Por Javier Pardo de Santayana
( Acuarela de Rafael García Bonillo. Exposición 1976 en bonilloquegranacuarelista.blogspot.com )
En poesía hay versos que buscan bucear en la intimidad de las personas o describir el alma de las cosas con palabras escuetas. Mas también puede iluminar paisajes o miradas utilizando el sonido de palabras que acarician o golpean los oídos. Y el poeta optará por unos o por otros; o por ambos según su estado de ánimo. He aquí un ejemplo:
VERSOS PAGANOS
Yo quisiera algún día escribir unos versos
como hicieran Darío y Agustín de Foxá
versos como columnas, elegantes y tersos,
epitafios sonoros de la modernidad.
Yo quisiera algún día cincelar la palabra,
coronarla de mirtos y jazmines en flor
y estamparla en el mármol, donde la lluvia labra
la nostalgia de aquellos a los que unió el amor.
Cubrirían mis versos los vanos oropeles
de las hojas de acanto que visten mi jardín
y los adornarían olímpicos laureles
y el lábaro soberbio que ostenta el paladín.
Colmaría mis versos de esdrújulos sonoros,
de nácares y rubias caracolas marinas,
de sirenas varadas y de ocultos tesoros
que entre el coral surgieran de las manos divinas.
…Pero soy castellano, y mi verso es austero
como el trigal dorado que duerme bajo el sol,
cual los chopos que sueñan en la orilla del Duero:
donde se forja el alma frugal del español.
Quizá de aquí proceda mi gusto por las poesías cortas. Ya publiqué hace tiempo una en este blog sobre Castilla, tan bien reflejada por el pincel de Ortega Muñoz:
:
Castilla sobria y escueta
tan sólo campo y camino
pan blanco, bota de vino
un cartucho en la escopeta
y una sombra bajo un pino.
Y el sol sobre la meseta
Así que me referiré a unos versos con los que Antonio Machado describe el campo andaluz
:
Campo, campo, campo
y entre los olivos, un cortijo blanco
Para añadir más tarde: “Y la encina negra / a medio camino / de Úbeda a Baeza”.
Pero quizá sea el amor el principal motivo para la poesía, como lo suele ser también también la música, y no es raro que haya una simbiosis entre ambas, de forma que ésta se haga también canción, o viceversa. He aquí un ejemplo que necesitaría una guitarra:
PRIMER AMOR
Cuando de amor tan sólo una mirada
entre los dos surgía, casi nada
¡ pero tanto en alma enamorada !
y el roce de su piel apasionada
me hacía estremecerme todavía
Cuando sentía perder su cercanía
y tan frágil su amor me parecía
que aun en presencia de la luz del día
ni tan siquiera a hablarla me atrevía,
Cuando era soledad la madrugada…
¡Qué bello era soñar que me quería!