Tras una década de ejecutivo teatral, Calixto Bieito se muestra algo oxidado en este ininteligible empastado de truculencias shakesperianas, que el nacionalismo vasco patrocina en compleja semiótica de admiración por los ingleses y ecualización de décadas de plomo en las que hubo que acostumbrarse a tanto horror y violencia.
Erresuma/Kindom/Reino (en ortodoxo trilingüismo) es un amasijo de escenas escatológicas y parlamentos desmesurados, extraído de los tempranos e inmaduros dramas históricos del dramaturgo inglés, que basándose en las Crónicas de Raphael Holinshed, imaginó la vida de los reyes Ricardo II, Enrique IV, Enrique V, Enrique VI y Ricardo III a lo largo del siglo XV y en el marco de la guerra la de los Cien Años con Francia y la guerra civil de las Dos Rosas, con objeto implícito de refrendar a la dinastía Tudor vencedora y fomentar un patriotismo monárquico que ha llegado en aquella isla incólume hasta nuestros días (para eso se eligen las obsesivas imágenes de la victoria inglesa, con un gol que no fue, en el campeonato del mundo de fútbol de 1966), y con la tarea explícita de asombrar y entretener a un público tan fascinado por la casquería humana como el de nuestros días.
Bieito coincide en que estos dramas ‘históricos’ (todo lo que se apellida histórico no lo es, véase la novela histórica o la memoria histórica) son un puro cuento del que a él le interesa extraer y magnificar sus componentes tremendistas para poder regodearse en escena con largas agonías en asesinatos alevosos. Algo que considera poético al mismo tiempo, como la retahíla de ‘hijo de puta’ -quizás cincuenta- que espolvorea. Porque siendo posible que ni siquiera existiera ese personaje inaccesible que es el llamado William Shakespeare, y en todo caso siendo estos dramas históricos refritos de leyendas anteriores, quien le podría negar a él su derecho a manipularlos de nuevo a su antojo. Tal y como los hermanos Mary y Charles Lamp hicieran al comienzo del siglo XIX en su ‘Tales from Shakespeare’, adaptando sus comedias y tragedias más famosas en relatos accesibles a un público juvenil entonces inocente, Bieito ha pretendido hacer lo mismo con sus dramas históricos, aunque en dirección antagónica, seleccionado sus trozos más morbosos y violentos en un popurrí gore de sangre, esputos, orines y vómitos solo apto para un público masoquista de burgueses adocenados en busca de emociones fuertes.
En su despliegue de efectos especiales, no solo copia a Angélica Lidell sus meadas en escena, sino que aporta vertidos de leche y exprimido de limones muy resultones. Hay quien vomita durante minutos y quien lame con fruición el suelo del escenario, quien masturba a un muerto y quien relata minuciosamente como los cerdos devoran cadáveres, pero el plato fuerte sin duda del espectáculo son las tres o cuatro escenas de asesinato por asfixia con interminables pataleos de las víctimas y procelosos apretones de los verdugos.
Según el señor Bieito, que ya cumple sesenta tacos el año que viene, ‘este era uno de los proyectos que tenía en mi cabeza cuando llegué a Bilbao. Tras haber trabajado Shakespeare en otras lenguas como inglés, francés, sueco o alemán, sentía la curiosidad por escuchar sus palabras y su belleza poética en euskera, además de en castellano. Y le añadimos una guinda maravillosa: José María Pou’. Para tan magno objetivo de dar placer a los próceres de la cultura nacionalista vasca, se retrotrae a ‘Forest’, su anterior antología shakesperiana de hace una década, y ahora el árbol desnudo que entonces presidía la escena se ha convertido en un escuálido limonero que mueven en transportín hasta que lo arrinconan a un lado.
Ni el versionista y director, ni nadie en su nombre, se han molestado en explicar qué extractos y de qué obras del dramaturgo inglés elevado a los altares han seleccionado, con lo que facilitan la confusión entre unos y otros textos, entre los posibles originales y los bastardos añadidos, en una sucesión deshilvanada de escenas tan trágicas que llegan a cómicas. Pero no se asusten, prácticamente la profusión de horrores no llega a desagradar, se ve, se escucha y se sufre con resignación a medida que el asombro por la impudicia va siendo sustituido por el tedio de lo grotesco. Hubo pateos inauditos en estos tiempos de respetable sumiso entre bravos histéricos.
Sí que hay que subrayar que el sacrificado elenco realiza una buena actuación colectiva y que matan, mueren, chupan, maman, mean, vomitan y berrean con una entrega admirable. Hasta el veterano José María Pou se ve tentado de plantearnos un Falstaff tan pasado de rosca como el resto de los personajes. Sin mucho que resaltar en cuanto a espacio escénico, vestuario e iluminación, este Reino que en vascuence dicen que se dice Erresuma, es un amasijo sensacionalista sin más. Pero quizás en esa antigua lengua -la función del domingo 10 de abril- tenga algún aliciente.
Bieito tiene una larga y exitosa carrera. Seleccionemos cuatro apuntes sobre ella:
–El montaje Forests, en 2012 (ver nuestra reseña)
–La ópera Pepita Jiménez, en 2013 (ver nuestra reseña)
–La obra teatral Obabakoak, en 2018 (ver nuestra reseña)
–La ópera El soldado, en 2018 (ver nuestra reseña)
Finalmente, en cuanto al culto shakesperiano que confunde sus grandes obras con las menores, y sus enormes méritos con el valor añadido de siglos reverenciales, nos ha hecho gracia el texto que sin citar procedencia incluye Pou en su página personal:
‘William Shakespeare Stratford-upon_Avon, 1564-1616: 18 curiosidades sobre William Shakespeare.
