Una visión de Bodegas Vegalfaro y dos de sus vinos emblemáticos

Conocí recientemente Bodegas Vegalfaro, descubierta por un amigo en una animada charla sobre vinos valencianos, todo un fascinante y variado universo, y la verdad que ha sido un completo y agradable descubrimiento que quisiera compartir con ustedes. Bodegas Vegalfaro se encuentra en el interior de la provincia de Valencia, en la comarca de La Plana de Requena-Utiel. En esta bodegas se elaboran vinos a partir de uvas procedentes de su denominación de origen propia de vino de Pago, Los Balagueses, además de estar acogidos a la D.O. Utiel-Requena, y sus espumosos a la D.O. Cava.

Las 60 hectáreas de viñedo están distribuidas en tres fincas muy diferentes entre sí por suelo, microclima y variedades de uva. Todas las parcelas gozan del importante dato de estar certificadas con el sello de Cultivo Ecológico, así como la bodega y sus instalaciones enológicas, por lo que sus vinos son, naturalmente, ecológicos.

Los orígenes de la bodega habría que encontrarlos en La Muela, una finca de 330 hectáreas de superficie donde se encuentra el paraje de viña Los Balagueses, próximo al yacimiento arqueológico de Las Pilillas. En este lugar, los iberos ya cultivaban la vid y elaboraban vino hace casi 3000 años. Las ánforas que los contenían surcaban el Mediterráneo en las naves de los mercaderes fenicios. Pues bien, en 1999 Andrés Valiente decidió la construcción de Bodegas Vegalfaro para embotellar sus propios vinos junto con su hijo Rodolfo, actual director técnico. Con anterioridad, su bisabuelo Leonardo elaboraba vino en su bodega y su otro bisabuelo, José, era destilador de orujos. Más adelante, en febrero de 2011, consiguieron la calificación de Pago, la más alta consideración de un viñedo en España, del que se obtienen vinos con rasgos y cualidades singulares. Se trata de una mención equiparable a las existentes en otros países europeos que hacen referencia a su terruño, como las de Chatêau, Cru, Clos y Domaine en Francia, Castello en Italia, o Quinta en Portugal.

En el viñedo de Bodegas Vegalfaro, Los Balagueses, jamás se han empleado productos fitosanitarios, por lo que la tierra está viva. En ella prolifera una variada microfauna, muy importante para la descomposición de la materia orgánica y la absorción de los nutrientes por parte de las vides mediante relaciones simbióticas con las raíces, a la vez que ayudan a controlar las plagas.En Los Balagueses se encuentran parcelas de naturaleza calcárea arenosa, con piedras calizas en su mayor parte y arenas en el hondo, propio de la erosión de la ladera.

Por su parte, la finca Alfaro está formada por varias parcelas de naturaleza franco calizo-arcillosa. En la parte más alta del valle se encuentra Los Roques, con suelo más calizo; y en la parte baja, junto al río, El Bolero, por encontrase cantos rodados propios de las gravas de los lechos fluviales.

Una vez realizada la vendimia en la primera hora de la mañana, y seleccionadas las mejores uvas, se procede a la elaboración independiente de cada parcela de la finca y de cada variedad, a fin de poder interpretar las añadas según hayan sido las condiciones climáticas y su ciclo vegetativo. El proceso de vinificación sigue un estricto control de calidad y se gestionan internamente todos los residuos para evitar vertidos al medio natural. Las instalaciones están aisladas térmicamente para asegurar la fiabilidad de los procesos y racionalizar la energía.

Para la crianza de sus vinos utilizan barricas de robles de bosques franceses y centroeuropeos, además de una reciente e interesante línea de investigación con crianza de vinos tintos en ánforas de terracota. Con este método se consiguen matices de crianza en los vinos sin que se enmascaren la sensación frutal y del terruño. Como ven, con toda la información aquí resumida, se trata de una bodega valenciana familiar, ecológica y con variadas parcelas y varietales. Hablemos ahora, como ejemplo, más en concreto de dos de sus vinos.

En primer lugar, comentaremos el Pago de Los Balagueses Syrah 2013, cuya uva se extrae de la parcela homónima de la que arriba hemos hablado, un suelo arcilloso-calizo, donde el cultivo se realiza siguiendo prácticas culturales naturales, con certificación ecológica, y con bajos rendimientos de 1,8 Kg por cepa. La vendimia, seleccionada, se realizó la primera semana de octubre esperando a la maduración óptima de la uva. En la elaboración se ha seguido el método tradicional, consiguiendo extraer la tipicidad de la variedad, habiéndose criado durante 10 meses en barrica de roble francés, alcanzando una graduación alcohólica del 15% vol.

Este auténtico vino de Pago, presenta a la vista un color picota cubierto, con destellos violáceos. La nariz es intensa, expresiva, con fruta roja muy bien definida y apuntes maduros aunque frescos, suaves tostados y un punto especiado. En boca destaca su buen ataque, con taninos dulces, bastante pulidos, con buena acidez, largo y estructurado con una destacable finura muy bien definida. Ha sido bien clasificado en las guías, con 94 puntos en la Peñín y 91 puntos en la Guía ABC, habiendo ganado la Medalla de Oro en CatavinumWorld Wine & Spirits Competition. Su PVP aproximado es de 15 €.

Y como segunda muestra, les presento el Caprasia Bobal 2013, que se elabora con uvas procedentes de los viñedos de bobal, varietal valenciano, de la finca Alfaro y de parcelas seleccionadas de viñas viejas en vaso, con una edad media de 55 años. La plantación es en vaso en suelo arcilloso- calizo con grava en el subsuelo y franco arenoso, habiéndose realizado poda tradicional en vaso buscando el equilibrio en
disposición de futuros racimos pequeños. El clima correspondió a un año muy seco, sin lluvias de primavera, cálido pero sin llegar a ponientes extremos. La elaboración se hizo mediante fermentación a baja temperatura con premaceración previa en frío, habiéndose realizado la maloláctica en barrica y después una crianza durante 14 meses en barrica de roble europeo de 225 litros (francés-húngaro-rumano) con tostados ligeros y medio. Posteriormente fue criado en parte durante 5 meses en ánfora de 150 litros, recuperando antiguas tradiciones iberas en su nombre donde se refiere a la «tierra de cabras» o Caprasia. La graduación alcohólica es del 15 %.

El Caprasia 2013 muestra a la vista un color picota oscuro, con buena intensidad en nariz con protagonismo de la fruta madura, con suaves notas tostadas. En boca es fresco, con taninos dulces, buena acidez y buen recorrido. Ha merecido la Medalla de Oro en Catavinum World Wine & Spirits Competition y la Medalla de Plata en Mundus Vini, así como una puntuación de 90 puntos por Stephen Tanzer, también de 90 puntos en la Guía Peñín y 5 estrellas como Mejor Crianza de la D.O. Utiel-Requena. Su PVP aproximado es de 12 €.

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Autor

Juan Luis Recio

Blogger gastronómico y de tendencias, crítico de vinos (XL Semanal), letrista, sociólogo, mensista, poeta

Juan Luis Recio

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