional a resolver por la justicia belga, el expresident se encuentra igualmente ante la disyuntiva de volver para ingresar en prisión y, tal vez, poder ser investido, o permanecer en Bruselas o en cualquier otro lugar fuera de territorio español ‘ad eternum’, comoconsecuencia de su estrategia de evitar la justicia española.

3- ERC fue tercera fuerza el 21-D y Puigdemont no es hombre de partido

Pero hay además dos handicaps que desfiguran las condiciones de ambos líderes para estar en condiciones de ser investidos: por un lado la decepción que supuso el hecho de que los republicanos acabaran siendo tercera fuerza política en las elecciones, por detrás del PDeCat, cuando las encuestas les daban como ganadores o empatados con Cs. Por otro lado, el hecho de que Puigdemont no sea un hombre de partido, que haya logrado la victoria entre los independentistas en los comicios a cambio de esconder las siglas, es precisamente lo que provoca el escepticismo del PDeCat, que incluso comprendería que el expresident diera “un pas al costat”, como Artur Mas en su día, por el bien del ‘procés’.

4- JxCat dice que Puigdemont sólo volverá si hay un pacto con el Estado

Si la investidura de Junqueras es imposible ahora que sabemos que permanecerá en prisión, prácticamente igual de inverosímil resulta la de Puigdemont. En el PDeCat ven posible incluso una investidura telemática, a distancia, pero el sentido común sitúa inconcebible poder ejercer como 131º president de la Generalitat desde una celda. El día a día, la función ejecutiva, debería recaer en alguien de confianza, de una suerte de ‘conseller en cap’ que llevase a cabo la gestión del día a día mientras se esfuerza por preservar la memoria del “Gobierno legítimo” encarcelado o “en el exilio”.

Por eso en JxCat y en el las versiones oficiales del PDeCat se lanza un mensaje al Gobierno del Estado para que haga posible la vuelta de los dirigentes huidos a Bélgica y la excarcelación de los exresponsables del Govern. Aseguran que Puigdemont sólo volvería con la garantía de que tendría la posibilidad de ejercer con libertad como president, es decir, si la Fiscalía decide retirar la causa por orden del Gobierno, algo altamente improbable. La petición deja al descubierto la premisa de que Puigdemont no tiene ninguna intención de regresar si eso significa poner un pie en prisión y no poder ejercer a plenos poderes como nuevo jefe del Govern.

5- El “Govern legítimo” y las alternativas a Puigdemont

El hecho de que en el PDeCat insista en restituir el “Govern legítimo” también pretende ser un argumento dentro de un relato de largo recorrido, que irá más allá de la investidura y que puede servir también al PDeCat para luchar contra ERC ante las próximas citas electorales (las municipales de 2019), y el Estado por las causas judiciales que se mantienen abiertas como consecuencia del 1-O y la DUI.

Ante la inviabilidad de que Puigdemont sea el presidente ejecutivo de nuevo, el PDeCat sopesa alternativas, y pensando en un eventual paso al lado del expresident surgen nombres como el de Jordi Sànchez, número dos de la lista pero también encarcelado, e incluso Elsa Artadi, Jordi Turull o Josep Rull. El expresidente de la ANC aún no ha sido excarcelado, pero hay quien ve poco probable que siga en prisión hasta que se celebre el juicio. Elsa Artadi, que asumió el encargo de coordinar la ponencia ideológica del nuevo PDeCat y ha sido la directora de campaña de Puigdemont, se dio de baja del partido justo antes de implicarse en la campaña. Los otros dos exconsellers están imputados igual que Junqueras, Puigdemont y Sànchez, aunque en libertad provisional.

6- El no rotundo de ERC y JxCat a repetir elecciones

De momento, la firmeza de JxCat con Puigdemont es tal que obliga al PDeCat a declarar que no hay plan B, sólo plan A, y que no se contempla otra alternativa que investir al expresident y que no habrá una repetición de elecciones como consecuencia de una falta de acuerdo con ERC en la investidura. Pero el PDeCat no olvida que Puigdemont ni siquiera comunicó a los máximos dirigentes de su partido su decisión de irse a Bélgica y que dejó plantada la reunión de la ejecutiva de la formación el lunes siguiente a la DUI en el Parlament.