1. Se casó con una mujer embarazada bastante mayor que él. A los 18 años, Shakespeare se casó con Anne Hathaway, ocho años mayor que él que estaba embarazada. Además de esa primera niña (Susanna), tuvieron luego mellizos: otra niña (Judith) y un niño llamado curiosamente Hamnet. Una de las pocas cosas que se sabe de la relación entre Shakespeare y Hathaway es que acostumbraban a vivir separados.
2. No existe ningún descendiente suyo. Hamnet murió de niño en 1596 y sólo una de sus hijas le dio una nieta, que murió sin descendencia en 1670. En cambio, William tenía siete hermanos.
6. No se sabe cuál es la forma correcta de escribir su apellido. En ninguna de las seis firmas que se conservan deletreó Shakespeare su propio apellido como lo hacemos hoy, pues escribió Shakespe, Shakspe, Shakspere y Shakespear.
8. Se cree que sus padres e hijos eran analfabetos.
Shakespeare asistió a una pequeña escuela local, donde aprendió a leer y escribir, además de latín. Sin embargo, esto no era costumbre en aquella época, y los indicios apuntan a que su familia, de origen humilde, era analfabeta.
9. Macbeth es la obra más representada del mundo.
Se calcula que tienen lugar un promedio de seis actuaciones diarias; es decir, el equivalente a una representación cada cuatro horas en alguna parte del mundo.
10. Nadie sabe qué hizo entre 1585 y 1592.
No hay registros sobre Shakespeare desde el bautismo de los mellizos hasta que empezó a triunfar en Londres. La mayoría sugiere que estudió Derecho, que viajó por la Europa continental, que fue profesor de colegio o que se unió a una compañía de teatro a su paso por Stratford.
11. Su profesión era en realidad la de actor.
Así figura en documentos recogidos entre 1592 y 1603. Se sabe que actuó en una obra de Ben Jonson y que acostumbraba a hacerlo en las suyas. Eso sí, dado que era un hombre atareado, escogía papeles secundarios como el de fantasma en Hamlet y el de Adam en Como gustéis.
13. Algunos investigadores afirman que no escribió sus obras. Hay quien dice que muchas de sus obras las escribió gente a la que contrataba, otros dicen que fue un pseudónimo utilizado por algún otro escritor e incluso hay quien sostiene que nunca existió tal persona, sino que se trata de una figura ficticia bajo la que se aglutinaron distintos escritores. Hay una lista de aproximadamente 50 candidatos de quienes se cree que son los verdaderos autores de Shakespeare. Sir Francis Bacon y Edward de Vere el 17° conde de Oxford son dos de ellos. Incuso se afirma que la reina Elzabeth I escribió alguna de sus obras. En cualquier caso, las pruebas de que existió y escribió las obras que se le atribuyen son más sólidas que dichas teorías.
15. Más de 60 personajes mueren en sus tragedias.
Los desenlaces de algunos personajes shakesperianos pueden ser retorcidos y 60 mueren. El suicidio era uno de sus temas más comunes, ocurre 13 veces en sus obras.
16. Después de 400 años de su muerte, hay 60 millones de páginas en Google que mencionan a Shakespeare.
17. La familia de Shakespeare era católica y un pariente de la madre fue ejecutado por rebelarse contra Elizabeth’.
APROXIMACIÓN A LA PROPUESTA (del 1 al 10)
Interés: 6
Versión: 4
Dramaturgia: 5
Dirección: 6
Interpretación: 8
Puesta en escena: 6
Producción: 7
Programa de mano: 4
Documentación a los medios: 6
Naves del Español. Sala Fernando Arrabal
ERRESUMA, KINGDOM, REINO
TRAGEDIAS HISTÓRICAS DE WILLIAM SHAKESPEARE
Basada en los dramas históricos de Ricardo II, Enrique IV, Enrique V, Enrique VI y Ricardo III
Versión y dirección: Calixto Bieito
Del 10 de marzo al 10 de abril de 2022
Duración: 180 minutos
REPARTO
Joseba Apaolaza (Henry IV)
Koldo Olabarri (Henry VI)
Lucía Astigarraga (Lady Anne)
Lander Otaola (Henry V)
Ylenia Baglietto (Margarita D ́Anjou)
José María Pou (Falstaff)
Ainhoa Etxebarria (Jeanne D’Arc)
Eneko Sagardoy (Richard II)
Miren Gaztañaga (Richard III)
Mitxel Santamarina (Dick the Butcher)
Iñaki Maruri (Duke of Cambridge)
EQUIPO ARTÍSTICO
Diseño de espacio escénico Calixto Bieito
Diseño de vestuario Ingo Krügler
Diseño de iluminación Michael Bauer
Ayudantes de dirección María Goiricelaya y Ane Pikaza
Ayudante de vestuario Paula Klein
Una producción de Teatro Arriaga de Bilbao en coproducción con Teatro Español de Madrid, Teatro Principal de Vitoria‐Gasteiz, Teatro Victoria Eugenia de Donostia y Muxikebarri de Getxo.