La bronca subió en intensidad el pasado septiembre de 2020, cuando el Gobierno de Ceuta, presidido por el popular Juan Jesús Vivas, solicitó al Ayuntamiento de La Coruña, controlado por la socialista Inés Rey, que le cediese la estatua del generl Millán Astray, para conmemorar el centenario de la Legión Española, de la que el militar fue fundador.
Vaya por delante que a esas alturas, el monumento estaba tirado en oscuro almacén municipal, cubierta de polvo, tras haber sido retirada de las calles de la ciudad gallega.
Ante la negativa de la alcaldesa socialista, un grupo de veteranos legionarios se prestó a organizar una caravana para trasladar la figura de Millán Astray a la Ciudad Autónoma y anunció que se personarían contra la regidora por «uso indebido de la Ley de Memoria Histórica».
Ahora, este 28 de enero de 2021, los veteranos legionarios lamentan que la situación continúe paralizada.
Explican que Inés Rey, a la califican de sectaria, ha desoído sus sucesivas peticiones para que informe sobre la situación de la estatua (ubicación exacta, daños y demás):
«Se niega sistemáticamente a responder a nuestros reclamos para que nos entregue la estatua y poder llevarla en caravana a la Ciudad de Ceuta».
«La actitud de la regidora responde un acto de odio y sectarismo sin parangón».
La socialista se ha negado hasta en tres ocasiones a informar sobre la situación de la estatua, pese a los reclamos del alto comisionado del Parlamento de Galicia al servicio del ciudadano.
La Plataforma Millán-Astray censura un «comportamiento ilegal», al entender que Inés Rey estaría incumpliendo la Ley de Transparencia en relación a la estatua del fundador de la Legión Española.
Por todo ello, piden a la alcaldesa del PSOE que «libere» la estatua «secuestrada», así como que responda de «su desobediencia reincidente ante el Defensor del Pueblo Gallego»:
«Con ese comportamiento tan irracional, la alcaldesa de La Coruña está insultando y vejando a los miles y miles de veteranos legionarios que han servido a la Legión y que se sienten muy dolidos con que la estatua de su fundador esté secuestrada en un frío almacén municipal».