Campo Elíseo Toro 2015 conmemora el 20º aniversario de la primera añada de la bodega en Toro

Campo Elíseo Toro 2015 conmemora el 20º aniversario de la primera añada de la bodega en Toro

Esta añada de Campo Elíseo Toro, la 2015, de la que solo se han producido 7.700 botellas y 100 en formato Magnum, es un tributo al alma del terruño y de la tinta de Toro y es un espléndido vino con el que celebrar los 20 años de la primera añada de la bodega en la D.O.Toro. Y es que ya Campo Elíseo es una de las bodegas de referencia de la Denominación de Origen Toro. Sus tintos elaborados únicamente a partir de la variedad tinta de Toro, cuya primera añada nace en 2001, es decir que ahora cumple veinte años, tienen ya un merecido reconocimiento. Esta uva es una variedad local de tempranillo, propia de esta denominación de origen, y que se caracteriza por producir vinos corpulentos. aunque de gran finura al paladar.

Ahora y tras la reciente adquisición de la totalidad de las acciones de Campo Elíseo, François Lurton presenta la nueva añada de Campo Elíseo Toro, la 2015. Se trata de un monovarietal de tinta de Toro dotado de una marcada personalidad, resultado de la búsqueda de la máxima expresión del terruño y de la uva, mediante el assemblage de los vinos procedentes de viñedos situados en al menos tres zonas diferentes de la denominación de origen.

Las parcelas, en las que únicamente se cultiva la variedad tinta de Toro, se distribuyen en diferentes zonas de la Denominación de Origen, cada una con sus propias características. Los viñedos están situados a una altitud de entre 620 y 750 metros. Las viñas, con conducción en vaso tradicional, tienen una densidad que varía en función de las parcelas de entre 900 y 1.100 vides por hectárea, con un rendimiento de 20 hectolitros por hectárea. Su edad media es de 50 años. Los suelos son pobres, pero bien drenados. En este caso el suelo es ferruginoso y arenoso-limoso, rico en calcio y magnesio, con muchos guijarros en la superficie. Piedras amarillas con tonos oxidados de diversos tamaños, depositadas por el río Duero. Las piedras pálidas reflejan los rayos del sol y retienen cierta cantidad de calor por la noche, cuando la temperatura desciende.

Después de un invierno sin incidentes, la primavera llegó con menos lluvia de lo habitual, pero el brote se produjo sin embargo a mediados de abril como es normal. El mes de mayo transcurrió sin heladas, lo que supone el mayor riesgo de disminución de los rendimientos. Las temperaturas superiores a la media en primavera favorecieron la ausencia de enfermedades. La floración se desarrolló sin problemas, pero el verano siguió siendo seco, por lo que en general las uvas eran más pequeñas. La cosecha de 2015 se adelantó ligeramente y cada parcela se vendimió a mano en cajas de 20 kilos con el fin de respetar el ritmo del viñedo y de obtener el grado de madurez perfecto.

Para esta añada 2015 se han seguido dos procesos principales de vinificación. Por un lado, la vinificación integral, que en esta ocasión se ha reducido a la mitad del corte. Aquí y después de la mesa de selección y una vez que la uva llega a la bodega, las bayas entran en barricas nuevas de roble francés para fermentar. Por otro lado, se realiza una prefermentación o maceración en frío durante cuatro a cinco días a una temperatura de seis grados en piletas de hormigón. Seguido de una fermentación alcohólica tradicional con bombeo para extracción. Una vez completada la fermentación y después de probar el resultado, se deja que el vino se macere durante aproximadamente tres semanas, para extraer los taninos y obtener una estructura fina. La fermentación maloláctica tiene lugar en barricas de roble francés con levaduras autóctonas. Posteriormente, la crianza se realiza entre 16 y 18 meses también por parcelas separadas desde el principio hasta el final para respetar el cada estilo de cada terroir. Es decir que cada lote hace su crianza por separado. Por último, el vino se embotella sin filtrar.

El resultado es un tinto de color oscuro intenso y agradable concentración en nariz, con aromas de grosella negra y mora. En boca se nota una gran intensidad, tensión, volumen y acidez. En su final destacan los sabores equilibrados y tostados de grosella y bayas negras, con notas sutiles de chocolate, taninos firmes y un toque granulado. Se trata de un vino muy adecuado para acompañar todo tipo de platos de caza y de carnes, como el asado de cordero o la ternera estofada, y postres como el pastel de chocolate. De venta en tiendas especializadas, su PVP recomendado es de 39,90 €.

La historia del vigneron François Lurton, cuarta generación de una familia de bodegueros bordeleses cuyo origen se remonta a 1897, comienza en España a principios de la década de los 90, cuando descubre la Comunidad de Castilla y León, su terruño y sus variedades de uva únicas en el mundo. Primero llega a la Denominación de Origen Rueda y produce la primera añada de su famoso Hermanos Lurton Verdejo en 1992. Desde entonces es un enamorado de los vinos de esta denominación, pasión que comparte en la Denominación de Origen Toro, donde elabora sus vinos tintos. En 2001 François Lurton se asocia con Dany y Michel Rolland para producir un gran vino, Campo Elíseo, que en 2014 se extiende de forma natural a la denominación vecina de Rueda.

Para albergar este proyecto, elige una casa solariega del siglo XVII con gran tradición vinícola. En este lugar se han construido modernas instalaciones de procesado de la uva y se ha adecuado su bodega subterránea. Tras esta actualización, Campo Elíseo pone en marcha su primera vendimia en septiembre de 2016. Además, para la elaboración de sus vinos blancos se aplican técnicas aprendidas a lo largo de los numerosos viajes de François Lurton por el mundo y que cuentan como ubicación un lugar excepcional, las tres galerías subterráneas excavadas a más de 10 metros de profundidad.  Este escenario singular convierte a Campo Elíseo en la única bodega de la Denominación de Origen Rueda que en la actualidad emplea las tradicionales cavas subterráneas para la vinificación completa de sus vinos. Y es que sus características ambientales, como el proporcionar una temperatura y una humedad constantes durante todo el año, hacen que sea un entorno idóneo para la elaboración de grandes vinos blancos con barrica, sello de identidad de François Lurton desde que aplicara por primera vez esta técnica a su llegada a España hace más de 30 años.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Juan Luis Recio

Blogger gastronómico y de tendencias, crítico de vinos (XL Semanal), letrista, sociólogo, mensista, poeta

Juan Luis Recio

Blogger gastronómico y de tendencias, crítico de vinos (XL Semanal), letrista, sociólogo, mensista, poeta

Lo más leído