Fotógrafo, escultor y pintor, tenía 79 años

Alberto Corazón: muere el diseñador de logos míticos como el de la Biblioteca Nacional, ONCE o Renfe Cercanías

Fue el responsable de la modernización de la identidad gráfica en España y la figura más influyente en el ámbito del diseño

Alberto Corazón: muere el diseñador de logos míticos como el de la Biblioteca Nacional, ONCE o Renfe Cercanías
Alberto Corazón. PD

Se ha ido uno de los grandes: Alberto Corazón.

No sabemos exactamente las causas de su muerte; sólo que tenía 79 años y falleció en Madrid, este 9 de febrero de 2021

El artista fue el responsable de la modernización de la identidad gráfica de España en las últimas décadas.

Logotipos como los de Renfe, la ONCE y Paradores, entre otras muchas instituciones y entidades, llevan su firma.

El diseño editorial y gráfico, así como el de carácter industrial, son ámbitos en los que ha destacado de forma especial.

Nacido en Madrid en 1942, estudió Sociología y Ciencias Económicas, al tiempo que se dedicaba a la pintura y la escultura.

Su aportación al campo del diseño ha sido reconocida como la más influyente en España en el siglo XX y ha obtenido importantes reconocimientos internacionales.

En 1989 recibió el Premio Nacional de Diseño. Su obra ha sido objeto de diversas exposiciones y Corazón también ha ejercido como comisario, al frente de muestras como Signos del Siglo: 100 años de diseño gráfico en España.

Su trabajo a lo largo de su dilatada trayectoria ha sido reconocido con el Premio Nacional de Diseño y galardonado por el Arts Directors Club de New York, el British Design y el Design Council International, además de ser el único diseñador europeo que ha recibido la medalla de oro del American Institute of Graphic Arts.

En 2006 ingresó como miembro de número en la Academia de Bellas Artes de San Fernando y ha sido presidente y fundador de la Asociación Española de Profesionales del Diseño.

Las exposiciones, reconocimientos y premios conseguidos también por el artista en sus creaciones plásticas, tanto de pintura como de escultura, son igualmente significativos.

Desde su exposición relevante en Turín, en 1967, a la que siguieron otras muestras –al margen de las realizadas en España– en Munich, Reikjavik (Islandia), París, Venecia, Milán, Nueva York, Melbourne, Londres y Sttutgard y sus participaciones en las bienales de Venecia y París

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