La negativa a repetir elecciones es un convencimiento compartido entre ERC y JxCat. Sobre todo son los republicanos los que dejan claro que no están por la labor de forzar una fatigosa repetición electoral en Catalunya, máxime con su candidato en prisión. Desde las filas republicanas son rotundos a la hora de rechazar nuevos comicios como consecuencia de una falta de acuerdo en la investidura con JxCat. El riesgo de que no se reedite la victoria independentista por una división personalista en el seno del bloque, o la idea de que se perpetúe la aplicación del 155 son dos buenos argumentos. JxCat tampoco quiere poner en riesgo una victoria inesperada ante los republicanos cuando había encuestas que les situaban como tercera fuerza parlamentaria o incluso por detrás.

7- La previsión de que el juicio en el Supremo se celebre en un año y deje inhabilitaciones

Aunque nadie quiere ni oír hablar de repetir elecciones, cualquier decisión sobre la investidura tiene que tener en cuenta las novedades de la causa que se instruye en el Tribunal Supremo contra los ocho dirigentes independentistas que han conseguido representación parlamentaria tras el 21-D y que están inculpados por delitos graves que pueden conllevar muchos años de cárcel o, cuanto menos, penas de inhabilitación para ejercer cargo público.

Como sucedió con Artur Mas y las exconselleras Rigau y Ortega, Junqueras, Turull, Rull, Forn, Bassa, Borràs, Jordi Sànchez, Romeva, Mondó y Forcadell, así como el resto de miembros imputados de la Mesa del Parlament y Jordi Cuixart, pueden recibir esa pena que les impida ejercer como parlamentarios en el caso de recoger el acta de diputado y pretender actuar como tal.

Si como se pretende, el juicio ante el Supremo tiene lugar dentro de un año más o menos, la situación puede provocar que los ocho electos, los cinco en Bélgica (Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Lluís Puig, Toni Comín, Meritxell Serret) y los tres que aún siguen en prisión (Oriol Junqueras, Jordi Sànchez y Joaquim Forn) se vean obligados finalmente a dejar sus cargos y renunciar a sus actas de diputados.

8- El papel secundario de la CUP

Los resultados electorales también han servido para dejar atrás la dependencia de la CUP que antaño generó tantas disputas con el partido de Artur Mas e incluso le obligó a renunciar a la presidencia de la Generalitat. Con los cuatro escaños que han cosechado sólo se necesita de ellos una abstención en segunda votación para la investidura, pero aún así, venden caro su apoyo al insistir en la vía unilateral si el diálogo con el Estado no lleva a ninguna parte. Es un apoyo secundario pero determinante si se plantan a la hora de vetar algún candidato.

La vía unilateral que impulsan los cuperos choca con la renuncia a esta estrategia por parte de ERC y JxCat, que tras el choque de trenes con el Estado y las causas judiciales en marcha se quieren centrar en una vía bilateral que pueda generar acuerdos. Sin embargo, ninguna de las dos principales formaciones independentistas renuncian a seguir con la situación de tensión de la legislatura anterior como consecuencia del permanente conflicto competencial y de bloqueos ante el Tribunal Constitucional.

9- La voluntad de ERC de ampliar la base soberanista con los ‘comuns’

Es una de las primeras voluntades expresadas por Oriol Junqueras tras su entrada en prisión y la convocatoria de los comicios del 21-D: “tejer complicidades” con los ‘comuns’, aunque se esperaba que el apoyo ciudadano al partido de Ada Colau fuera mucho mayor de lo que finalmente ha sido. Con sólo 8 diputados, su apoyo ya no es tan determinante ni tan caro como se pudiera presumir. En contra de la viabilidad de esta entente juega el hecho de que los ‘comuns’ ya advirtieron que no pactarían con un Govern en el que estuviera el PDeCat, aunque una cosa son los pactos de gobierno y otra los acuerdos puntuales a lo largo de la legislatura.

10- Las elecciones municipales de mayo de 2019

El hecho de que independentistas no quieran repetir los comicios también está ligada con el horizonte electoral, con una nueva cita con las urnas prevista para mayo de 2019, aunque se trate de elecciones municipales. En poco más de un año, los ciudadanos catalanes volverán a citarse en las urnas. Aunque los catalanes no votan igual en las generales, las autonómicas y las municipales, ERC aspira a superar por fin a los convergentes, algo que no pudo ser en 2015.

