25 años D.O. “Cigales”. 22. La vie en rose. Y III

Por José María Arévalo

( Figura 4. Viñedo Piedrahita con Mucientes al fondo. Fuente: Sergio Vaquero) (*)

Concluimos el artículo “La vie en rose”, de Ruth Sierra de la Gala, enóloga y Directora de Exportación de Bodegas Sinforiano, que incluye el libro conmemorativo “La comarca vitivinícola de Cigales: viñedos, bodegas y vinos. 25 años de la D.O. Cigales”, que venimos reproduciendo; artículo que en su primera parte recogía un análisis del vino rosado como tal, su evolución, su consumo actual, su distribución en los diferentes mercados, sus puntos fuertes y sus puntos débiles, sus mitos y sus verdades; la segunda parte, sobre los rosados de Cigales, qué tienen de particular, qué les aporta la D.O. y qué percepción se tiene de los mismos; y en la tercera parte, que abordamos hoy, el “potencial”, qué es un vino o un grupo de vinos con potencial, si los vinos de Cigales tienen o carecen de ese potencial y qué medidas se podrían tomar para mejorar dicho potencial.

“Analicemos –continúa Ruth Sierra- el potencial de estos rosados de Cigales. y antes de nada analicemos el origen etimológico de la palabra “potencial”. Así, en este sentido, hay que subrayar que aquel se encuentra en el latín donde descubrimos que el término citado se conforma a partir de la unión de tres partes diferenciadas: el vocablo potis que significa «poder», el nexo nt que equivale a «agente», y el sufijo al que puede traducirse como «relativo a».

Potencial es un término con numerosos usos. Como adjetivo, puede referirse a aquel o aquello que es susceptible de tener «existencia» o que cuenta con la «virtud» de algo diferente. Pero un significado más acorde a lo que nos estamos refiriendo en éste caso sería el «poderío» o la «fortaleza» que existen en un ámbito o sector.

Entonces ahora cabe preguntarse: ¿Qué fortalezas tienen los rosados de Cigales? ¿Cómo hacer que éstas se desarrollen y vayan a más para poder explotar al máximo ese potencial? ¿Tenemos producto y herramientas para ir a más? Porque no se debe confundir la calidad con el potencial. Es cierto que la calidad es un factor muy importante para el potencial, pero no es suficiente. Se necesitan muchos otros factores, algunos de ellos externos y, la mayor parte de ellos, internos. Factores que a fin de cuentas, lo que hagan sea aumentar la demanda.

Los factores externos ya han sido abordados. Es una realidad que la demanda de vino rosado está aumentando a nivel mundial, si bien de forma no homogénea y con sus particularidades específicas que, por supuesto, es conveniente estudiar para abordar cada uno de los mercados objetivo.

Que hay producto de calidad también es indiscutible como se ha expuesto anteriormente. Además, a ello se une que estos rosados se encuentran en una gama de precios muy asequibles, algo que podría favorecer el acercamiento de los jóvenes al mundo de vino.
Entonces, ¿qué herramientas faltan para desarrollar ese potencial? ¿Qué se puede hacer para mejorar?

Muchos críticos y escritores del sector ajenos a la D. O., definen nuestra viña como un «diamante en bruto del que se ignora casi todo y que podría dar sorpresas». Y, sin embargo, parece que somos los que pertenecemos a la D.O. los últimos en enterarnos de la joya que poseemos.

Si nos fijamos en la imagen que proyectan hoy los vinos de Cigales, a grandes rasgos se podría glosar como: vinos de precio medio-bajo, escasa imagen y poco gancho. Tópicos que es imperativo desterrar.