CiU fue quien ganó entonces las municipales en Catalunya pero retrocediendo respecto a 2011 en cerca de 115.000 votos. El partido, que ha cambiado mucho desde entonces, logró ser la fuerza más votada con 667.683 votos, el 21,52%, y 3.324 concejales, mientras que ERC cosechó 508.839 votos, duplicando así los 257.705 sufragios que logró en los anteriores comicios, y sumó 2.381 concejales, con lo que se sitúa como segunda fuerza en número de ediles en los consistorios catalanes. Aún así, los republicanos quedaban lejos de las perspectivas que se les abrían por primera vez en las europeas de 2014, cuando fue el partido más votado en Catalunya.

La pugna entre ambas formaciones se mantendrá hasta entonces y es probable que se multipliquen las diferencias que han aflorado en esta campaña electoral, aunque mantengan el mismo objetivo secesionistas y lleguen a compartir el Govern de la Generalitat. El hecho de que no hayan reeditado la coalición de Junts pel Sí abre la veda.

Artículo en: http://www.msn.com/es-es/noticias/espana/los-factores-que-complican-la-investidura-en-catalunya/ar-BBHVkgu?li=AAltdRD&ocid=spartandhp

EL PLAN DE PUIGDEMONT TENSA AL INDEPENDENTISMO

Incluimos además como complemento parte del artículo de La Vanguardia publicado ayer día 14

ERC lamenta que JxCat no se mueva ni un milímetro para asegurar la legislatura

Puigdemont y sus diputados consideran que las dificultades técnicas para una investidura a distancia, manifestadas por los propios letrados del Parlament, deben ser superados por la interpretación política. “Setenta diputados no se pueden frenar por problemas técnicos”, insisten una y otra vez. Así que esperan a que ERC designe un candidato a la presidencia del Parlament y a la constitución de la Mesa el día 17. El plan pasa porque la presidencia de la Cámara convoque el pleno de investidura proponiendo a Puigdemont como candidato con los apoyos necesarios, sin presuponer si asistirá o no. El problema, en todo caso, llegaría el día de la sesión, en la que plantean que un diputado presente el programa del candidato por delegación haciendo una interpretación política del reglamento.

El plan no es tan diáfano para los republicanos que se ven inmersos en un bucle perverso de ser acusados por el propio Puigdemont de “avalar el 155” si plantean la necesidad de contar con un plan B al 130 presidente de la Generalitat, mientras se perpetúa la intervención de las instituciones catalanas precisamente por la demanda inamovible de la restitución del Govern cesado. La determinación de arrancar la legislatura con un nuevo choque con el Tribunal Constitucional dificulta la elección de candidatos para la Mesa. ERC sostiene que atenderá las recomendaciones de los letrados y el PDECat sufre en silencio.

En el entorno de Puigdemont ya se admiten los límites de su estrategia de tensión

Puigdemont y la secretaria general de ERC, Marta Rovira, acordaron esta semana que la sesión constitutiva del Parlament no se bloquearía pero la investidura sigue abierta, aunque el president cesado sostenga que es un “paquete indivisible”. También queda por resolver la posible renuncia a los escaños de los diputados electos que acompañan a Puigdemont en la capital comunitaria con el fin de garantizar la mayoría absoluta. Asumido por la vía judicial que Oriol Junqueras, Joaquim Forn y Jordi Sànchez podrían votar por delegación mientras están en prisión preventiva, una fórmula que está sobre la mesa para garantizar los 68 votos es que renuncien Clara Ponsatí, Lluís Puig y Meritxell Serret, mientras Puigdemont y Toni Comín –uno de cada partido– mantendrían el escaño en la distancia. Aún así, estaría por ver si se llega a tiempo para que la renuncia y la sustitución sean efectivas el miércoles o en la investidura.

Pero lo que genera más inquietud en las filas republicanas es la negativa de Puigdemont a abordar con claridad una estrategia para la legislatura. Aumenta la preocupación cuando tres diputados en prisión renuncian a la vía unilateral “mientras los de Bruselas no se mueven ni un milímetro de la República” –señalan fuentes de ERC– aunque para asumir su condición de diputado Puigdemont deba prometer actuar en el marco de la Constitución y el Estatut.

Las reuniones se sucederán en los próximos días, aunque Rovira no tiene previsto volver a Bruselas y mantiene su discurso de “afrontar las dificultades con realismo y explorar alianzas” que hagan crecer el independentismo, siempre con la vista puesta en los comunes de Xavier Domènech.

Por el contrario, en Junts per Catalunya consideran que plantear escenarios alternativos les debilita y hay quien replica el tono combativo desde Barcelona, como Jordi Turull, a quien se señala en el epicentro de un hipotético plan B a Puigdemont, junto a Elsa Artadi. Una carta que sólo se destaparía en el último momento. La alternativa, en cualquier caso, no pasaría por Junqueras ni por ERC, sostienen.

Pese a todo, en el entorno de Puigdemont también admiten los límites de la estrategia desplegada: debe haber Govern y no multiplicar la tensión. Eso sí, “es él quien tiene la sartén por el mango” y también Puigdemont tiene “sus tiempos y rituales”, zanjan.

Artículo en: http://www.msn.com/es-es/noticias/espana/el-plan-de-puigdemont-tensa-al-independentismo/ar-AAuEkXY?li=AAltdRD&ocid=spartandhp

LO QUE EL 2018 NOS TRAERÁ DE CINE

Artículo de José María Aresté publicado en Actuall el pasado día 2

¿Agoniza el cine, donde 2 majors de toda la vida se funden, Disney compra Fox, con el telón de fondo de las plataformas de streaming, Netflix, Amazon y compañía, que pretenden hacerse los amos del audiovisual? Pues no, andamos más hambrientos de películas que nunca, y al fin y al cabo, las series son, simplemente, otra forma de narración audiovisual. En cualquier caso, en 2018 existe una previsión de títulos variados para su estreno en salas, que tratará de complacer a los cinéfilos más exigentes, y al público popular.

En primer lugar, están bastantes títulos que ya suenan para los Oscar, pero que todavía no se han estrenado en España. En este apartado es importante El hilo invisible, de Paul Thomas Anderson, con un Daniel Day-Lewis que amenaza con retirarse del cine tras su memorable intepretación en este film de un artista de la moda tipo Balenciaga. También se perfila como favorita al Oscar a la mejor película La forma del agu, un cuento del mexicano Guillermo del Toro, con amor entre mujer muda de corazón de oro y monstruo acuático, en los años de la Guerra Fría, Sally Hawkins hace una grandísima interpretación.

También es un título oscarizable Tres anuncios a las afueras, cinta de venganza y redención poderosa, protagonizada por Frances McDormand y dirigida por el británico Martin McDonagh. Y una cinta con presencia winstonchurchilleana, también de director british, Joe Wright, es El instante más oscuro, donde Gary Oldman se transfigura en el famoso mandatario.

Steven Spielberg viene en 2018 con dos películas debajo del brazo. La de prestigio, por así decir, y que pelea en los Oscar, es Los archivos del Pentágono, en la tradición del cine de periodismo de investigación, con Meryl Streep y Tom Hanks como los míticos Katherine Graham y Ben Bradlee del Washington Post. Y más de diversión, basada en un best-seller que nos habla de las nuevas tecnologías y la realidad virtual, está Ready Player One.

Se basa en la realidad real de un modo singular Clint Eastwood en 15:17, tren a París,donde cuenta cómo tres amigos marines evitaron un atentado yihadista en Francia, contado con los auténticos protagonistas de los hechos interpretándose a sí mismos. Un riesgo sin duda, no son actores profesionales.

Y otro veterano que acaba de cumplir 80 años, Ridley Scott, estrena Todo el dinero del mundo, sobre el secuestro del nieto del millonario Jean Paul Getty, y donde el denostado Kevin Spacey ha sido eliminado y reemplazado por Christopher Plummer, para evitar la mala prensa de los escándalos sexuales.

Por otro lado, no es fácil adivinar si la tendrá lista para 2018, pero Terrence Malick está ultimando Radegund, que describe la oposición al régimen nazi del objetor católico Franz Jägerstätter, que se negó a luchar en el bando alemán, y fue beatificado por Benedicto XVI. Y Martin Scorsese reúne a Robert De Niro y Al Pacino en The Irishman, que da vueltas a la muerte del sindicalista con conexiones gangsteriles Jimmy Hoffa.