Frente a esa imagen sombría, la clave para triunfar es llenar cada botella de calidad, personalidad y diferencia. Y sobre todo, aprender a venderlas. Tener una imagen de marca como Denominación. Que nos conozcan. Que se hable de Cigales. Que los periodistas del sector, los distribuidores, las cadenas de alimentación, los hosteleros, en definitiva, todo el sector del vino y sus aledaños conozca nuestras viñas, nuestras bodegas, nuestras gentes. Reivindicar lo propio. Frente a la globalización que todo homogeniza, nuestra virtud es la calidad, y en Cigales esa calidad parte de la tradición, cogiendo lo mejor de la herencia de los antepasados pero a la vez desarrollándola y poniéndola al día para que no se quede anquilosada y vetusta. Todos sabemos que en China se pueden comprar barricas francesas como la que nosotros usamos y plantar las variedades que aquí empleamos, pero lo que no podrán imitar es este clima extremo, el río Pisuerga, nuestros suelos calizo-arcillosos, los Montes Torozos, el Pago de Sallana, esas pequeñas parcelas de viñas centenarias de Los Mimbreros y, especialmente, nuestra gente y nuestra historia. Eso nos pertenece, y es nuestro mejor marketing, nuestra mejor carta de presentación.

Muchos consumidores dentro de nuestro país, e incluso dentro de nuestra propia región, no saben quién o qué es Cigales; no saben dónde está, ni que tipos de vino se hacen. Por ello hay que ponerse didáctico, situamos en los mapas, hacer kilómetros, rascarnos el bolsillo y explicar a los distribuidores, a los dueños de las tiendas, a los críticos, a todos en general que llevamos tiempo en esto. Que sabemos lo que hacemos, que algunos de los mejores rosados del mundo están aquí, que los rosados tienen grandes virtudes y son vinos más que óptimos para multitud de ocasiones. Y que también hacemos tintos, estupendos tempranillos. Es de lo que podemos presumir. Y es la realidad. Ni más, ni menos.

Hay que aguzar el ingenio. Enamorar a una nueva generación de consumidores hoy enamorados de la cerveza y de los alcoholes de alta graduación (en la mayoría de los bares de noche españoles es imposible tomar una copa de vino de cierta calidad, cuando es lo más común en otros países). En España se bebe menos vino que nunca. Diecisiete litros por habitante. La mitad que en Italia o Francia. Una cuarta parte que hace 50 años.
No deberíamos asustamos por tomar el vino de diferentes maneras. ¿Por qué no un cóctel de vino? ¿Por qué no beber el «patito» de Las Lanchas (que no es sino el clarete con gaseosa de toda la vida un poco más decorado) perfecto refrigerio para el aperitivo del domingo?

Hay que seguir apostando por la clase media, y para ello es necesario hacer vinos de precio razonable, pero de buena calidad y con una imagen limpia y clara. Y, sobre todo, hay que definir más esa imagen de Cigales que no se termina de concretar.

Ya no se trata de hacer grandes vinos de 100 euros, sino grandes vinos de 5 a 10 € que permitan hacer ediciones limitadas de grandes vinos de 100. Es el reto: vinos más que dignos a precios razonables. Diferentes y sencillos, sin perder nuestras señas de identidad. Frescos y más ligeros. Arriesgados. Para beber y no para satisfacer a los críticos. Y darlos a conocer. Sin complejos. Dejar de ser invisibles. Desarrollar esa vocación de venta, salir fuera, invertir en imagen, adaptar la mentalidad a la nueva realidad, dejar de vivir en el pasado, enfrentarse a las nuevas circunstancias y saber aprovechar las ventajas competitivas que tenemos.

Tenemos rosados de altísima calidad, premiados en multitud de ocasiones en concursos a nivel internacional. Los vinos rosados han evolucionado y se han desarrollado para lograr una buena posición en el mercado, demostrando sus características distintivas. El vino rosado va ganando adeptos. La gente empieza a demandar vinos ligeros, fáciles de beber, afrutados, de los que se pueda disfrutar sin complicaciones. Llevamos un ritmo de vida tan intenso que no tenemos tiempo para detenernos en deleitarnos con nada, así que cada vez se buscan más vinos que den sensaciones rápidas y agradables. El rosado encaja perfectamente en la dinámica de vida frenética que llevamos hoy en día. El futuro inmediato del vino se escribe con tinta rosa, de diferentes intensidades, ¡eso sí!”


(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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