Y seguimos con los hechos reales, que inspiran mucho al cine. Por ejemplo el archiconocido guionista Aaron Sorkin, el creador de la serie El ala oeste de la Casa Blanca, debuta en la dirección con Molly’s Game, donde Jessica Chastain da vida a una antigua esquiadora que se convirtió en una profesional de las apuestas.

Mientras que se basa en la vida una patinadora sobre hielo, Tonya Harding, Yo, Tonya, donde Margot Robbie también se postula como candidata al Oscar. Otro personaje auténtico, de los tiempos de Cristo, es María Magdalena, Rooney Mara le da vida mientras que Jesús es Joaquin Phoenix, en una película que se estrenará en Semana Santa.

Otro personaje femenino manda en Lady Bird, que tiene tras la cámara a otra mujer, Greta Gerwig, y que narra el ingreso en la mayoría de edad de la adolescente del título, que estudia en un colegio católico, y a la que da vida Saoirse Roonan, otra que suena para los Oscar.

Aunque para feminismo, el de Ocean’s 8, donde habrá ladronas en vez de ladrones, con Sandra Bullock, Anna Hathaway y Helena Bonham-Carter a la cabeza, esperemos que tengan más suerte que las olvidables Cazafantasmas mujeres.

Por supuesto, superhéroes y franquicias varias coparán los ingresos en taquilla. Habrá otro spin-off de la saga galáctica, Solo: Una historia de Star Wars, consagrada a los orígenes de Han Solo, y que tiene detrás al veterano Ron Howard.

Además, con superpoderes mil se podrán ver las grupales Vengadores: Infinity War y X-Men: Dark Phoenix, la afro Black Panther, y en más clave de humor, Deadpool 2 y Ant Man y la avispa. El español Jota Bayona estrenará Jurassic World: El reino caído, producido por Spielberg, habrá remake de Tomb Raider con Alicia Vikander de exploradora de videojuego, Tom Cruise vuelve a la acción con Misión imposible 6, y los seguidores de J.K. Rowling podrán degustar Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald.

Las canciones de Abba volverán al cine con una secuela, Mamma mía, una y otra vez, película musical de buen rollito, donde los personajes principales tendrán también versiones juveniles, entre los nuevos fichajes está Lily James. Aunque secuela musical esperada –o temida, según se vea– es El regreso de Mary Poppins, también con Meryl Streep cantarina, aunque la prota que toma el relevo de Julie Andrews es Emily Blunt, vaya desafío, y estará también el original deshollinador Dick Van Dyke, que ya cuenta 92 años.

Y en el cine animado, más secuelas, Pixar lanzará Los increíbles 2, más superhéroes, y con el sello Disney Ralph rompe internet, con el personaje del juego arcade explorando internet. La nota original la pondrá Aardman con sus muñecos de plastilina en Cavernícola.

Sobre cine hispano, digamos que el premiado director iraní Asghar Farhadi estrenará en español Todos lo saben, con un reparto encabezado por Javier Bardem, Penélope Cruz y Ricardo Darín. Bardem y Cruz han tomado gusto a trabajar juntos pues también protagonizan Loving Pablo, de Fernando León de Aranoa, sobre el famoso narcotraficante Pablo Escobar.

Además Santiago Segura vuelve como director sin Torrente y con Maribel Verdú en la comedia Sin rodeos. También del género es el nuevo film coral futurista de José Luis Cuerda Tiempo después , que transcurre en un edificio allá por el 9177 milenio arriba o abajo.

Finalmente, del cine autoral, se espera Happy End, de Michael Haneke, suerte de secuela de Amor, pero aún más deprimente. Woody Allen entregará su película anual, A Rainy Day in New York, con uno de los actores de moda, Timothée Chalamet, quien también estrena Call Me by Your Name, sobrevalorado film con romance homosexual entre un menor y un doctorando, que dirige el italiano Luca Guadagnino. Alfonso Cuarón vuelve a México con Roma, una historia de familia en los 70.

Artículo en: http://www.actuall.com/criterio/medios/lo-2018-nos-traera-cine/


(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
http://c1.staticflickr.com/5/4731/39552308341_b00bee7d66_b.jpg

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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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